Hacia un método intercultural inclusivo, participativo y dialéctico, para identificar los proyectos de la dominación y los de la liberación por un socialismo del siglo XXI ecohumanista.
(Notas sobre su exposición al anunciar la creación de la Cátedra Intercultural César Rengifo en la II Fase del Taller: César Rengifo, un arte de la anticonquista fundado en la historia y la cultura propia)
INTERCULTURALIDAD Y MÉTODO PARTICIPATIVO
En la segunda fase de este taller sobre César Rengifo vamos a poner el énfasis en el método. Sobre todo en estos momentos en que Chucho Ñañez, Presidente de fundarte, nos viene a anunciar su solidaridad con la creación de la Cátedra Intercultural César Rengifo. No hablamos aquí sólo del discurso único del llamado “método científico” al que nos han acostumbrado en nuestras universidades y academias. Mucho menos como método único y excluyente de otras metodologías convivenciales y de las filosofías y etnociencias con una existencia histórica de miles de años. Se trata de un método dialogante, de participación y creación colectiva y personal al mismo tiempo. De inclusión y participación permanente de los propios sujetos, actores y actrices. Con la inclusión de los múltiples sujetos de la historia y de la cultura (y sin antagonizar con otros actores del mundo natural como los animales y las plantas y los elementos naturales que sustentan la cadena de la vida: agua, tierra, aire, sol). Método es camino, procedimiento, pericia para abordar una determinada situación para no chocar en lo que no es necesario y resolver en lo posible para buscar formas de consenso sin sacrificar los principios fundamentales que orientan la reproducción de la vida y la reproducción de la historia propia, de la cultura propia, de la educación propia que permite transmitir de generación en generación todo un proyecto de civilización específica; sobre todo, es el rodeo clave que nos permite en la comunicación humana entrar en diálogo intercultural,. inter-civilizatorio, intercientífico, interfilosófico, inter-artístico, inter-religioso contra toda tentación de discurso único. Pero, si no estamos seguros de nuestra cultura, de nuestra identidad, de nuestra historia, de las líneas rectoras de una educación propia, sin necesidad de antqagonizar con nuestras múltiples herencias culturales, occidentales o no occidentales, no podemos intentar un diálogo franco y sostenido con el otro y los otros. Con una personalidad colectiva bien sustentada y definida frente al laberinto de la despersonalización personal y colectiva de la dictadura mediática, imperial e imperialista.
Entonces, todo esto presupone que no todo conocimiento que viene del pueblo es “empírico” y no todo conocimiento que viene de las academias es necesariamente científico. Y que muchas veces se nos ha impuesto, a partir de la ilustración, una ciencia ideológica al servicio vulgar y abusivo del capitalismo o de cualquier otro dogmatismo que lo sustente o lo refuerce en momentos de crisis.
LA DIVERSIDAD, PUERTA DE ENTRADA A TODO DIÁLOGO SINCERO Y CONSISTENTE
- Sin reconocimiento de nuestra diversidad cultural y de la complejidad del mundo actual (incluyendo la complejidad del pasado), no podemos entrar en sintonía con la totalidad de la vida.
La venezolanidad por ejemplo, se trate de la colombianidad o la peruanidad, no constituye la síntesis de todas las síntesis, que anula o disuelve a todos los componentes o actores sociales que han participado –y participan- en el proceso de formación de esas nacionalidades. En México, por ejemplo casi siempre se pensó que la única manera de “ser mexicano” era dejando de ser indio y que la única manera de la redención del indio era la aceptación de su propia negación o la resignación a aceptar pasivamente o en el genocidio directo, su desaparición y así quedó marcada la revolución mexicana de 1910: dejar de ser, dejar de existir como originarios; luego, venía el negro, el afroamericano, quien también tenía que dejar de ser afroamericano, afrovenezolano o afrodescendiente, y que los llamados “criollos” –o “críos” o “criados”, vale decir, también “menores de edad”- teníamos que dejar de ser o dejar de sentirnos descendientes de indígenas a riesgo de convertirnos en estatuas de sal como la mujer de Lot, buscando en el fondo, que mediante esta supuesta “integración” tramposa, sólo sobreviviera “lo español”. Era una búsqueda loca de ser europeo a juro y al mismo tiempo, recibíamos un parao de las grandes metrópolis para que siempre tengamos presente que somos “Sudacas”.. Pero en el fondo, muy pronto se descubrió que desindianizar era también entrar en un proceso de blanqueamiento, de desafricanizar y de des-hispanizar. Luego venía, el vacío cultural, el vacío espiritual, una especie de orfandad o deculturación, en provecho del nuevo imperio dominante; primero lo inglés y luego lo imperialista anglo-norteamericano. Esto de hecho negaba de antemano toda posibilidad real de ser anti-imperialista y anti-indígena al mismo tiempo. Detrás de la negación del originario estaba una visión imperial dominante, expresada como una forma de colonialismo interno.
