Crítica, envidia o miseria humana

La diaria dinámica en la discusión nos hace poner al descubierto que somos muchos los que estamos en este proceso, quizás por oído, por emoción o simplemente por estar en algo y que no nos hemos ocupado de formarnos en el campo de la dialéctica revolucionaria para entender y digerir algunos fenómenos que se dan en la revolución bolivariana, que por ser inédita en la historia de la humanidad, tiene muchas variable que salen del común de los procesos revolucionarios que conocemos.

Pero precisamente para entender todo esto tenemos que reconocer nuestras carencias y limitaciones y, ocuparnos en llenarlas, para que no caigamos en poses que lejos de favorecer al bolivarianismo lo que hacen es enlodarlo, cuando confundimos la crítica con la denuncia, la descalificación y los ataques de odio, rabia o envidia que utilizamos para referirnos a alguien en particular.

Hacemos esta introductoria, para entrar a criticar el lenguaje escatológico y cargado de tantas cosas que algunos camaradas están utilizando injustificadamente contra el Maestro José Antonio Abreu y nuestro joven valor internacional Gustavo Dudamel, ambos iconos del Sistema Nacional de Orquesta Infantil y Juvenil de la República Bolivariana de Venezuela. Valga también señalar que en ese mismo paquete han metido a un joven revolucionario que no ha hecho otra cosa que intentar mediante el razonamiento y la persuasión hacer reflexionar, a quienes se creen mas revolucionarios que Marx, Engels y Lenín juntos y, más chavistas que el maestro Chávez, pero que abren las puertas a muchas percepciones por la manera iracunda como por mampuesto atacan a la revolución, haciendo blanco en Dudamel, Abreu y Pérez Pirela. En otras palabras le ponen en bandeja de oro, argumentos al oposicionismo fascista para que ataque al proceso bolivariano.

Cuando hablamos de un lenguaje, que raya en lo disociado, no es que seamos santones cuando de adjetivar al alguien que se lo merece, se trata. No. No es eso. Es que sencillamente no hay razón para intentar enterrar en el estercolero mediático a dos connacionaless que hoy por hoy son el sello venezolano en el ambiente de la cultura mundial. Y todo porque saludaron a dos miembros de la farándula mundial, que han ofendido a la revolución, al Comandante Chávez y al pueblo venezolanos, con babosidades que han lanzado para ganar espacio en los medios. Ahí está el error, estos señores se han hecho eco de la matriz de opinión generada por el Consenso de Wáshington, sobre una supuesta intolerancia y falta de libertad de expresión en Venezuela. Nos preguntamos..¿Acaso la mayor bofetada que se le puede dar a esos aprendices de políticos, no es precisamente la educada atención que dispensaron nuestros dos músicos, cuando los oyeron y les prometieron consultar la propuesta? ¿Por lo demás el show ese de propaganda imperialista que montaron en la frontera colombo-venezolana, apoyados por Álvaro Uribe Vélez, no fue también presentado en la habana Cuba? ¿Acaso fue que Raúl Castro, Silvio Rodríguez y otros connotados miembros del Estado, traicionaron a Fidel y a la Revolución Cubana? ¿No fue precisamente aplicarles aquello de: ¿Que culpa tiene la estaca si el sapo brinca y se ensalta? La presencia de estos dos mensajeros del imperio y sus seguidores, en la plaza cubana, fue el desmentido más grande, de la campaña que en contra de Cuba mantiene el imperio.

Por otra parte Simón Díaz, cuando el golpe de Estado y el paro petrolero, tomó partido por la Coordinadora Democrática, de hecho mientras sus sobrinitos en el país sufrían las calamidades producto de la criminal acción de la oposición El Tío Simón, cantaba a la Coordinadora Democrática. ¿Es justo que por eso descalifiquemos al maestro Simón Díaz, como exponente de nuestro folklore? ¿Al destrozar a Simón Díaz, envolviéndolo en el estercolero mediático, no estaríamos también, chispoteando a Venezuela y a sus valores culturales? Entonces el maestro Simón Díaz, en su oportunidad mereció la crítica de quienes adversamos su pensamiento ideológico, pero no la envidia, ni la miseria humana, que nos pudieran inspirar su talento, sus innegables triunfos y reconocimientos internacionales.



Por eso no entendemos cuando compatriotas hayan utilizado el encuentro de los maestros Abreu y Dudamel, con Juanes y Miguel Bosé, para descargar toda la envidia y la miseria humana, que seguramente les ha potenciado la urticaria que produce, cuando no podemos alcanzar los laureles que otros reciben. Por ejemplo, cuando se intenta descalificar al quijote del Sistema Nacional de Orquesta Nacional y Juvenil venezolano, al señalar veladamente, que la fama alcanzada en los escenarios internacionales, no es por la capacidad pedagógica, la constancia y la voluntad de un hombre que a su edad es ejemplo para la juventud, sino por el saco de billetes, de dólares que el gobierno bolivariano le ha puesto en manos al maestro José Antonio Abreu y a Dudamel, para que se den la dolcce vitta por el mundo ¿No se está descalificando y condenando al gobierno que lidera el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías por darle ese apoyo a la cultura nacional? ¿Que argumento es ese, de que el maestro José Antonio Abreu, es poco menos que un vendepatria, porque ha sido galardonado por el Reino Unido, por el Reino de los Países Bajos, por Alemania, Austria y paremos de contar? Dicho sea, donde no se ha mirado si pertenecen a un país socialista y si son parte del proyecto revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela, como en efecto lo son, sino que se ha reconocido a un hombre y a su obra universal, que paralelamente a la defensa de la musicalidad de su país ha contribuido al rescate y a la democratización de la enseñanza de la música en el mundo. Bueno también es, decirle a estos compatriotas que se lanzan al ruedo de la opinión sin medir loas consecuencia, que la música es el idioma universal, que no tiene fronteras, ni nacionalidad.

De ñapa, también vienen a descalificar al camarada Miguel Ángel Pérez Pirela, que a través de “Cayendo y Corriendo” desmonta las mentiras externas e internas que la canalla mediática emite cada día contra el proceso bolivariano. Entonces ¿Que vaina es esta, para que equipo juegan? En lo que nos atañe, si nos van a descalificar, no pierdan su tiempo. Ya lo fuimos suficientemente en la IV República, por ser ideológicamente COMUNISTA, a mucha honra. Así que den el paso al frente.

Es lamentable que por ignorancia o con conocimiento de causa, tengamos en las entrañas de nuestro proceso activistas que lejos de sumar, hacen un flaco favor a la prédica del Comandante en Jefe de la Revolución, Hugo Rafael Chávez Frías, sobre todo en lo que atañe a diversidad, tolerancia y libertad. De allí nuestro titular pregunta, de este artículo: Crítica, envida o miseria humana.

El autor es: Periodista. CNP 2414

cd2620@gmail.


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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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