No se trata de criticar la creación de estos organismos per se; simplemente me llama la atención que su composición siempre está presidida y conformada por los mismos factores decisorios de siempre e incluso en muchos casos por funcionarios que a su vez son culpables por acción u omisión de los problemas que pretenden resolver. En primer lugar, por mucha capacidad que tenga un funcionario, el mismo no posee el don de la ubicuidad múltiple para ocuparse de más de 3 o 4 responsabilidades, pero la cotidianidad nos ha hecho acostumbrar a que Altos Funcionarios y Ministros sean asignados para ejercer de manera simultánea 2 o más cargos relevantes dentro del gobierno, 2 o 3 dentro del PSUV, y por si fuera poco coordinar diversas misiones y pertenecer a sopotocientas comisiones especiales, estados mayores y comandos superiores, de los cuales casi nunca se saben las acciones, reacciones, soluciones, correcciones y resultados. No dudo que en muchos casos la concentración de algunas responsabilidades se haga necesaria por razones de Estado y de seguridad; pero esto constituye excepciones como en el caso del petróleo, pero ¿Por qué no se promueve a otros profesionales? ¿Por qué no abren el abanico de posibilidades a la participación comunal “con sinceridad”?

Si un funcionario junto a su equipo (el mismo de siempre), es el responsable de diseñar la política monetaria del país, por ejemplo, ¿con qué criterio y objetividad va a detectar y corregir sus evidentes fallas, perteneciendo a un entorno cuestionado y contaminado, con gran poder decisorio por sus múltiples funciones y de paso factor omnipresente en el estado mayor y comando superior de la economía? ¿Donde están otros técnicos relevantes de la economía, con visiones distintas dentro de una concepción holística, real y verdaderamente socialista? ¿Qué posibilidades existen de que se propongan acciones alternativas y coherentes en esa materia, que detenga el envilecimiento de nuestro signo monetario? ¿Por qué todas las soluciones en esa materia tienden a profundizar aun más nuestra dependencia del dólar y por ende la consolidación con creces del capitalismo y sus cada vez más ricos sectores como son: la oligarquía financiera y la burguesía comercial, enemigos acérrimos de nuestro proceso revolucionario, que disfrutan junto con sus socios y cómplices necesarios cada vez que se anuncia “la única política” que, según ellos, pareciera existiese en el mundo para controlar la caída del bolívar: SITME, SICAD, permuta, Bonos en dólares y otros títulos valores, con su juego macabro de cartas marcadas, en cuanto a la colocación y disfrute de los mismos.

¿Podrá plantearse el Comando Superior de la Economía una revisión de esta política desastrosa y asumir CON UN PAÑUELO EN LA NARIZ, la asunción de medidas heterodoxas, revolucionarias, sustanciales, radicales que nos alejen del “demonio” y no que convivamos con él y de paso lo fortalezcamos?

¿Podrá este Comando determinar de una vez por todas, que la mejor política monetaria no tendrá sustento sin que exista un sincero y vasto plan de desarrollo de la producción nacional, que le rompa el espinazo a las mafias importadoras que medran dentro y fuera del Estado?

¿Qué no podrá haber aumento de la producción agrícola, desde el mismo momento en que las mafias importadoras, con sus cómplices necesarios, enquistados en federaciones y cámaras; además de organismos oficiales, ganen sin esfuerzo muchísimo dinero dejando de sembrar caña, maíz, sorgo, café, arroz, o desmotivando al ganadero, al productor avícola y porcino etc. Porque al haber desabastecimiento, la orden dada al Ministerio de Alimentación es IMPORTAR COMO SEA Y A COMO SEA. ¿Qué puede hacer el Ministerio de Agricultura entonces, ante tamaño desequilibrio? Es un tratamiento antagónico y contradictorio, fácil de percibir, pero no de resolver si los Comandos para determinarlo está contaminado con los mismos funcionarios e incluso en muchos casos beneficiarios personales de este maremágnum de errores, de rio revuelto que entre conspiración y golpismo, acaparamiento y escasez, se han convertido en exitosos pescadores de grandes fortunas, amparados en un mar de complicidades incluso algunas de buena fe, como pudiera ser el caso del apoyo dado a varios de ellos por parte del Comandante Supremo o del Presidente Maduro.