-Todo esto nos lleva a entender, que es un requisito fundamental de una liberación comenzar por conocer los proyectos históricos de la dominación en Indoamérica y El Caribe.
-Hay que identificar los proyectos históricos de la dominación: uno por uno.
-El proyecto de la cultura única mestiza o hispanocéntrica.
-El proyecto de los supuestos “pueblos nuevos”, sin raíces y sin pasado con el cual identificarse y enorgullecerse.
-EL proyecto de los pueblos transplantados de inmigración europea al estilo de Estados Unidos y Canadá (con pseudo-imitaciones en Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Costa Rica, el Cono Sur, el Estado de Israel).
-El proyecto de los países guardianes de los intereses de Occidente en las fronteras con otros continentes (Israel y Arabia Saudita, incluso Egipto –hasta ahora- frente al Medio Oriente y toda Asia)
-Luego, en cada uno de ellos ver cuales son sus distintas variantes de esos proyectos.
-Inmediatamente después tenemos que ver como cada uno de ellos funciona en relación con los demás y en su relación con el colonialismo y los imperios europeos y el imperialismo norteamericano. Ver como esos proyectos se nutren, se alimentan unos a otros y como antagonizan con los pueblos originarios y con otras culturas subalternas, y sobre todo como se articulan con las clases sociales de las grandes metrópolis pero también de nuestros países (articulación entre etnicidad, clases sociales y lucha de clases para el capitalismo profundizar la dominación de los pueblos nativos).
- EN SÍNTESIS, conocer la matriz ideológica de la dominación occidental, cómo funciona en sus diferentes variantes. (Buscar en google, en monografías.com. Matriz ideológica de la dominación occidental.)
BAJO ESTOS BASAMENTOS PROPICIAR LA INCLUSIÓN PARTICIPATIVA Y LA UBICACIÓN DE CADA AUTOR O AUTORA.
-Familiarizándonos con esta matriz de la dominación occidental y sus distintos proyectos históricos, estaremos en condiciones de hacer una ubicación aproximativa de cada actor o actriz en la historia viva del país. Pero también será un lente importante para leer a cada autor y autora en sus posiciones, en la interpretación del presente y del pasado como clave para descifrar y construir el futuro. Vale decir, el proyecto socialista, multisocietario de gran alcance histórico
Vayamos a un ejemplo concreto:
-Si estamos analizando a Mario Briceño Iragorri, nos encontramos con una posición nacional anti-imperialista, como la vio y reconoció César Rengifo. Pero al mismo tiempo, en “Tapices de Historia Patria”, nos encontramos con un hombre de la conquista, hispanocéntrico, sectario y excluyente bajo la ideología de la “cultura única mestiza”. Es anti-imperialista hacia los Estados Unidos, pero contribuye a legitimar la conquista hispánica. Y ello trae consecuencias sobre las nuevas conquistas del presente y las nuevas formas de colonialismo interno, especialmente contra los pueblos originarios, y los afrodescendientes y descendientes de indígenas.
En el fondo, la negación de los pueblos originarios no ocurre sin consecuencias inevitables sobre los demás sujetos, actores y actrices en la formación y desarrollo de la nacionalidad. Como en efecto hemos podido observarlo. Así como España no podría existir integralmente sin asumir su historia y su cultura en todas sus fases históricas hasta hoy sin desconocer su identidad desde su diversidad cultural de la cual forman parte hoy vascos, catalanes, gallegos, gitanos, hispanoárabes, hispanojudíos etc. Etc….
