Según antiguas manifestaciones mágico-religiosas, quien “Vende su alma al Diablo” para adquirir poderes temporales que lo hagan supuestamente immune a todo enemigo y le permita realizar cualquier tipo de tropelia sin ser respondido, tiene que aceptar las condiciones de sometimiento irrestricto e incondicional al Diablo quien, cuando menos lo espera y en contra de su mayor interés o sentimiento, lo obligará a cumplir su compromiso y, de no hacerlo, lo castigará severamente, incluso, con la muerte.
Esa es la ley del mundo metafísico que, aplicada en el mundo de lo real concreto, tiene la misma significación cuando se trata de las fuerzas malignas del imperialismo que la imponen a sus súbditos cumplir sus órdenes, aun cuando ellas afecten los intereses de sus pueblos y de aquellos pueblos que, generosamente, como el venezolano, contribuyen a la Paz y el Bienestar de los suyos.
La decision del presidente Del Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, de recibir, en unión de su canciller María Holguin al dirigente contrarevolucionario y golpista, Henrique Capriles y, además, ordenar a su bancada mayoritaria en el Congreso reunirse con éste personaje, no puede ser explicado exlusivamente, en el profundo odio histórico que la oligarquía de la antigua Nueva Granada siente por la Patria de Simón Bolívar y, ni siquiera por las maquinaciones del narcodirigente Alvaro Uribe Velez en su odio antichavista, sino por la evidente intromision del gobierno de los Estados Unidos que, no solo ha invadido el territorio colombiano con sus asesores militares y sus aviones de espionaje, financiado una guerra contra-popular durante más de 60 años, le impuso un Tratado de Libre Comercio que en apenas seis meses ya ha cambiado la balanza commercial en su favor, convirtendo a Colombia, como nunca, en su trágica historia republicana , en una suerte de republiqueta bananera, en donde se cumplen las decisiones fundamentales dictadas por el gobierno usamericano.
Se trata entonces de un país que hoy, más allá de sus intituciones republicanas, su Constitución avanzada y el el juego cuasi-democrático de sus partidos, tiene una evidente pérdida de Soberanía por cuanto su elite política y económica liberal-conservadora y sus aliados de la parapolítica que se le han añadido, han entregado al gobierno de los Estados Unidos de América su capacidad para decidir, de manera soberana, su política de alianza, seguridad e integración con sus vecinos y en particular, con la República Bolivariana de Venezuela; en pago, cual Piel de Zapa, del apoyo prestado por el gobierno imperialista de los Estados Unidos de América a la guerra contra-popular que, de otra manera, hubiesen perdido hace mucho tiempo en el campo de batallay en la lucha social, como lo demuestra el hecho de no haber vencido a los combatientes de las Fuerzas Armadas Reviolucionarias de Colombia- Ejercito del Pueblo, FARC-EP, al Ejército de Liberación Nacional, ELN y, al movimiento social, anticapitalista y antimperialista colombiano que, pese a la sanguinaria represion combinada de las Fuerzas Militares y sus aliados narcoparamilitares, han podido conservar sus fuerzas y capacidad combate, movilización y lucha.
Por eso, el señor Joshep Biden, vicepresidente de los Estados Unidos,arribó pocos días atras a Bogotá con un mensaje claro y categórico en nombre del Diablo que habita la Casa Blanca, mediante el cual le imponía al presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, la obligación de recibir al dirigente contra-revolucionario Henrique Capriles Rodonski, a cambio de continuar su apoyo político en las negociaciones de Paz de la Habana y el financiamiento del programa de reequipamiento de las Fuerzas Miliatares y Policiales para cercar a la revolución bolivariana; razón por la cual, ese deudor de la Piel de Zapa, no tuvo otro remedio que aceptar lo que ya le había negado a la Mesa de Unidad (Anti) Democratica venezolana, al narcoparaco Alvaro Uribe Velez y a su nuevo aliado contra la Paz, Misael Pastrana.
Hoy, mientras el camarada presidente Nicolás Maduro Moros y demás dirigentes del gobierno, el PSUV , del Gran Polo Patriótico le regalan todo su amor, esfuerzo y su sacrificio a la mayor felicidad de nuestro pueblo y favorecen solidariamente la atención de los problemas económicos y sociales de los hermanos pueblos de Nuestra América; la mil veces traidora y antibolivariana oligarquía colombiana, actualmente personificada en la figura del presidente Juan Manuel Santos, entrega la Dignidad y Soberanía de una tierra bolivariana al poder imperialista del gobierno de los Estados Unidos, poniendo en peligro los intereses de su pueblo, el generoso apoyo de la revolución bolivariana a las negociaciones de Paz de la Habana y el histórico proceso de integración de América Latina y el Caribe, ya que no puede dejar de su cumplir sus indignos acuerdos de sometimiento y depedencia al jefe de las fuerzas diabólicas del Planeta Tierra: El gobierno imperialista de los Estados Unidos de América.
