Chávez tiene una inmensa humanidad y en los cuentos del arañero es fácil entrar en contacto con ella. Sin embargo, de la lectura de este documento he podido ubicar una frase que me conmovió. Es posible que se la haya oído en algunos de sus discursos, pero al leerla y ubicándome en la necesidad y el reto que ha lanzado de un mejor gobierno, creo que la fase cobra sentido y estoy completamente seguro, que si Chávez es capaz de oírla muy internamente, estará en condiciones de entender cuál será su papel para hacer en este nuevo período (2013/2019) un gobierno más efectivo.
En la primera rueda de prensa que ofreció al salir de la cárcel, un periodista le pregunta: ¿Y ahora usted adónde va? Puede leerse en cuentos del arañero, que Chávez le respondió: “Me voy a las Catacumbas del pueblo”. Agrega Chávez en el texto del cuento:
“Recorrimos soledades, recorrimos caseríos, de día, de noche, bajo lluvia, bajo sol, con poca gente o con mucha gente, no importa, pero con una bandera en alto, con un proyecto largo, con un camino abierto y abriéndose hacia el horizonte. Y ese camino aquí nos lleva. Es el mismo rumbo para que salgamos de las catacumbas, para que salgamos de los abismos, para que hagamos una Venezuela verdaderamente nueva”.
Creo que en esta respuesta que le ofreció ese 26 de marzo de 1994 a al periodista, está la fórmula ideal y práctica para cumplir con el reto de hacer en este periodo que abarca del 2013 al 2019, un mejor gobierno. Chávez tiene la imperiosa necesidad de volver a meterse a las catacumbas del pueblo. Por favor, no delegue esa responsabilidad en sus ministros. Asuma esta travesía por las catacumbas del pueblo como una gran responsabilidad. Puede enviar a sus ministros a la calle, pero no deje ahora de cruzar completamente las catacumbas del pueblo. No deje de hacer el recorrido. Vuelva a las catacumbas del pueblo y permita que ese pueblo que tiene una esperanza en usted, logre expresarse.
[i] Estos dos cuentos y un tercero de donde tomé la frase están ubicados en la parte 7 del libro, cuyo y título: Abrazando a las masas