César Rengifo en su concepción de la venezolanidad incluía una serie de personajes que no estaban en su misma línea ideológica socialista
como es el caso de Andrés Bello, Mario Briceño Iragorri, Arturo Uslar Pietri, entre otros. Pero eso no significaba que Rengifo por ello asumía la ideología de la conquista o ya el hispanocentrismo como estrecha y reductora visión de nuestra historia. Ello tampoco lo llevaba a asumir el anti-hispanismo para enfrentar a estos autores o un racismo al revés. Estaba claro en el espacio que ocupaba cada quien en el concierto de la nacionalidad. Luego, esto tampoco amellaba su posición en relación a las castas, clases y estamentos de la sociedad venezolana y de la sociedad indoamericana-caribeña. Su teatro se instala en la confrontación de las clases, pero también en las consecuencias de la invisibilización de los pueblos y culturas subalternas, unido a otros tipos de discriminación (etaria, de personas con discapacidad, el soldado desconocido y pueblo anónimo invisible como hacedor de la historia y de la cultura y por tanto como sujeto y hacedor de las artes, las filosofías, las ciencias, las políticas)
VENTAJAS DE LA METODOLOGÍA INTERCULTURAL Y PLURI-DIALÉCTICA
La metodología intercultural nos permite establecer mecanismos de diálogo, con la inclusión de todos los actores y actrices, comenzando por los más invisibilizados. Pero al mismo tiempo nos permite reivindicar todos los aportes de los forjadores de la nacionalidad. De allí que el método diferencialista – dialéctico supere esa falsa dicotomía que plantea la pretensión de que “tú estás en el error y yo tengo la verdad absoluta”. Este método simplista, lejos de ser dialéctico, marxista o dialéctico diferencialista, es un método maniqueo (que viene de la doctrina de Manes). De allí que este maniqueísmo sea el peor enemigo de la tolerancia, el respeto y reconocimiento del otro y de la construcción participativa de la equidad intercultural en un Estado de Derecho y de justicia, democrático, participativo, multiétnico y pluricultural. Y de espíritu inter-cultural, inter-civilizatorio. Y no, con pretensiones unilateralmente civilizatorias o simplemente, trans-culturales.
LO DIVERSO CULTIVA EL ENRIQUECIMIENTO MUTUO: EL CONCIERTO DE LAS CULTURAS, NO LO MONÓTONO DE LA MONOCULTURA DONDE SE AFIANZA TODO DISCURSO FASCISTA DE CUALQUIER SIGNO.
Ahora bien. Lo que si cabe destacar es la posibilidad de enriquecer la nacionalidad con sus múltiples aportes, procedentes de múltiples culturas y civilizaciones y arribando a un sentido de la unidad del país y del continente, radicalmente distinta, sin tener que negar el aporte de los pueblos y culturas oprimidas, perseguidas y explotadas, partiendo principalmente de sus pueblos originarios y sus descendientes más directos para negarlos como dueños del territorio; en cuya procesión de negación, una vez negados, se pasa a negar también a los afrodescendientes y a los indodescendientes o simplemente se establece con ellos –y entre ellos- una relación de competencia. Una competencia de “identidad” por la vía de las dirigencias (sedientas de cuotas de poder). Los pueblos en cambio, son más propicios a la tolerancia y la convivencia. Las élites maduras también, cuando entienden el sentido de las alianzas estratégicas de los pueblos, las culturas y las clases subalternas, comprenden que la competencia entre iguales – diferentes, afectados por el mismo capitalismo como enemigo fundamental, aparte de carecer de sentido, divide los frentes de lucha, particularmente de los movimientos sociales.
De allí que no sea hoy posible interpretar a nuestros próceres, sean de cualquier época histórica, al margen de los procesos, de nuestra unidad en la diversidad cultural y sin asumir la óptica de la equidad intercultural. Se trate de los próceres de la anticonquista como Guaicaipuro y Apacuana, de la colonia o la independencia como José Leonardo Chirino, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Manuela Sáenz, Sucre, Urdaneta, María Rosario Navas o se trate de nuestros contemporáneos. Ya no es posible permanecer en el discurso bolivariano de 1815 de la Carta de Jamaica en aquello de la imposibilidad de saber a que familia humana pertenecemos. Por supuesto que si hacemos de la identidad un menestrón de pueblos y culturas, confundiendo “raza y etnia” como lo hace hasta hoy el diccionario dela Real Academia Española, es lógico que por esa vía,”no somos indios”, “no somos afrovenezolanos”, “no somos hispánicos”, como el cuento del borrachito: no somos nada. Es el menestrón de la ideología de la cultura única mestiza en la cual fueron formados por vía de la ilustración, nuestros libertadores, pero a lo cual no escapan todavía muchos de nuestros intelectuales. Es la vía más fácil para seguir negando nuestra diversidad cultural y por tanto, la personalidad distintiva de pueblos originarios, de afrodescendientes, de hispanovenezolanos e hispanoamericanos, de eurovenezolanos y de asiático-.americanos.
