“El sector privado produce apenas 3 mil millones de dólares, pero demanda 30 mil millones” [y se lo hemos dado]
Víctor Álvarez
En la medida en que se trata de comprender la devaluación tal y como la exponen, diciéndonos que es una política para incrementar la producción nacional, uno queda con la sensación de un cuento que no está totalmente completo o bien echado. Hay punto de ese cuento en total penumbra.
Si juntamos esta devaluación con las ocurridas entre 1999 y 2013, debería concluirse que hemos estado entregándole miles de millones de dólares a la burguesía y peleando con un adversario a los que hemos dado el arma.
No soy economista, pero he leído artículos de profesionales muy competentes que me llevan a concluir, que esta nombrada burguesía mercachifles como la calificamos, no es tan poderosa o no debería ser tan poderosa. Produce poco, sólo exporta el 2% del total de las exportaciones que realiza el país y su medio de producción más efectivo es el dólar y la revolución se los ofrece. Su fuerza, como clase, viene porque nosotros (digo el proceso) le ha venido entregando los dólares y estamos como jugando a Chacumbele. Muy en el fondo, los dólares son medio de producción, que la revolución, una vez concretado como renta, se los entrega.
Si lo que he leído tiene sentido (y estoy seguro que lo tiene), nuestra burguesía no produce casi nada, le damos los dólares barato para importar y ellos no vende caro. Así pues, que lo que nos dicen los economistas con palabras muy técnicas se reduce a que este proceso, viene cazando una pelea con la oligarquía nacional y como una gran bobada nuestra, le entregamos todo el arsenal (dólares) para que su condición de burguesía mercachifle tome fuerza y produzca, con el concurso del proceso; el mayor proceso desestabilización política que hemos visto en los últimos años. El desabastecimiento, la promoción de compras nerviosas y la especulación estimulan el antichavismo.
Leo un interesante artículo de los economistas Juan Villegas y Manuel Sutherland, que me llegaron a través de mi correo electrónico y en ese artículo se precisa que entre el 1983 y el 2013; el dólar se “ha vuelto 1.465 veces más caro. Agrega este análisis que la devaluaciones se han organizado para mejorar la condición de nuestro aparato productivo y en la realidad; las exportaciones han venido tocando piso y la importaciones incrementándose[i]
Se nos ha hablado de los niveles de crecimiento del PIB y prácticamente se ha casado una pelea mediática con esto, pero si vamos un poquito más allá las “explicaciones” que nos ofrecen desde la revolución, se descubre que este crecimiento tiene su sustento en el comercio de bienes importados con los dólares baratos que entregamos a la burguesía. En términos criollos, sencillos y muy prácticos; dividendos para el capital con capital (dólares) ofrecidos por la revolución. ¿Qué sentido tiene un crecimiento así?
Al leer un artículo que publicó Víctor Álvarez en el Correo del Orinoco este jueves 28, hay elementos en ese artículo para tener un dato más e ir armando la pieza de este cuento. Se lee en este artículo:
(…) mientras el tipo de cambio se mantenga fijo en un contexto inflacionario (…) la cotización de la divisa triplicará la tasa de cambio oficial. [Este] anclaje cambiario, al facilitar un dólar oficial a un precio muchos más barato que el que indica el mercado, lo que hace es exacerbar los rasgos de una economía rentista que todo lo importa y poco produce”[ii]¿Por dónde está el nuevo modelo productivo?
Hay que preguntas que deben estar molestando los sentidos a la persona responsable de la gestión perfecta. Tanta pelea con los latifundista y preguntémonos hoy: ¿Cómo esa pelea se ha traducido en una mejor condición se independencia alimentaria? ¿Cuánto de los latifundios expropiados están en plena producción agrícola? ¿Cómo rinde el financiamiento a los productores agrícolas? ¿Rinde? ¿Será otra manera de plantearse la política crediticia de la IV y luego borrón y cuenta nueva?
El dólar que debería tener una condición de propiedad social, una parte importante de esa renta, termina siendo un arma que la colocamos en manos de la burguesía “mercachifles” y con eso organizan y tienen márgenes de ganancias exorbitantes (máxima plusvalía) y nos joden … y bien judío.
[i] Puede verse el trabajo: Devaluación, inflación y crisis. Alternativa: Central Estatal Única de Importaciones (CEUI) de los economistas: Juan Villegas y Manuel Sutherland
[ii] Puede verse en la edición del jueves 28 de febrero de El Correo del Orinoco el artículo de Víctor Álvarez. La Política Cambiaria