Palabras gratas al escuchar de Corea la mención de Chávez, rodaron nuevamente mis lágrimas y mi corazón se estrujo de amor relegado. Sentí un No sé qué, que me impidió continuar con la lectura que realizaba.
Mis dedos volaran en el teclado para manifestar con palabras mis sentimientos, mismos que se entrecruzan con el desasosiego de la esperanza, con la razón de la vida y la certeza de volver a encontrarnos en una nueva vida.
Tan difícil es encender el televisor y no encontrarte, no verte allí, en cada acto donde se consolida la unión latinoamericana y caribeña. Tu legado está presente en todo, como el aire que respiramos, en cada pueblo vives, en cada expresión de alegría, lucha y fortaleza.
Tu hijo, el presidente Correa lleva tu estampa, tu coraje, el pueblo ecuatoriano debe sentirse como nosotros protegidos por su padre. Gracias a Dios que el nuestro nos dejo a su hijo mayor para que nos brindara su apoyo, Con Maduro el pueblo este seguro
La semilla sembrada recogerá frutos frondosos, los cuales germinaran en todo el mundo esparciéndose como el soplo del Hamsin.