El articulo publicado por el "gachupin" Ibsen Martinez y comentado por Mario Silva en su programa "La Hojilla", es una clara expresión del resentimiento social y el odio de las clases y capas sociales herederas del mantuanaje colonialista y esclavista opuestos a la Indepepdencia, ante los profundos cambios que vive el país, como consecuencia de las políticas promovidas por el gobierno del Comandante Presidente Hugho Chávez y el Presidente Nicolás Maduro Moros, dirigidas a refundar la República, transformr la econonmía depediente monoexportadora, pagar la inmensa deuda con el pueblo trabajador acumulada en 203 años de vida republicana, construir el proyecto estratégico de Independencia, Soberanía, Unidad Latinoamericana y Justicia Social del Libertador Simón Bolívar y, avanzar la transición hacia la sociedad de la Justicia y la Libertad: El Socialismo pero, especialmente, confirma que su odio no es contra el zambo Chávez sino contra todo su “Merienda de Negro” que le sigue incondicionalmente, más alla de su desparición física.
Toda revolución “cuando es verdadera…”, diría el Comandante Ernesto Guevara de la Serna, Che, engendra su contrarevolución y ello se hizo fue visible en el inicio mismo de nuestra gesta de Independencia cuando, una parte importante del mantuanaje y de pardos, confundidos y vacilantes entre la República y la lealtad a la Corona, se vieron impactado por la rápida derrota del Generalísimo Francisco de Miranda y la pérdida de la Primera República (1.812), y se fueron a aliarse al sanguinario general realista Domingo Monteverde y jurando fidelidad al genocida Rey Español, apoyando con sus caudales, africanos esclavizados e indios manumitidos, su esfuerzo para acabar, a sangre, fuego y martirio, a los pocos núcleos de patriotas que se mantenían fieles a los ideales dela rebellion del 19 de Abril y a la Constitución del 5 de Julio de 1.811..
Otro tanto sucedió cuando el General en Jefe Simón Bolívar cruzó por primera vez los Andes en la Campaña Admirable para derrotar rapidamente a .las tropas del imperio Español y restaurar la República, al huir la mayoria de estos oporrtunistas y traidores a las islas de Trinidad, Curazao, Cuba, y Puerto Rico e, incluso, a las tierras del perverso imperio español y, desde alli, seguir apoyando a los ejércitos del Rey Fernando VII en su campaña de muerte y destrucción de ciudades y pueblos insurrectos y así recuperar sus propiedades, supuestamente amenazadas por la indianada y los cimarrones.
Pero nada distinto a esta conducta del mantuanaje ideológico de hoy, muy bien personalizado en el racista y antisocial escrito del señor Ibsen Martinez, fue su firme condena del sector social que el representa, cuando las tropas del general Ezequiel Zamora, al grito de “Tierra y Libertad”, salieron de las haciendas y quilombos para lanzarse al derrocamiento del regimen de la despreciable oligarquia caraqueña, heredera del mantuanaje colonial, y recuperar, con las armas en las manos, las tierras que les habian sido quitadas a criollos, indios, negros, libertos y soldados independendistas; muchos quienes estaban siendo sometidos a los viejos sistemas de Encomienda y Esclavitud, por las inhumanas condiciones de vida y trabajo impuestas por los nuevos amos de las tierras, las minas, el comercio y los barcos; que traicionaron los ideales de Justicia Social promovidos por el Libertador Simón Bolívar.
La única revolución a la que ese sector de la pequeña burguesia traidora de la que forma parte el autor de la laureada telenovela “Por estas Calles” participó, fue el proceso en el derroramiento de la dictadura criminal de Marcos Pérez Ji menez ((1.958) y su continuación, con la lucha armada insurrecccional en contra del gobierno electo del traidor Rómulo Betancourt, por cuanto, luego de 60 años del “Manifiesto de Barranquilla” publicado por el traidor Romulo Betancourt y sectores politicos, académicos e intelectuales representantivos de la la pequeña burguesía, se sentían con suficiente fuerza social y política acumulada para disputarle a la vieja oligarquia y a su sucesora, la naciente burguesia nacional venezolana, la dirección del Estado y la sociedad venezolana, para lo cual invocaron las ideas del Socialismo y la lucha por la Liberación Nacional y llamaron obreros, campesinos, estudiantes soldados y artesanos a derrocar al gobierno betancurista pero fueron derrotados por carecer de la inteligencia suficiente para entender el proceso histórico nacional y la presencia de Simón Bolívar en la conciencia del pueblo venezolano y no tener la gallardía y el coraje para enfrentar, hasta la muerte si era preciso su compromise de lucha con el pueblo; por lo que no sorprende hoy que, muy poco tiempo después de SU derrota, estos “revolucionarios de cafetin” aparecieran aliados a los gobiernos de la burguesia de Rafael Caldera y Carlos Andres Pérez, demostrando con su presencia y sus acciones, la definitiva traición al pueblo venezolano y su condición de serviles del Capital internacional y su fuerza fundamental: el imperialismo norteamericano.
Hoy, Ibsen Martinez y los sesudos miembros de la decrepita Academias, las inconsecuentes élites universitaria y sus escribidores y palangristas de la canalla mediatica venezolana, no pueden aceptar ni mucho menos perdonar, que los cimarrones de Jose Leonardo y al Sambo Andrezote y la indiada llanera que siguió a Bolivar hasta Ayacucho - con el apoyo del pueblo peruano y no del traidor mantuanaje limeño- se hayan hecho uno en el cuerpo, las ideas y la acción revolucionaria del Comandante Hugo Chávez y desalojados a sus aliados del gobierno de la República, de la mayoría de sus Estados y municipios y que ahora, son los hijos de maestros, funcionarios públicos, obreros, campesinos, profesionales, artesanos, artistas y pequeños comerciantes quienes en nombre del pueblo y con el pueblo trabajador desarrollan una revolución que ellos ttraicionaron y que hoy la definimos como bolivariana, democrática, pacífica, popular, latinoamericana, antimperialista, en tránsito hacia el Socialismo.
A diferencia del “Malinche” Ibsen Martinez, fraudulento escribidor de historias traicionadas, los bolivariasnos y las bolivarianas no tenemos problemas en reconocer nuestra condición de descendientes de pueblos originarios y de los africanos esclavizados y por ello, no nos ofende cuando nos califica como “Merienda de Negros” al ir a tributarle nuestro solemne reconocimiento a nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías; porque hoy, esa merienda de harina, coco y papelon, se ha hecho revolución verdadera y tiene el color y el sabor del indio yucpa, bari guaroao, pemon, kariña, maquiritare, motilon y giahibo, de todos los pueblos de la Madre Africa, y de todas los mestizajes que a lo largo de nuestra historia patria han parido una nueva raza definida por el mexicano José Vasconcelos como “Raza Cósmica”, destinada ha construer el Paraiso en nuestra amada tierra, con la brillantez del mantuano libertario y justiciero de Simón Bolivar y sencillez y la alegría de nuestro inovildable Comandante, el zambo Hugo Chávez Frías.