Los conocí a todos, fueron y son mis hermanos; estuve compartiendo con ellos en la entraña del monstruo; siempre consciente del papel a representar en mi trabajo de intérprete, diferencie el personaje en lo humano, que no fue otro que el de luchador social.Tratando de hacer esfuerzos porque entendiéramos el rol que estábamos jugando, aceptando que estábamos metidos, donde la alienación era nuestro sustento y el mal programado por los depredadores, la consecuencia a pagar en un futuro, como en efecto lo estamos haciendo hoy en día. Ya se fueron algunos, otros no están, los que no les sirven deambulan por las calles destruidos, tratando de esperar entre mentiras, que un día le den el papel de su vida; que los impulse no importa cómo, a ser una persona de "éxito" después de dejar los mejores años de su vida en la intención, pretendiendo una pantalla deformante, que no es la que teníamos que haber alimentado, porque sabíamos lo que hacíamos, algunos, otros aun sabiéndolo no les importó, como tampoco les importa que estemos sufriendo los pesares de una farándula desahuciada y sin otra esperanza que sea distinta en un futuro inmediato, porque los diablos se adueñaron de las intenciones de mis hermanos y mas nunca los llamarán a hacer el papel negado, porque ya no tienen juventud ni el atractivo que vende.
La enfermedad incrustada en los genes del ego descompuesto, no permite que entendamos la revolución como única alternativa que nos puede hacer entender el arte como parte de la construcción, nos aferramos al consumismo planteado, como elemento enceguecedor, donde la imagen ya gastada, se convierte en cómplice del deterioro de la condición humana del resto de mis hermanos.
La única forma de evitar ese flagelo, es con los pies sobre la tierra y todos volábamos con alas recortadas, que no servían para mantener la altura que nos ofrece la fantasía. Desde los principios de la revolución hemos venido articulando unos intentos, que comenzamos hace aproximadamente 11 años; nos convocamos para crear una forma de unirnos, que en un momento llamamos ANAC. Pero los intentos se hicieron nulos cuando no pudimos unificar criterios por el miedo de algunos a perder la posibilidad de lucir el ego, obviando la posibilidad ante el llamado que se hacía a construir el arte que ayudara a fortalecer esto que venía naciendo con esta fuerza indetenible que tiene hoy, donde la parte más sensible de un pueblo como lo es el arte, está en terapia intensiva, enferma en caminos de golpismo, siguiendo a enajenados que tienen intereses distintos a los que su manifestación artística reclama.
En la lucha de hoy, andamos pocos y la mayoría de los que estamos se esconden (o sea que no están) porque creen que los gobiernos anteriores volverán y sueñan inocentemente que estarán otra vez en la cresta de la ola, ignoran que seguirán por fuera, con ese miedo en la espalda que no permite asumir, que no hay regreso, los dueños no lo permitirán y el pueblo que está en revolución asume el compromiso y da garantías, que los depredadores tampoco volverán a seguir destruyendo la psiquis de los artistas; porque en esta etapa, la dignidad los espera, para que vengan conscientes a cumplir la función para la que se prepararon y no es otra que ayudar con el arte a la formación, multiplicación y desarrollo de los sentidos, en busca de la integralidad del ser humano.
Si todos los artistas y ese es el llamado, vienen en sinergia a encontrarse con su verdadero sendero, no habrá espacios, para los que quieren apoderarse del mundo con sus influencias mediáticas, tengan oportunidad de utilizar la parte más sensible con que cuenta los pueblo y no es otra que el arte de los artistas.
PATRIA SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE. SIN PATRIA NO QUIERO VIDA. HAZTE CONCIENCIA.
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