Pensé que casi todo estaba dicho en cuanto a la devaluación. Lo pensé y lo escribí en una nota en Aporrea, pero en la medida que van oyéndose y reuniéndose las explicaciones o justificaciones de voceros y voceras del gobierno, uno encuentra que detrás de la devaluación hay una especie de paquete ideológico y su consiguiente paquete chileno. Nos los venden muy eficazmente como una verdad, pero como todo paquete ideológico y chileno a la vez, es siempre más mentira que verdad.
Es cierto entre esta devaluación y las acontecidas durante la IV hay sus diferencias. En esta devaluación, el gobierno hará todos los esfuerzos posibles porque esto no se traduzca en un retroceso, respecto a los niveles de disminución de la pobreza. Esta devaluación y las anteriores se parecen, porque toda devaluación conduce a una disminuirán nuestro poder adquisitivo. Con sus atenuantes, las devaluaciones son así y punto.
Hay detalles que se “omiten” en las versiones ofrecidas desde la revolución. Por una razón explicable; los voceros y voceras de la revolución dan un salto atrás tan largo y “tapan” un periodo de unos seis años. “tapan” el proceso 2007/2013 y nos obligan a ver y entender la devaluación como una política y no como consecuencia de una inconsistencia de la política.
Este sábado 16 de febrero, en una cadena con motivo de un gran operativo nacional de ventas de comidas; el Vicepresidente Maduro le oí decir más o menos esto: Cuando CADIVI daba a un empresario 100 millones de dólares para importar comida, un 70% de esos dólares lo utilizaba para ponerlo en el mercado paralelo (que llamamos negro) y el resto (30%) lo usaba para traer cosas. Si Luis Herrera tuviera vivo le hubiese dicho: Piaste tarde pajarito.
Esta especie de paquete chileno nos comunica en primer lugar, la ineficiencia y esto tiene además un detalle en torno a la política de desestabilización que tiene la oposición con la escasez, la especulación y el acaparamiento. Esta política orquestada por la oposición y los “mercachifles empresarios”, como suele decir Maduro, es activamente acompañada desde el gobierno con su falta de eficiencia para vigilar y controlar ese proceso. El gobierno por ineficiente acompaña esa política porque ofrece los dólares y con ellos, la “mercachifles” desestabilizan, colocándolo los dólares en el mercado paralelo. No son tan “mercachifles”.
Dije que los voceros y voceras de la revolución “tapan” una parte de la historia reciente y comparan esta devaluación con la de la IV, pero no la comparan con las políticas propuestas. Este 16 de febrero en una página de publicidad con título: “al día con el Banco Central”, que leí en Últimas Noticias (página 13), se dice:
“Las decisiones económicas hechas públicas el viernes 8 de febrero buscan hacer uso racional y justo de las divisas con las que cuenta Venezuela, a fin de apuntalar la economía productiva y estimular las exportaciones distintas al petróleo” (Subrayado nuestro)
¿No fue la propuesta de una economía productiva el sentido del Plan Nacional Simón Bolívar 2007/2013? La devaluación entonces no hay que contrastarla con la referencia de la IV, sino con la política que no hemos propuesto en el PNSB y que no han tenido un efecto práctico. En el PNSB y en el objetivo IV-2, se lee: IV-2.1) Desarrollar el nuevo modelo productivo endógeno como base del socialismo del siglo XXI y alcanzar un crecimiento sostenido y IV-2.2) Incrementar la soberanía alimentaria y consolidar la seguridad alimentaria
Pero ubiquémonos en los que hemos dicho en los procesos de devaluación ejecutados desde la revolución. Por ejemplo, qué razones se ofrecieron cuando se decidió pasar de un dólar de 2,15 a 4,30. La revolución razonó este cambio para hacernos más productivo. Se dijo en esa ocasión, que esta devaluación del Bolívar es una medida vital para defender la producción nacional frente a las importaciones, que se han convertido en uno de los negocios más lucrativos en Venezuela en detrimento de las exportaciones. Ahora volvemos con la misma justificación y mientras tanto, continuamos con la misma. La historia del paquete chileno.
marcano.evaristo@gmail.com