La base de apoyo popular al chavismo es tan poderosa que Radonski se lo copia para tratar de engatusar a los chavistas diciendo que lo haría más eficiente. Cómo será de sólido el apoyo del pueblo venezolano a la Revolución Bolivariana de Venezuela que ante una feroz guerra sucia y unos condicionantes políticos tan negativos como el desabastecimiento y acaparamiento de alimentos básicos, una terrible campaña de descalificación de Maduro, un angustiante saboteo de la energía eléctrica, un ajuste del dólar “vendido” por oposición como una devaluación; con niveles elevados de angustias y de desconciertos como producto de la guerra sucia, Maduro gana. El voto opositor fue irracional, iracundo, rabioso. Fue el producto de una inoculación de odio, de aprovechamiento de las debilidades del candidato chavista. No fue el producto de la “compra de ofertas de tercio opositor”.
Cuando un pueblo es presa del odio radicaliza su voluntad electoral. Pero a pesar de que el ambiente de arrechera inoculada y exacerbada por una terrible guerra sucia logró confundir a unos 700. 000 votos chavistas no pudo convencer a la mayoría. Fue más sólido, más granítico el apoyo del venezolano a la Revolución y por eso ganó Maduro. Radonski no obtuvo votos por el valor de su propia candidatura. Él fue un vactor de una arrechera inoculada. Además, Maduro, apenas tuvo un mes para posicionar su candidatura. En cambio Radonski tuvo dos años.
Ante el usufructo de una inoculada arrechera electoral Maduro tiene que gobernar y hacer, mandar y ordenar acciones de gobierno que demuestren su capacidad. Al mismo tiempo las Instituciones han de responder a las alteraciones incubadas desde una oposición que insiste en continuar aplicando su guerra sucia sustentada en el desconocimiento y ninguneo del CNE, en decir que le robaron las elecciones desconociendo e ignorando de manera supina el reconocimiento nacional e internacional a la calidad integral de rector electoral y al ejercicio constitucional de la Presidencia de Maduro, con proclamación, juramentación y Gabinete nombrado y juramentado.
Con Maduro mandando más que un dinamo de gandola y comunicando arrechamente recuperaremos el apoyo popular. Por supuesto, el pueblo opositor se desprenderá de esa arrechera inoculada y exacerbada al convencerse, una vez más, que la única carta de seguridad, de paz, de tranquilidad y de inclusión en el Socialismo del Siglo XXI impulsada por el Chavismo. Ya lo verán. La Revolución Bolivariana de Venezuela llegó para quedarse para siempre.
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