Ahora bien, otro ejemplo, se me ocurre con el tema de la escasez de alimentos, y la cantidad de Corporaciones por rubro, Comandos estratégicos, Superiores y medidas especiales para impulsar la agricultura y garantizar el abastecimiento Nacional:

Si bien, hemos estado durante 15 años en permanente saboteo por parte de la contrarrevolución, debemos admitir que el Comandante Supremo, se las ingenio para contrarrestarlo con medidas especiales, que por haberse hecho permanentes, a estas alturas, se ha materializado una “Mafia IMPORTADORA” con un grado de organización que linda en la perfección; que así como se ha logrado la unión cívico-militar para bien del país, en este sector se ha logrado un triangulo perfecto que actúa a las mil maravillas: organismos y empresas del Estado, por una parte; empresarios privados por la otra y los Traders que se emocionan cuando hay que importar en un año 600.000 tm de azúcar, (en muchos casos ya refinada ), cuando hace apenas 8 años se importaban 200.000 Tm. Similar caso lo constituyen las importaciones de maíz amarillo, leche, pollo, arroz, caraota y otros granos etc. Con pingues comisiones, sobreprecios etc. y por otro lado, la agricultura estancada y en algunos rubros en franco retroceso, en proporción a las grandes inversiones hechas y anunciadas en la materia y el sinnúmero de Corporaciones creadas para cada producto.

¿Quiénes componen el Comando Superior en esta materia? Los mismos que hoy permiten, en sus narices que la empresa “La Gaviota” tenga más de 90 días paralizada, que se eche de menos la empresa usurera “Agroisleña” nacionalizada, mientras “Agropatria” su sustituta galopa entre la ineficiencia y la corrupción, el caso de DIANA y su “0scura intervención”, Lácteos Los Andes y sus “sospechosas y grandes importaciones de frutas y leche en mal estado, y así andan otras experiencias en las cuales se jugaba la vida nuestro Comandante Supremo.

Basta con preguntarse: si en algún momento, algunas de tantas Comisiones y Comandos especiales hicieron una revisión del status de los más de 3 millones de hectáreas expropiadas y si pudieron determinar su verdadero aprovechamiento, ¿Cuantos campesinos fueron integrados al trabajo de las mismas? ¿Cuantas fincas y empresas agrícolas se encuentran rescatadas y en producción? ¿Cual es el balance de la gigantesca importación de ganado de cría y engorde hecho desde Brasil, Argentina y Nicaragua? ¿Dónde está el balance de los centenares de convenios firmados con estos países en esas materias?

Conclusión: Si los mismos que por acción, omisión o multiplicidad de funciones, son responsables de las fallas, desaciertos, mal funcionamiento, poco o nulo seguimiento de programas e ineficiencia, son los que integran y coordinan estos Comandos, Comisiones, estados mayores y comandos superiores; ¿Cuándo vamos a salir del atolladero económico y en qué momento vamos a consolidar la revolución? Y eso que no me he referido a la corrupción y la sociedad de complicidades necesarias que las rodean y que trascienden, el secretismo, chismorreo y la calumnia opositora, por cuanto es bien sabido que la riqueza es como la tos, no se puede ocultar ni disfrazar, máxime si esta proviene de un nuevo riquismo mal habido y digerido, y que sería un tema interesante de tratar a profundidad a propósito de la nueva Ley Habilitante que está proponiendo nuestro Presidente Maduro y que ojala no la este redactando un Comando de estos.

En este sentido, aunque me cueste decirlo y aceptarlo, debo concluir en que: No todo el sabotaje proviene de la ultraderecha, pues aquellos que paralizan o quiebran nuestras empresas sociales como La Gaviota, Agropatria o Lácteos Los Andes o las empresas básicas de Guayana, no son ÚNICAMENTE de la oposición; y mucho menos los que promueven o “facilitan” con su dudosa gestión, desaciertos y ambivalencia revolucionaria el envilecimiento de la moneda nacional , el estancamiento de la economía real y por ende el empobrecimiento del país. NO TODOS LOS ENEMIGOS ESTÁN DEL LADO DE ALLÁ.