Se ha escrito mucho y con versiones muy distintas sobre esta habilidad del campesino Gordio para hacerse y mantenerse como el rey de Frigia. Según dice una de las tantas versiones; Gordio ató parte de sus herramientas de trabajo como campesino con un singular nudo que era imposible de desatar y se agregó a esta versión sobre el nudo gordiano, que desenredarlo daba la opción de hacerse rey de Frigia.
¿Cómo podemos aplicar este invento o situación real al caso del proceso venezolano?
Mantengamos la idea de un nudo, como una situación difícil más no imposible de desenredar o que su solución, no debería plantearse en los términos en que lo resolvió Alejandro Magno, que frente a la imposibilidad de conocer cómo se había hecho el nudo, tomo la ruta fácil y cortó la cuerda.
Vemos nuestra situación y de cómo vamos viendo y sintiendo la presencia del socialismo con su nudo gordiano. Hay una realidad aparentemente incuestionable que no dejando de ser una realidad verificable, es a su vez una especie espejismo. Es una “verdad” que nos permite comprender el sentido del nudo.
Consideremos la situación de la pobreza y tomemos el coeficiente de Gini, para poner en evidencia una supuesta verdad, según la cual, Venezuela ha venido transitando un proceso socialista, que nos lleva a otra no tan cierta conclusión. Hoy en atención a lo datos que se muestran en el coeficiente Gini; Venezuela es un sociedad que luce más igualitaria.
¿Es estrictamente verdad todo esto?
En estricto sentido y tomando como marco de referencia un patrón próximo a lo que denominaríamos modelo socialista; la situación no calza para validar esta conclusión y para entender uno de los tantos nudos del proceso bolivariano. Una cosa es que entre los pobres haya más igualdad y que entre 1998 y 2013 la pobreza extrema se haya reducido considerablemente y otra muy distinta, es suponer, que este hecho (reducción de la pobreza) rompió las líneas sobre las cuales la sociedad se estructura y se fijan sus relaciones de poder.
Existe hoy una condición política que favorece una apropiación y mejor distribución de la renta petrolera, pero esa condición política no ha sido favorable para cambiar las relaciones de poder que logran expresarse a través del Estado, que no son fundamentalmente las instituciones del gobierno. Tenemos el gobierno que es un factor importante, pero no tenemos el suficiente poder para transformar las relaciones sociales y establecer la nueva hegemonía de la que Chávez nos hablo hasta en su “golpe de timón”
El Capital y los capitalistas aunque mediaticamente expresen que están ahogados y viven bajo una dictadura, imponen al resto de la sociedad su capacidad de aprovecharse del poder que han acumulado y del poder que le quitan al gobierno o que el gobierno le ofrece a través de algunas políticas.
Esta especie de nudo gordiano está muy bien atado y hemos optado por familiarizarnos con una ilusión, que solemos representarla con el “mejor salario mínimo del mundo”, con misiones sociales de diferentes naturaleza que simplemente nos ha permito hacer un uso más social de la renta petrolera. Andamos ese camino y parece que nos estamos resistiendo a encontrar o construir una vía para darle sentido a una nueva hegemonía social, que sea capaz de poder desenredar ese nudo. Esto que requiere de acumular fuerza a través de una organización social clasista y un partido que direcciones esa hegemonía, va perdiendo importancia o sentido. Frente a esta imposibilidad, procedemos a cortar la cuerda para evitar considerar el nudo y es más fácil reducir la pobreza extrema o igualar a todos los segmentos sociales que viven bajo la pobreza, pero dejando el nudo (el capitalismo) intacto.