Puede parecer una pregunta muy ingenua, pero hay momentos en los cuales uno llega a preguntarse: ¿Qué es realmente el chavismo?
La pregunta puede reunir una cantidad considerable de respuestas válidas o más bien razonables. He preguntado y me han ofrecido varias respuestas. Se me ha dicho, que el chavismo es una propuesta de cambio fundamentada primariamente en la doctrina o pensamiento de Bolívar y que más tarde incorporó elementos conceptuales de la teoría marxista. Tiene sentido esta definición.
Puedo dar otras, pero acabo de leer un trabajo del destacado profesor universitario, Steve Ellner, cuyo título es: El modelo de la democracia social radical en Venezuela: innovaciones y limitaciones[i]. En este trabajo hay elementos para tener una idea muy acertada sobre el significado que hoy podemos darle al chavismo.
Antes de este artículo que paso a considerar; Steve Ellner publicó otro en la misma revista del CENDES de la UCV con el título: La primera década del gobierno de Hugo Chávez Logros y desaciertos[ii], en el cual hace un balance de los diez años de gobierno de Chávez. En una oportunidad anterior, preparé dos notas sobre este primer artículo que titulé. Chávez, Steve Ellner y el Balance del Proceso (I y II)[iii]. En esta ocasión, creo necesario escribir una nota, porque en este nuevo trabajo hay una acertado análisis que ayuda a comprender los puntos claves y débiles de este proceso que hemos identificado como “chavismo”.
Una de las primeras inquietudes que me surgió al ir leyendo el trabajo, fue entender que esto que denominamos chavismo es una construcción de un proyecto político, en el cual la oposición tiene las manos metidas. El Chavismo de hoy, es el chavismo que la oposición ayudó a construir.
Steve Ellner incorpora como elementos conceptuales para ir dándole sustento a su análisis, los conceptos de democracia radical basada en los legados Rousseau y la democracia social radical, que como modelo, tiene un mayor contenido social. No pretendo en estas pocas líneas agotar el sentido y profundidad de este artículo. Intento más bien, ofrecer una semblanza muy general que sirva para promover la lectura de este trabajo, que estimo debería ser una lectura casi obligada para la militancia del proceso.
El proyecto, en función de la percepción de Ellner, evoluciona o se desenvuelve bajo el “paragua” de la democracia social radical y ello tiene sus implicaciones en lo social e institucional. Nada de lo que el Chavismo ha sido capaz de impulsar y de las fallas que el proceso muestra, pueden ser entendidas debidamente sin considerar las directrices que impone el modelo de democracia social radical. A diferencia del esquema que ofrece la democracia radical y todo el proceso reformista que el Estado de bienestar sugiere; la democracia social radical, que es cualitativamente superior al modelo de inspiración rousseauniana, privilegia la inclusión, participación, nacionalismo y el humanismo. Estos elementos están claramente expresados en el discurso y las políticas públicas que el proceso ha puesto en marcha. Las misiones son un buen ejemplo de esta política y Ellner las incluye para argumentar su análisis.
El golpe de Estado y el paro petrolero permitieron u obligaron a Chávez a incorporar este esquema de democracia como una alternativa para radicalizar y polarizar el proceso. Fue después del Golpe de Estado y del paro patronal petrolero, cuando aparecen las misiones y ellas se conciben como estrategias para resolver el problema de la exclusión y ofrecer prácticos mecanismos de participación. Todas estas propuestas de las misiones llevan ese propósito. Las intransigencias y las políticas de desestabilización de la oposición, facilitaron la apertura de este significativo proceso de inclusión y participación.
Este concepto permite explicar también, el giro que Chávez le ha dado al proceso de descentralización y que le ha alterado los ánimos a los líderes de la oposición. En vez de continuar colocando en el centro del proceso de descentralización a las entidades federales y las alcaldías; Chávez paulatinamente y a través de la reforma de la ley del FIDES, LAEE, la aprobación de las denominadas leyes del Poder Popular y la Ley Orgánica del Consejo Federal ha colocado en el centro de ese proceso a las comunidades organizadas, con el firme propósito de darle rienda suelta al proceso de participación e inclusión. Este aspecto se reconoce en el artículo.
El artículo de Steve Ellner, fue escrito mucho antes de la campaña electoral para el 7-O. Chávez comenzó a exteriorizar su preocupación por la falta de eficiencia del aparato del Estado en el momento de la campaña, pero este hecho, no es un fenómeno que pude entenderse tomando distancia del modelo. La necesidad de poner en el centro del proceso la inclusión y participación, dio lugar a la que Ellner denomina una debilidad institucional, que se pone de manifiesto en la falta de controles y de seguimiento de las políticas. Este hecho, tal vez explique la inconsistencia de algunos resultados. Privilegiar la inclusión y la participación que son dos resultados claves en donde el proceso ha avanzado bastante, implico hacer flexibles los controles y las evaluaciones.
Para ir conociéndonos mejor, sugiero la lectura de este importante documento. Su contenido, que no incluí o consideré totalmente en esta semblanza, permite, más allá de las definiciones programáticas contenidas en el libro rojo, una percepción de lo que es hoy, esto que llamamos “Chavismo”.
[i] El Artículo puede leerse en el siguiente sitio: http://mcendesweb.cendes.ucv.
[ii] Este Artículo se encuentra disponible en: http://mcendesweb.cendes.ucv.
[iii] Estas notas pueden leerse: Parte I http://www.aporrea.org/