Culminaron las elecciones a concejales y juntas parroquiales. Cómo era de esperarse, la mayoría de los espacios los ganó el MVR. Nos preguntamos antes de los comicios, si prevalecería la civilización o la barbarie, y de manera insólita los medios han minimizado el asesinato de un funcionario del Consejo Nacional Electoral. En todo el país se manifestaron acciones de rabia y barbarie, ante la sonrisa cómplice y pícara de quienes alientan la violencia para sonreír por su profecía auto-cumplida. Sin embargo, la abstención inició su tímido declive, ¿por qué?. Siendo optimistas, podríamos decir que los ciudadanos comienzan a entender que muchos de los problemas de ese abstracto llamado ciudad, que repercuten en su vida privada, pasan por la calidad de los concejales y juntas parroquiales. Pero siendo optimistas, podríamos decir que muchas personas se han dado cuenta de lo fácil que es ganar unas elecciones, para convertirse en un gobernante al cual le será muy fácil robar y asegurarse su futuro económico, o cuando menos un capital para su negocio personal cuando sea repudiado por la misma sociedad que lo eligió. En todo caso, los ciudadanos avanzan por un camino sin regreso, ¿socialismo del siglo XXI, humanismo, canibalismo?, lo cierto es que capitalismo no será. Y generaciones enteras de adolescentes apáticos, fanáticos de la cultura promovida en las series televisivas de FOX, entrarán en crisis cuando esa burbuja financiera llamada Estados Unidos explote en sus narices.
Pero volviendo a nuestra aldea, encontramos que no han terminado de contar las actas y ya se habla de las elecciones a diputados, incluso a presidente. No es extraño, el juego de la política no tiene descanso y todo está relacionado. Así como pasó con los concejales, la mayoría de los diputados no repetirá. Nadie lo lamentará. ¿Por qué?, repito una breve explicación después de este punto y aparte.
Es un lugar común decir que política proviene del término griego polis, que significa ciudad. Lo que no es común decir, es que en el siglo V antes de Cristo, en Atenas, los griegos le daban importancia al espacio público, porque era el lugar donde sus acciones les permitirían ganarse la admiración del colectivo y de esta manera perdurar en la memoria de los vivos, creyendo así vencer a la muerte. Pero debían acometer acciones de admiración. Con el tiempo no fue necesario acometer acciones de admiración, sino aparentarlas, y eso permitió el surgimiento de “políticos” que no se preocupaban por la gente, sino que fingían preocuparse.
Como la oposición optó por el suicidio, algunas mentes brillantes desempolvan cuanto libro contenga la palabra socialismo, para afinar su discurso y buscar un espacio en los sectores oficialistas. De allí saldrá la oposición, otra corriente disfrazada de izquierda como lo hizo Menen en Argentina o Gutiérrez en Ecuador, sin importar que los echen antes de terminar su gestión, pues asumen el reto de que los ¡pongan donde hay!, aunque sea por un día, de lo demás, ellos se encargan.
Veremos diputados promoviendo leyes, mostrando logros, insultando enemigos y opinando hasta del clima en Marte, por la ingenua creencia de que así se ganan elecciones, y como si ganar elecciones fuese descubrir la cura contra el cáncer. Si la abstención presentó un ligero declive, es buen indicio de que los ciudadanos avanzan y los bárbaros vociferan impotentes. A todos los candidatos que perdieron, y a todos los candidatos que perderán. Si el pasado no perdona, hoy cúrate llorando.