La Revolución no se detiene

Vivimos momentos de tensión, producidos por la incertidumbre que nos genera el futuro inmediato con la enfermedad que aqueja el Comandante Chávez. Durante 14 años y más la figura del líder del proceso bolivariano ha construido en el imaginario colectivo la idea de su “eternidad”, al punto de que en estas horas cruciales, no pocos son los que sienten que se está perdiendo el horizonte y comenzamos a descarrilarnos. Pero nada más alejado de una realidad que eso.

Lamentablemente toda esta situación se presenta en la víspera de una controversiales elecciones, donde existes pugnas dentro de las filas revolucionarias en, al menos, 4 estado del país, así como otros estados donde la oposición tiene reales posibilidades de salir victorioso como resultado de malas gestiones o desacuerdos con las decisiones finales de las candidaturas. Aún, así, es posible que se gane la mayoría de las gobernaciones y exista uno que otro batacazo sin mayor trascendencia a nivel nacional.

Actores e individualidades de la oposición celebran, se sienten contentos, muestras lo más bajo de su miseria humana por la posibilidad de que el presidente Chávez no supere esta etapa de su vida. Se burlan de aquellos que con su granito de fe mandan energías y buena vibra para su pronta recuperación. Amenazan a diestra y siniestra a todos los que abiertamente nos declaramos luchadores y apoyamos la Revolución, sin entender que estamos preparados para los peores de los escenarios.

Es necesario que sepan que la Revolución no se detiene. Si ellos creen que ha sido Chávez el que sembró el odio de clases o que a provocado histerias colectivas, pues sus análisis políticos y de contexto están muy alejados de la realidad, y se parecen más a una película de ficción que construcción histórica de nuestro amado país. Hugo Chávez, en 1998, representó una suerte de tapón de botella de un estallido social que estaba a las puertas contra el nefasto gobierno de Rafael Caldera. Con sus llamados a la construcción de la democracia socialista, participativa y protagónica a través de la organización popular, ahora a través de la creación de las comunas, al diálogo, el debate, le ha dado un tinte pacifista al proceso revolucionario.

No es sarcasmo cuando Chávez ha dicho que a la burguesía le conviene que él gane. Si aún existe sector empresarial y burgués en nuestro país, es gracias a la inmensa capacidad humanista y tolerante de nuestro Presidente. Él ha sabido sortear momentos como el paro petroleros y patronal, las guarimbas, intentos de golpes y sabotaje, auspiciados por los sectores empresariales de la mano de intereses trasnacionales. Sólo el presidente Chávez ha sabido mantener al margen a personajes siniestros como Gustavo Cisneros o Lorenzo Mendoza. Pero no sólo eso, sino que ha tenido la capacidad de contener a un pueblo que clama justicia y venganza por tantos años de opresión y por todo lo que han hecho en estos 14 años de gobierno bolivariano.

A Nicolás Maduro le toca un papel complicado en este escenario. Aunque, en mi forma de ver, parece tener más fuerza y mano dura que el mismo presidente, no sabemos cuán dispuesto está el pueblo a esperar más para reclamar lo que es suyo. La Revolución se profundiza, y no dejaremos que la derecha tome espacios más allá de un par de gobernaciones. El pueblo revolucionario, el oprimido históricamente, está dispuesto a morir por lo que es suyo, y el estallido social está latente. Por supuesto, todo esto en el escenario donde la derecha busque sacar provecho de una potencial desaparición física del Comandante.

¿Qué hacer?

Los que crean y tenga fe, rezar, los que no, mente positiva. Pero mientras eso sucede, vital es el análisis político de la situación, comprendernos que somos parte de un sistema y que debemos engranarnos. El Socialismo es la vía, que sólo se logra bajo una dirección colectiva. Es el momento de no sólo sentarnos a debatir o escribir o simplemente derrochar conocimientos para los espacios institucionales. Es la hora de subir barrios, de chocar con la cotidianidad, de vencer la resistencia al cambio, de multiplicar conocimiento, de la formación ético-política a lo interno de los consejos comunales. Es la hora de darle forma al Socialismo con las condiciones culturales del venezolano y la venezolana. Chávez preparó el terreno, y la Revolución debe continuar, por él, por nosotros, SOCIALISMO AHORA O AHORA. VIVIEREMOS Y VENCEREMOS.


El autor es: Militante Socialista

carlosgrillet@gmail.com


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Carlos Grillet

Licenciado en Trabajo Social y estudiante de economía (UCV), Guevarista leal a la Revolución Bolivariana, la música y la lectura, más que una pasión, la vida.

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