En el acto del 68 aniversario
de la Guardia Nacional
4 Agosto 2005


María nunca va a olvidar el 4 de agosto de 2005. Esto no lo escribo al azar; así lo dijo María luego de abrazar al Presidente.

Cuando María tenía dos años, su familia la trajo de San Cristóbal a Caracas, si le preguntan de ¿Dónde es? Sin dudar dice con su amplia risa, “de Caracas”; pero en realidad viene de esa tierra venezolana de fuerza y ternura a la vez, capaz de dar a sus hijos decisiones sin dobleces que se mantienen por toda la vida.

Desde hace dos años, en la República Bolivariana de Venezuela, la reserva militar tiene un papel más proactivo, es parte integrante de la Fuerza Armada Nacional, tienen preparación militar y educación que incluye la disciplina, obediencia, subordinación y lo más importante: El amor a la patria.

El 13 de Abril de este año, en el mismo patio de la Academia Militar donde María el 4 de agosto abrazó al presidente, fue activada la Comandancia General de la reserva militar.

Algunas personas, cuando escuchan este nombre de “la reserva” que ha reactivado el presidente Chávez, le tienen miedo a la especie y como puente blindado la asocian rápidamente a la generación de violencia. ¡Qué error! Y más que eso, ¡Qué desconocer la vida y la historia!

La reserva no es un capricho “chavista” porque ve fantasmas oposicionistas por todas partes y cree que un grupo de marginados forrados en armas lo puede defender…¡No! Desde Ricardo I Corazón de León se habla de este término y mire que hago una referencia de un hombre que vivió entre 1157 y 1199, es decir, de los tiempos medievales. La reserva, es un tesoro para la seguridad y defensa de todo país. En Estados Unidos hay reservas; en Francia desde los tiempos de Bonaparte, hay reservas. En Italia, Alemania, Canadá hay reservas. En resumen su existencia es universal y al componente no se le atañe connotación negativa ni proceder engañoso.

La reserva es una energía en positivo que tiene muy alto el sentido de seguridad y defensa de la nación. La reserva en la República Bolivariana de Venezuela la integran hombres y mujeres dispuestos y más que eso, enamorados del país.

María ama a Venezuela. A veces no es necesario escuchar mucho a una persona para saber cuanta ternura es capaz de contener, mirarle a los ojos, es suficiente para definir su inmensidad y así ocurre con esta mujer.

El 4 de agosto, el presidente acudió al acto con motivo de los sesenta y ocho años de vida de la Guardia Nacional. Lo que parecía ser una ceremonia tradicional similar a otros tantos aniversarios, tuvo un vuelco especial de varias aristas. Las palabras que Chávez dirigió a todo el país a través de la cadena por radio y televisión, fueron precisas y contundentes con respecto a la verdad de Venezuela y el manejo satánico que le quieren dar para generarle una matriz de odio y desprecio que la separe del resto del mundo. El presidente Chávez recordando a Galeano, el de las “Venas Abiertas de América Latina” cuestionó la campaña malsana que ha emprendido el imperialismo estadounidense y tomando sus palabras de “¡peligro, peligro, grita el peligroso!” destacó que la única voz que Venezuela ha llevado al exterior es la de LIBERTAD para construir la unidad.

La República Bolivariana de Venezuela no es un país de terroristas ni mucho menos de peligrosos, jamás ha abrazado el intervencionismo y su historia demuestra que las luchas que debió desarrollar, desde los tiempos de la colonia, fueron por la independencia, la libertad y la justicia. El que hoy el presidente diga la verdad al mundo y combata las desigualdades, pareciera que para algunos es un horror, porque el negarse a ser dominado es mucho más que un pecado.

María es reservista. María quizás no podría dar una gran conferencia explicando en alto verbo por qué tomó esta decisión, pero está bien clara con sus prioridades. Para ella, todo es importante, pero la patria es primero y le sonó el clarín y se acordó de aquello de “hasta el llanto de la madre calla”

Cuando Chávez estaba en el patio de la academia y llamó un reservista, porque en el ínterin de su discurso los vio, les dio la orden de ¡firrrmesss! Y luego ¡a discreción!, siete de diversas filas de formación salieron corriendo hacia la tarima. María fue la única mujer en salir y también corrió. Llegó de última, se refrenó dos veces en el camino, quizás pensó que ya no tenía opción para subir, pero aun así siguió. En la tarima presidencial, en impecable formación, ella también se cuadró, como dicen los militares, se le cayó la gorra, la recogió…¡ay! pero cuando vio a Chávez de cerquita, su rostro cambió, hasta la mirada se volvió intensa y sin pensarlo dos veces, lo abrazó de esa manera como cuando uno se aferra con pasión hacia sus ideales. No dijo muchas cosas, pero fueron suficientes sus frases:

* ¡Qué orgullo presidente!... yo también soy revolucionaria y bolivariana… yo también soy de la reserva… yo creo en lo que dice…yo, yo lo quiero mucho.

¿Ves? Un lenguaje más sencillo, pero firme como el roble y el samán.

Entre los siete reservistas estaba también Eduardo que se vino del Apure. Tener al frente al presidente que se llama Chávez como él, sin ser parientes, lo miró como al hermano. Eduardo sabía que para aquel hombre, el doblar de sus campanas es el pueblo y por eso no dudó en decirle:

* “En el Alto Apure está lloviendo y en El Amparo, la gente tiene miedo, porque el agua comienza a subir”

El Presidente le dijo a su Ministro Chacón que atendiera la solicitud de Eduardo y esa misma noche, después del acto, el Ministro envió a la tierra llanera una comisión para evaluar los hechos.

Y es que la vida, no es hablarle a un presidente para que te oiga, la esencia es que se escuche lo que digas y que exista la respuesta. En la República Bolivariana de Venezuela, ahora el pueblo es escuchado y con atención, por eso el país es tan distinto ante los ojos de quienes se creen los poderosos del mundo. No es lo mismo terrorismo que socialismo, allí está la gran diferencia.

¡Ah! Se me olvidaba, María, la reservista tiene cerca de 65 años y ¡firrrrme!.