Enchucar y enchufar

Enchucar es un vocablo que un vecino del barrio Portugal Abajo, de Barcelona, lo usa tanto que le apodan Enchuque. Para el personaje de marras enchucar es un comodín de múltiple aplicación. Enchucarse unas frías, enchucarse una hamburguesa, enchucarse una camisa nueva, enchucarse un trabajo, enchucarse un rancho, enchucarse una enfermedad. En fin todo para el Enchuque es enchucar. Por supuesto que en muchas oportunidades tuvo problemas por la aplicación de tan suspicaz vocablo, sobretodo, con las damas; más de una cachetada le asestaron en su oscura tez.

¿Qué paso Enchuque, que te veo mal? “No pana. Lo que pasa es que estoy enchucado desde anoche con un malestar estomacal. Pero tan pronto se me quite voy a enchucarme una buen hervido de pescado”.

Enchuque no es lo mismo que Enchufe aunque los dos significan conectarse. Un enchucado es un pelabola, y un enchufado es un enchucado favorecido por el proceso revolucionario venezolano. Un enchucado no recibe nada por sus enchuques. A lo sumo, una satisfacción personal. Mientras que el enchufado, por el contrario, recibe salarios, becas, casa bien equipada, autos a precios solidarios, homologación de pensiones, incremento de pensiones, salud gratuita, alimentos a precios subsidiados.

Un enchucado es un pelabola. Un enchufado es un pelabola con casa propia, bien equipada, con canaimita, con un autobús con aire acondicionado, televisión y radio, un niño humilde que viaja por Europa con la Sinfónica Simón Bolívar, un enchufado es un ciego que recobró la vista gracias a Misión Milagro.

En Venezuela hoy son millones los enchufados. Hoy son más los enchufados que los enchucados. Antes los enchufados eran cuatro gatos y los enchucados, millones de pelabolas hacinados en los cerros y barrios pobres del país. En la IV República nunca enchufaron a los tierrúos. Ellos estaban enchucados en el cerro, en el barrio, “alimentándose” con perrarina y teteros de agua de espagueti. Los enchufados eran la élite. Los enchucados eran la chusma, los pate en suelo, los cholúos.

Antes el pelabola del cerro enchucaba unas frías con el vecino. Enchucaba el derrumbe del rancho por desborde de la quebrada. Enchucaba una escalera de dos mil escalones para bajar y subir el cerro (hoy tiene Metrocable). Enchucaba maltrato y desasistencia en los hospitales. Enchucar es pelar bola. Enchufar, según la cuña de Radonski es que todos los pobres del país disfruten de los beneficios de la Revolución y los que no son pobres también.

Cerrando. El título de estos garabatos no es mío. Lo leí en un artículo que, lamentablemente, no recuerdo ni su título ni su autor. Me gusto porque es la pura verdad. Hoy son millones los enchufados en la Revolución. Y por eso Maduro ganará por paliza el domingo.


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Américo Hernández


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