Para el proyecto bolivariano y particularmente para Chávez, la integración con los países que solemos definir como la gran patria ha sido reconocida como un punto clave para la independencia. El CELAC y la ALBA es parte de una estrategia dirigida a la unidad de América Latina. Fue sabio, el Pepe Mújica en su discurso en la última reunión de la CELAC, cuando afirmó
“Porque acá no solo venimos por Bolívar o por Martí … nos está hoy empujando la necesidad de defendernos … todos, instintivamente, tenemos conciencia de que para ser fuertes nos tenemos que juntar y para que nuestros derechos pesen necesitamos andar juntos… De que cuánto más nos dividamos más débiles y dependientes vamos a ser y más gobernables desde afuera” [i] (Subraya nuestro)
Se habla de integración con esta importante área y con el Caribe para mancomunar esfuerzos e iniciativas bajo el lema de la solidaridad. Ese esfuerzo de integración de los PUEBLOS, es tomar la bandera y la lucha de Simón Bolívar.
Hubo situaciones históricas en las cuales pudo haberse observado problemas entre nuestros países. Aún existen situaciones conflictivas entre nosotros, como la existente entre Chile y Bolivia por una salida al mar de la segunda patria de Sucre, pero lo verdaderamente cierto es que hay una identidad cultural y de propósitos. Cualquier país de América Latina y del Caribe tiene algo de Venezuela y nosotros de ellos. Cada unas de los valores e identidades que compartimos fue y es producto de una relación de hermandad.
No sucede así, si tomamos como referencia a España a Estados Unidos. No puede decirse que España haya mirado y tenga a nuestros pueblos como amigos y los trate con respeto. La conquista y colonización no fueron una empresa integradora.
El Partido Popular (PP), el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los medios de comunicación son actualmente una “nueva” expresión de ese sentimiento colonizador. Ahí está la historia que nos dice de ese criminal proceso de conquista y colonización y la falsa foto sobre Chávez, es un dato real de esa irrespetuosa manera de vernos y sentirnos.
Para la oposición es mala idea que Venezuela promueva la integración con países de la “gran patria”. No han oficializado una declaración que así lo exprese, pero eso no hace mucha falta frente a su práctica de alianza internacional. La oposición mientras deja correr la matriz de la regaladera de recursos y petróleo como una fiel expresión de su autentico sentimiento sobre la propuesta de integración, se le ve feliz siendo serviles a los propósitos de un Aznar y un Felipe González.
Este hecho no es nada distinto al momento en el cual usaron nuestra bandera volteada. La bandera volteada es su símbolo que siempre llevan. Esa oposición se muestra feliz y realizada manteniendo contactos con líderes españoles, que si bien no muestran claramente la espada, tal y como la mostraron los conquistadores, no se reconoce en ellos una especie de Bartolomé de las Casas. La reunión de Capriles con Felipe González hace apenas unos días y otras que han realizado sus otros líderes con Aznar, colocan a la oposición en su condición de ser agente de una nueva colonización.
La globalización neoliberal no necesita de Hernán Cortés, Lope de Aguirre o Francisco Pizarro desembarcando en las costas venezolanas. Ya esa empresa no hace falta porque aquí dentro del país tienen sus cuadros que le sirven a sus propósitos y fines.
marcano.evaristo@gmail.com
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