Siendo muy sincero, debo decir que el artículo que ha publicado Earle Herrera en Aporrea me sorprendió, pero no me alegró. No es Earle Herrera un periodista que se acomoda o lo acomodan a las circunstancias. Tiene sus criterios, pero también su corazoncito y no me esperaba que se viniera ahora con esta de “Los canales del Estado son alérgicos a la música”[i]. No me alegró porque es casi una completa verdad de la cual no podemos sentirnos bien.
Ya haberse atrevido a colocar esta deuda de los canales del Estado con la música, le debe estar costando una revirada de ojo a Earle Herrera. No es frecuente oír esto y haberlo leído me dio una punzada eléctrica en la cervical, que me llevó a mantenerme un rato paralizado.
Me animé con la idea de que ahora Earle Herrera haría un esfuerzo por darnos el hueso de los canales del Estado sin un pedacito de carnita. Cuando me preparaba para ver el hueso al asunto, salta esa “explicación” de “regreso al estudio” y la cosa queda suspendida o en una especie de vació, como si este “regreso al estudio” nos prometiera una cosa mucho más interesante que la música que sacaron del aire por el “regreso al estudio”.
En ese “regreso al estudio” sin más nada, se atasco el camarada Earle con su diagnóstico de alergia a la música. Aun con este traspié sobre la situación y la calificación de alergia que se desvanecía con este “regreso al estudio”, no me desanimé y continué la lectura para que la punzada volviera a sentirla en la cervical. Avance y observé la brillantez del periodista Earle, cuando trajo la consideración que Nikita Kruschev presentó sobre el diario el Pravda, cuando en una oportunidad manifestó: “estos periódicos nuestros no aguantan dos lecturas”.
Esta expresión esta perfecta para nosotros y habría que agregarle la particularidad de los medios audiovisuales nuestros, que en definitiva muestran una situación rutinariamente monótona.
Lo que no me explico, es como el camarada Earle Herrera da un diagnóstico tan general de alergia y no fue al fondo del asunto, diciéndonos lo que debemos saber sobre nuestros canales. La alergia no es cualquier cosa. Es una alergia crónica acompañada con una sinusitis igual de crónica que logra darnos un cuadro con obstrucciones en la parte frontal del cerebro. La alergia crónica impide entender el sentido de nuestras expresiones musicales, pero también afecta la política informativa, que suele aceptar pocas voces. Otras voces (muchas) son como un polvo que no debe aparecer ni en pauta porque los estornudos son automáticos.
