De la lucha contra el golpismo a la movilización contra la derecha del proceso

Hemos venido planteando en reiteradas ocasiones, a través de artículos en nuestro periódico OIR A LOS TRABAJADORES y en la página web Aporrea, que después del referéndum del 15 de agosto, y muy particularmente a partir de las elecciones regionales de octubre del pasado año, se abrió una nueva fase del proceso revolucionario en Venezuela.

Dos aspectos la caracterizan, por una parte, el énfasis ya no es la confrontación con la burguesía y sus partidos –aunque el enfrentamiento mediático con el imperialismo se mantiene- si no, por el contrario, la lucha se transfiere al seno mismo del proceso. Ahora la confrontación del pueblo se da directamente con los alcaldes, gobernadores y funcionarios corruptos y burocráticos, incluidos los “revolucionarios”, en función de lograr sus reivindicaciones inmediatas y continuar impulsando la profundización del proceso revolucionario. Por otra parte, de un tiempo para acá es evidente que se ha venido produciendo un cada vez mayor entendimiento del gobierno con sectores importantes del empresariado venezolano. En rigor, se puede decir que la negociación ha dado paso a la materialización de acuerdos específicos, favorecidos por la extraordinaria bonanza económica con la que cuenta el gobierno. El propio vicepresidente ha afirmado: : “ahora el gobierno cuenta con el apoyo de sectores del empresariado con el que antes no contaba”.

Ahora bien, este proceso que venimos caracterizando continúa avanzando. Mientras los lazos del gobierno con sectores del empresariado se acentúan y consolidan, pareciera que una ola “institucionalizadora”, cada vez más conservadora, hiciera presa del gobierno. Esto se verifica en hechos como los cambios en el canal de televisión del Estado (VTV), que no se circunscriben a un nuevo logo, sino a la desaparición sorpresiva de programas muy populares como la Lámpara de Diógenes, y a un cierto formalismo que hace que dicha emisora de TV tienda a parecerse a los tradicionales canales comerciales. O la leonina reforma parcial del Código Penal que penaliza la protesta social y limita el derecho a huelga.


Una nueva etapa en la movilización popular
Pero de parte del pueblo y los trabajadores, la respuesta no se hace esperar. No sólo se produce un cuestionamiento abierto y descarnado hacia los funcionarios gubernamentales negligentes y corruptos, sino que esta crítica comienza a concretarse en movilizaciones exigiendo derechos y reivindicaciones. Es decir, la confrontación con los “adecos de boina roja” ya no es verbal o velada, limitada a determinados espacios. Ya no es “en voz baja”, si no directa, y se expresa en las primeras movilizaciones de calle.

Manifestación de esto han sido la movilización de los campesinos, que por miles se hicieron presentes en la capital de la República, frente al mismo Palacio de Miraflores, exigiendo que de una vez por todas se desarrolle y concrete la reforma agraria en el campo. Que de las palabras se pase a los hechos. Exigiendo el fin del sicariato y castigo a los asesinos de dirigentes agrarios. O la movilización de cientos de trabajadores en Puerto Cabello, realizada el pasado miércoles 13, y convocada por la UNT de Carabobo. Planteando la solución al conflicto que los empleados y obreros de la alcaldía mantienen con el alcalde “bolivariano”, así como la crítica situación de los trabajadores de Planta Centro (Cadafe), que luchan por la cogestión, contra la voluntad de los directivos del sector eléctrico y del Ministerio. Pero también se expresa en la movilización de organizaciones de mujeres en defensa del derecho al aborto y su inclusión en la reforma del Código Penal, y en las movilizaciones contra el abuso policial y el castigo a los asesinos de los estudiantes de la Universidad Santa María.

En rigor, estamos asistiendo al inicio de una nueva fase del proceso revolucionario donde los trabajadores y el pueblo comienzan a pasar del dicho al hecho; de las palabras a las movilizaciones de calle; de la crítica velada a la exigencia directa a los funcionarios y al propio Presidente.


Un partido del pueblo y los trabajadores para profundizar la revolución
La tarea de los revolucionarios es aupar este proceso, contribuir a desarrollarlo y extenderlo a todo el país y a todos los sectores donde el descontento popular y la urgencia de profundizar la revolución hacia el socialismo, estén a la hora del día. Que no venga ningún funcionario con el cuento que la movilización y la lucha del pueblo “le hace el juego a la derecha y al imperialismo”; que la profundización de la cogestión y el control obrero en las empresas básicas del Estado, puede permitir la infiltración de los golpistas, ni otras perlas por el estilo que lo que buscan es frenar la disposición de lucha de los trabajadores que les garantice a ellos mejor usufructuar los beneficios del poder. Todo lo contrario, sólo la participación directa de los trabajadores en el control de la economía podrá impedir la penetración oligárquica e imperialista; sólo la movilización y la lucha –como hemos comprobado los trabajadores y el pueblo a lo largo de los últimos años- es garantía para obtener nuestras más imperiosas reivindicaciones.

Pero para continuar potenciando la energía popular y la tremenda disposición de lucha del pueblo; para continuar profundizando la revolución; para trascender el capitalismo y comenzar a construir el socialismo, sin compromisos con los empresarios explotadores, es fundamental construir un partido revolucionario de los trabajadores y el pueblo. Desde OIR y diversas organizaciones revolucionarias, hemos propuesto la conformación de dicha organización. A tal fin, convocamos el pasado sábado 9 del presente mes, junto al colectivo estudiantil Actívate y las organizaciones sindicales clasistas, Verdad Obrera, Opción Clasista de los Trabajadores y Todo el Poder a los Trabajadores, a un acto político para proponerle a todos los revolucionarios, dispuestos a luchar por el socialismo, la construcción de esa herramienta política del pueblo trabajador.

En dicho evento, se concretó la conformación de un Comité Promotor de un partido socialista revolucionario de los trabajadores el cual debe discutir la conformación de comités regionales y la preparación de la discusión política y programática que permita arribar a finales de año o principio del 2006, a la realización de un congreso nacional que instituya dicha organización política.


*Miguel Angel Hernández Arvelo. Docente de la UCV, dirigente de OIR y miembro del Comité Promotor del Partido Socialismo y Revolución.
miguelaha2003@yahoo.com y oir_2001@yahoo.com


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Miguel Angel Hernández Arvelo*

Profesor de Historia en la UCV y miembro del comité impulsor del Partido Revolución y Socialismo. Como marxista, Hernández aboga por el definitivo rompimiento con el capitalismo en Venezuela y por la construcción del socialismo.


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