Es la clásica trampa ideológica de que cuando el indio se mestiza con el blanco, entonces –por arte de magia- ya no es indio. Si el indio pasa a ser asalariado, entonces ya no es indio. Si se transforma en campesino, ya no es indio. Si se mestizan el indio y el negro, entonces ya los zambos no son supuestamente, ni indios, ni negros, menos hispánicos. Si los isleños canarios no son peninsulares, entonces son blancos de orilla, pasan a ser “españoles” para lo que conviene a la monaquía y pasan a ser guanches isleños, descendientes de esclavos, para lo que convenga al imperio y al racismo político europeo. Si los hijos de españoles nacen aquí, son sudacas, rechazados por americanos o por indios . Si el europeo se viene a la América, entonces se convierte en indiano y “le sale rabo”. Es todo el empeño del racismo cultural de negarle personalidad propia a los pueblos colonizados, etnias y clases sometidos y explotados.
Todo esto, unido a la subcultura del petróleo, nos debilitó en forma considerable la matriz colectiva del venezolano, debilitó la comunidad, el imaginario indígena del venezolano y su visión ecohumanista, tan importante para el socialismo del siglo XXI. Por el contrario, sobrevive en forma solapada el imaginario de la limpieza de sangre y del “blanqueamiento progresivo” (“mejorar la raza”, “salto atrás”, “tente en el aire” y demás yerbas).
…Pero todo esto no debe llevarnos al derrotismo cultural, del cual era enemigo acérrimo César Rengifo. El mismo Esteban Emilio Mosonyi nos propone sustituir el concepto de transculturación por el de aculturación y progresivamente el de aculturación por la vía liberadora del fortalecimiento de la endoculturación y facilitar la interculturación. (º)
Nosotros hablamos del proceso inclusivo y participativo de construcción endógena de la interculturalidad ¿Qué quiere decir todo esto? Que la salida de los mono-discursos y de la exclusión social, cultural y humana, se resuelve por una opción: se opta por los pueblos, culturas, clases y sectores de clase más excluidos, invisibilizados y oprimidos, a sabiendas incluso, que todas las culturas hoy son vulnerables al fascismo capitalista, pero no todas están en el mismo nivel de pisoteo, hay las que están más pisadas y más en peligro de extinción junto con sus pueblos e idiomas maternos. Esta es la vía para acceder a todos y para que todos accedan. Y no al revés.
Con ello buscamos superar las falsas igualdades ante la ley y donde el Estado revolucionario debería como Estado de Derecho y de Justicia, establecer mecanismos concretos y operativos de equidad intercultural. Que en definitiva son los que realmente –con el respeto de las diferencias- se proponen el acceso real a la igualdad ante la ley.
EN CONCLUSIÓN: SI CARECEMOS DE MÉTODOS ADECUADOS, CONSTRUIDOS CON LOS MISMOS PUEBLOS DENTRO DEL PROCESO,CON PLENO SENTIDO DE PERTINENCIA, NO ESTAREMOS EN CONDICIONES DE ARRIBAR A FORMAS DE CONVIVENCIA QUE NOS PERMITAN ASUMIR LA IDENTIDAD PERSONAL, LA IDENTIDAD NACIONAL ÉTNICA Y LINGÜÍSTICA, LA IDENTIDAD LOCAL, REGIONAL Y DEL PAÍS, SIN DETRIMENTO DEL OTRO O DE LOS OTROS SEMEJANTES COMO SERES HUMANOS DIFERENTES en CULTURA, EN COSTUMBRES Y HÁBITOS AL MISMO TIEMPO.