Leyendo un interesante libro del ganador del Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2012, Atilio Borón, y cuyo título es América Latina en la Geopolítica del Imperialismo, quería compartir una párrafo que sin duda hará reflexionar a más de uno su posición ante la coyuntura que viva actualmente le proceso bolivariano. Me remito a transcribirlo, en una disertación sobre el realismo y el posibilismo, como dos posturas de los revolucionarios de hoy día
"Mientras el realismo reconoce el carácter dialéctico, siempre cambiante y en movimiento de la coyuntura, y el papel de la voluntad política para modificar la correlación de fuerzas en un momento dado, el 'posibilismo' es la aceptación resignada de lo existente y un tributo a la propia incapacidad de responder creativamente ante los desafíos de la historia. El realista es un general que sabe que si actúa correctamente puede vencer a fuerzas en principio superiores a las propias; el 'posibilista' es alguien que ya fue derrotado ideológicamente y que, en consecuencia, da la batalla por pérdida y sólo trata de acomodarse a las desafortunadas circunstancias del presente. El realista tiene su mirada puesta en el presente y el futuro, el 'posibilista' está atrapado en el hoy y no tiene imaginación ni voluntad para pensar al futuro como algo distinto de la prolongación sine die del presente".
Sin duda alguna no será difícil para quien lea este fragmento comenzar a identificar aquellas amistades y camaradas que están entre el realismo y el posibilismo. En el primero aquellos que siguen luchando, que creen en algo más allá de los "imposible" a simple vista, que viven de la utopía para seguir avanzando sin detener la marcha. En lo segundo, esos neo posmodernos y revisionista (reformistas) que creen que el capitalismo es una instancia insuperable y, por tanto, no vale la pena sacrificar la vida para luchar, sino a ser parte de la fiesta, aunque con un poco de mejor distribución de las riquezas (la gran falacia socialdemócrata).
Entre los "posibilistas" encontramos algunos compañeros del chavismo que justifican las medidas económicas del gobierno con argumentos absolutamente capitalistas y de forma acrítica. Se puede entender que un Estado capitalista se vea en la necesidad de aplicar medidas económicas de su propia especie, pero no se puede entender como desde una supuesta izquierda súper revolucionaria se justifique esto, así como el impacto que tiene sobre la clase trabajadora y el eterno beneficio para la burguesía. Merced, todo esto, de existir sectores de la pequeña y gran burguesía supuestamente alineados a la Revolución. Cuestión de conveniencia.
En la categoría realista siempre se inscribirán aquellos militantes críticos del proceso bolivariano, los que creen en la construcción del socialismo, superando la lucha de clases pero con la victoria de la clase trabajadora sobre la burguesía. En la destrucción del poder económico vigente, en la apropiación de los medios de producción por parte de las mayorías. Es la implementación de la tan temida Dictadura del Proletariado, entendiendo que sólo habrá paz con justicia social, y sólo habrá justicia social con la superación del antagonismo de clase, es decir, la desaparición de éstas.
En la categoría de los "posibilistas" siempre encontraremos a aquellos que le encontrarán "peros" a cualquier propuesta que sea realmente radical y busque la transformación de las relaciones sociales de producción. Por ejemplo: "cómo van a atacar a Empresas Polar, nos iremos a quedar sin alimentos" o algo tipo "lo malo es que el Estado siempre será corrupto y eso de control obrero lo que hará es incentivar la viveza criolla". Por otro lado tenemos a los ambiguos ante la existencia de la lucha de clases, o lo que es lo mismo, los que dicen que son categorías de un marxismo ortodoxo que ya ha sido superado, apropiándose del discurso burgués de los estratos sociales y la falacia de la "clase media". Entre los "posibilistas" tenemos a los posmodernos que reniegan del concepto de "desarrollo" y tienden a ser anti todo, es decir, odian la tecnología mientras expresan sus ideas a través de los blogs y redes sociales.
Ya lo decía el Che, "seamos realistas, soñemos lo imposible", agregando que "el presente es de lucha, y el futuro nos pertenece". Si decidimos abandonar la lucha para estar tranquilos con nuestro ritmo de vida consumista, no nos daremos cuenta en el momento en que lo hayamos perdido todo y la única solución sea irse a las montañas a tomar las armas o un tranquilo exilio en algún país donde se tolere el pensamiento comunista en algunos cafés y bares de la bohemia trasnochada y posmoderna.