Una persona que ama la vida y vive para un pueblo, era previsible que en una circunstancia como la este sábado, se tomara un tiempo para echar una broma y así lo hizo. Bromeo con lo del baile de La Lambada y el momento de John Travolta y Olivia Newton-John.
Tal vez esa broma fue una manera de justificar un poco la propuesta que nos dejara al irse a Cuba a curarse. Puedo imaginarme a muchos de sus colaboradores venir de esa época de John Travolta y vivir dancísticamente ese momento. No me imagino a Nicolás en una rumba de ese tipo y esto no quiere decir, que Nicolás no disfrutó como joven su momento de juvenil.
En un momento como este de emociones encontradas, recuerdos que formaron parte de experiencias vividas intensamente, era posible que algún “detalle” se quedara suelto. Fue enfático en recordarnos, que si no era posible acompañarnos físicamente; la unidad se convertiría en un recurso a través del cual; Chávez le seguirá dando aliento a este proceso.
Esta idea impone dos responsabilidades. Una primera responsabilidad, obliga a la dirigencia nacional a conservar, promover y mantener la unidad. Si no es posible que Chávez continúe físicamente dándole direccionalidad al proceso y acompañándolo; la dirigencia nacional está obligada a mantener a Chávez frente del proceso a través de la conservación y promoción de la unidad que nos pidió. Esta es una manera de prolongar la vida de Chávez, si es que no llega a estar físicamente entre nosotros.
Una segunda responsabilidad, que debe ser entendida como un seguro, no está en manos de la dirigencia del PSUV, sino en las manos de la militancia y del pueblo chavista. Si esa fue una exigencia de Chávez, él tiene pleno sentido del significado de esta unidad para la continuidad del proyecto. La Unidad es un Chávez físicamente activo en el proceso. Si existe alguien interesado en destruir este proceso de unidad popular, estamos obligados a verlo como un personaje que promueve el deseo que viene animando desde hace mucho tiempo a la oposición.
Es claro entender entonces el sentido de la unidad. La unidad es un compromiso con Chávez y los principios. La unidad no es un recurso para otra cosa, es una estrategia para conservar el proceso desde las coordenadas que le dan sentido y significado.
Nicolás es la persona responsable de llevar este proceso. Nicolás es entonces una pieza para atarnos y darle consistencia al proyecto. Siento que con estos dos puntos (unidad y Nicolás) a nuestro líder se le escapó por las circunstancias y emociones del momento, un elemento igualmente necesario que debe ser tenido y querido como el hijo que políticamente Chávez concibió y tuvo dedicado a criar y hacerlo crecer: El Poder Popular.
No debemos olvidar, que esta criatura está la esencia y el sustento del proyecto que Chávez ha venido impulsando y si Chávez no puede acompañarnos físicamente; Nicolás debe asumir la paternidad y nosotros la responsabilidad de vigilar para que este hijo reciba las condiciones y pueda desarrollarse. Si esto es posible; es decir, si Nicolás Maduro es chavista (y no lo dudo), es otra circunstancia humana temporal, porque lo permanente y definitivo para el proyecto el Poder Popular.
El Poder Popular y la democracia protagónica cobran mayor sentido en este momento. Es una forma de tener a Chávez dirigiendo el proceso.
Marcano.evaristo@gmail.com