Recién se me ocurrió algo, y es algo lógico en términos de ley. Sabemos que Capriles Radonski no quiere aceptar los resultados de las elecciones presidenciales del 14 de abril de este año, y sabemos que está haciendo todo lo posible para desprestigiar al CNE, llamar al fraude, y que ahora anda declarando que va a impugnar las elecciones (frente al TSJ, me imagino).
Si este personaje tiene las bolas para impugnar las elecciones, simplemente porque a él le parece que la diferencia de votos entre Nicolás Maduro, el ganador, y él mismo, el perdedor, no sea suficiente para establecer un ganador, entonces, esto significaría que Nicolás Maduro también tendría el derecho de impugnar las elecciones, si fuese él el perdedor bajo circunstancias similares, ¿verdad?
Me imagino que los abogados de Capriles Radonski ya le han comentado, de que si se atreviera a impugnar las elecciones, y si por casualidad ganara su causa frente al TSJ, lo que creo ser imposible, el CNE tendría que llamar a nuevas elecciones presidenciales, que enseguida pudieran ser también legítimamente impugnadas por Nicolás Maduro, a causa del precedente legal (jurisprudencia) que el mismo Capriles Radonski habría instigado en primer lugar, esto en el caso de que Capriles Radonski gane esas elecciones. El TSJ entonces tendría que reconocer esa impugnación por parte de Nicolás Maduro, y el CNE llamaría otra vez, a nuevas elecciones. Esto no tiene ningún sentido.
Aquí es donde se evidencia que el cerebro de Capriles Radonski, es más, de sus seguidores, quienes le creen todo lo que dice, no funcionan muy bien.
Me hace pensar al círculo vicioso mental de un amigo mío que es drogadicto.
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