El cambio provocado en Venezuela por el Decreto 2028, de celebrar el 12 de octubre como el Día de la Resistencia Indígena en lugar del Día de la Raza, como se acostumbraba, no siempre es entendido enteramente. La dificultad se debe esencialmente a la visión histórica aprendida, especialmente en las escuelas y reforzada permanente por los medios comerciales de difusión masiva.
Dicha visión histórica está basada en la historia propiciada y aceptada por el que maneja el poder: el dominador. Así fue durante la COLONia y después en la era republicana, al detentar el poder los descendientes del conquistador español. La historia que eleva al frío mármol de los altares a los héroes y olvida conveniente que la sangre derramada por pardos, negros, indios y zambos en la lucha por lograr la Independencia de la Corona española tenía un ideal: alcanzar una vida mejor.
Un silencio de 500 años…
Al acercarse el año 1992 se propuso en la Organización de las Naciones Unidas la proclamación de dicho año como el Año Internacional de los Pueblos Indígenas. Esa propuesta desbarataba el empeño de España y otros países de proclamarlo como Año Internacional del Descubrimiento de América. Las posiciones encontradas hizo que no fuera ni lo uno ni lo otro. Sin embargo, la fecha no pasó inadvertida, el debate que se generó en torno a ella la transformó en un hito.
El cuestionamiento a la invasión europea, silenciado por quinientos años se hizo público. El surgimiento de una versión histórica con una visión distinta comenzó a ser conocida, la versión de los pueblos invadidos que fueron diezmados por la violencia de las armas, atemorizados por los argumentos del castigo divino.
La historia oficial, la del dominador, la del AMO, enseñaba que América fue "descubierta" por Cristóbal Colón, cuya llegada permitió a los habitantes de estas tierras obtener una legua y acceder a la "civilización". Jamás se dijo la verdad: que fue una invasión, como hacen todos los imperios, que fue un saqueo de nuestros recursos. Por más de trescientos años se llevaron el oro, plata, maderas valiosas, todo lo que pudieron llevarse.
Los pueblos indígenas cuyos miembros se replegaron a lugares inhóspitos antes que aceptar ser subyugados, son los que superando enormes dificultades guardaron celosamente sus lenguas, su organización social, sus formas de cultivo, en resumen; su cultura ancestral que respeta la naturaleza y al ser humano. Estos pueblos que se negaron a morir son historia viva, ellos con su ejemplo alientan la lucha para derribar los mitos levantados y sostenidos por quinientos años.
Día de la Resistencia Indígena, día de la dignidad...
En Venezuela disipado el efecto publicitario del "quinto centenario" y bajo la presidencia de Hugo Chávez, el tema aborigen salta de nuevo a la palestra pública, pero desde una perspectiva que sitúa dicho tema en su justo lugar, al denunciar la verdad de los hechos, reconociendo que lo ocurrido a partir de 1492 fue un acto de conquista que trajo consigo el saqueo de los recursos naturales, la expoliación de su población y sometimiento de la misma a la esclavitud, millones fueron víctimas de asesinato, de tratos crueles e inhumanos, otro tanto murió como consecuencia de enfermedades.
La llegada de Hugo Chávez al poder permite decir hoy que el 12 de octubre de 1492, no se "celebra" como en otrora el "Día de la Raza", sino que se conmemora, se recuerda, se explica, se dice abiertamente, que ese día, inició en estas tierras de la originaria Pachamama -conocida con el nombre de América- el genocidio más grande que jamás haya conocido la humanidad.
Los pueblos indígenas por su parte, tienen en el Gobierno Bolivariano un reconocimiento expreso de su rebeldía, que se traduce en el otorgamiento de derechos cercenados por siglos, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la única aprobada mediante referéndum popular en 1999, contempla y reconoce para los indígenas, todo un capitulo con ocho artículos entre otros derechos los siguientes:
Articulo 119: "(…) su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida "(…).
Artículo 121: Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto.
Artículo 122: Los pueblos indígenas tienen derecho a una salud integral que considere sus prácticas y culturas.
Artículo 124: Se garantiza y protege la propiedad intelectual colectiva de los conocimientos, tecnologías e innovaciones de los pueblos indígenas.
Artículo 125: Los pueblos indígenas tienen derecho a la participación política. El Estado garantizará la representación indígena en la Asamblea Nacional y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y locales con población indígena, conforme a la ley.
Unido al precepto constitucional se encuentra el Decreto 2028, el cual coloca en su lugar la verdad histórica de la conquista, una verdad que por cierto no dicen los detractores de siempre, que no duermen en su afán falsificador de los hechos e incluso de la historia, la cual sólo utilizan a favor de sus intereses politiqueros, los que casi siempre coinciden con los del viejo conquistador colonial o el moderno transnacional, cuyo objetivo es siempre divisionista, desestabilizador y golpista
Al profundizar la aplicación de los preceptos constitucionales, darle cabal cumplimiento al Decreto Presidencial 2028, aplicar la promulgación de la Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos Indígenas y la entrega de títulos colectivos de tierras a indígenas, el Gobierno Bolivariano reconoce los derechos de los pueblos indígenas y rinde homenaje todos los días a la Resistencia Indígena.
(Los textos de la mencionada ley y el decreto está disponibles en las siguientes direcciones:
http://www.asambleanacional.gov.ve/ns2/leyes.asp?id=264
http://documentos.cnti.ve/ftp/Resistencia/Decreto 2028.pdf