Si entre nosotros existiera un partido organizado desde la base hasta su cúpula, este partido inexistente hoy, frente a los retos que impone la coyuntura actual, le colocaría a la Dirección Política en el ámbito nacional y estadal, la tarea de leer obligatoriamente algunas obras y documentos para tener unas mínimas condiciones e imponer dirección política de no retorno al capitalismo.
Si este partido PSUV no fuera un lista de inscritos y estuviera organizado con otro sentido a lo meramente electoral, haríamos esta exigencia urgente y solicitaríamos una prueba contundente para verificar que efectivamente leyeron, entendieron el contenido de estas obras y tienen las competencias para aplicar las orientaciones.
Si tuviera que hacer la lista, no fuera muy exigente y colocaría: El libro Rojo, Cinco Líneas Estratégicas, El Libro Azul, Golpe de Timón- y entre los libros a recomendar, colocaría un único texto. ¡Uno Sólo! Pediría que leyeran Apuntes Críticos de la Economía Política de Ernesto Che Guevara, que es un libro, cuya lectura hemos debido haberla hecho desde hace tiempo. Como se ve, es una exigencia suave.
No es que crea que haga falta leer libros para hacer revolución pero harta ya; el excesivo pragmatismo de la Dirección Política Nacional y la las Direcciones Estadales. Las Políticas nada tienen que envidiarle al capitalismo, salvo el corazón que tenemos y ese corazón pone el énfasis en la regulación del sistema. Harta darse cuenta, que estos dos niveles de direcciones no practican un legado de Chávez: Su pasión por la lectura y el análisis de los hechos bajos premisas teóricas.
¿A qué viene esta especie de sermón?
Por muchas razones que ahora trato de sintetizar.
1) Oímos al camarada Presidente, anunciar la existencia de fondo para cubrir las pérdidas que por rebajas puedan tener los comerciantes. Veo aquí dos (supuestas) ingenuidades y una mala precisión de la problemática. Primera ingenuidad: lo comerciantes esos que no sacan la sangre y estuvieron saqueando (pequeños, grandes y hasta los buhoneros) pierden o supuestamente perdieron vendiendo caro. Realmente no pierden ni han perdido nada. Hicieron, como se dice, su agosto. Segunda ingenuidad: En la consideración de las pérdidas sufridas por estos comerciantes, se cuela la idea de hacer ver que estas pérdidas son consecuencia de un capitalismo que se equivocó recibiendo dólares barato y vendiendo caro. El Estado, además de darle esa ganga de dólares baratos, crea un fondo para no cargarle la situación a los capitalistas y comerciantes, enfilando las baterías hacia la regulación. De este proceder, queda la sensación que el capitalismo ni lo comerciantes (que son la misma cosa) son responsables. La mala precisión: dejemos al capitalismo tranquilo: El Control es suficiente. No es el capitalismo, es como dijo Ricardo Menéndez, son algunos mayoristas que han tratado de encarecer los costos[i]
2) Oí, con motivo de la apertura de la campaña electoral municipal y a través de los medios audiovisuales públicos nacionales, algunos discursos de candidatos y candidatas a las alcaldías por parte del PSUV y para mí fue notable una cosa. El discurso es para una feria electoral, que reclama hacer un rosario de promesas al viejo estilo.
3) Estamos siendo saqueados por los capitalistas y el propósito del gobierno parece ser, hacer una larga lista de convenios con el capitalismo para que nos vendan sus espejitos. Y lo peor, es que estos espejitos que nos ofrecerán con Mabe, Haier y Samsung no incluye los bienes más necesarios para la gente.
¿Me falta entendimiento, si creo que entre estas empresas trasnacionales y la Polar no hay diferencias notables? Me dirán que la Polar juega el Golpe y es una verdad, pero quién me dice que Samsung y Mabe no apuestan por sus intereses y como empresas capitalistas pueden hacer después otra cosa.
El exceso de pragmatismo o dejar esto como está: regulando al capitalismo y reforzándolo a través de convenios con empresas capitalistas: Me lleva a preguntarme: ¿Controlamos y reforzamos al capitalismo o revisamos y cambiamos?
[i] Véase la edición del lunes 18 de noviembre de Correo del Orinoco. Página 9
