15 Nov 2005
Danilo, atente a las consecuencias...
No se han puesto a pensar ustedes, amables lectores, que si la tal red de extorsión hubiese existido, lo más seguro es que Anderson estuviese vivo...? ¿Por qué lo digo? Pues porque los imputados en su asesinato son “viudas” de la cuarta república, son los golpistas de abril 2002, los del paro petrolero e industrial, los financistas e instigadores de las guarimbas y los que invitan a desconocer al gobierno más-que-legítimo de Chávez, y desde que tenemos uso de razón, ese juego, el de la extorsión, el de los sobornos, el de corromper a quien se les atraviese, es el que más han sabido jugar en los pasados cuarenta y cinco años! Si fuese cierto que la extorsión se hubiera presentado pues pagan y ya está. Se bajan de la mula y arreglado.
¿Por qué no pensarlo al revés?: “Sabemos que estamos enredados hasta las orejas en lo del golpe por el cual nos imputarás y nos llevarás a la cárcel. Si hasta aparecemos en todos los videos. No podemos rebobinar la historia. No podemos re-editar esos registros para desaparecernos de esas escenas. Lo que podemos es sobornarte para que no nos metas presos, o al menos se establezcan imputaciones leves y sanciones mínimas, para salir libres a los pocos días... Si no aceptas (que fue lo que sucedió), atente a las consecuencias, Danilo...”
En Venezuela no ha existido tradición de atentados como ese, salvo el que le hicieron a Betancourt, que también lo ejecutó la ultraderecha caribeña, por órdenes de Chapita Trujillo. Pero resultó que a algunos les bastó beber en las fuentes de la tradicional terrorista ultraderecha mayamera, para planificar la atrocidad contra Anderson. Actuaron como los sicarios inicialistas. Porque estoy persuadido de que hubiesen querido matar al Presidente para salirse con la suya e instaurar en nuestro país lo que quieren los militaristas norteamericanos: La propia guerra civil. No hubiesen tenido que ir por Rodríguez ni por Anderson. Pero fueron contra Anderson porque era un blanco más vulnerable y además este funcionario los iba a llevar -por el camino de la legalidad- a la cárcel. Actuaron como los sicarios que no se han estrenado. Sobre todo los autores intelectuales. Con la mentalidad de la iniciación. Matemos a alguien, a quien sea, pero hagámoslo. Comencemos. Para estrenarnos... los demás vendrán más fácil. Pensaron. Pero la cosa se les puso color de hormiga. Y por ello tendrán que pagar con todo el peso de la Ley o esta vaina se hunde. La impunidad en este caso particular sería la puntilla para un gobierno donde por “x” o por “y”, no se sancionan suficientemente los hechos de corrupción o las masacres y ajusticiamientos realizados por cuerpos de policía.
Los que auspiciaron localmente este asesinato son los mismitos de los últimos 40 años y más, acostumbrados a sus privilegios financiados a través del saqueo del país y fundamentados en la impunidad que las instancias de la Cuarta República brindaban a los poderosos. Ya el enorme poder económico que ostentan, acumulado a través de tantos años de robo, comienza a mostrarse. Y por eso mismo no entra dentro de la lógica poner en sus bocas o en sus pensamientos: “Si, lo matamos porque nos quería quitar unos reales...”. A otros con ese cuento de vaqueros... Eso es maldad de la más baja estofa.
Justificaciones
Otra nota con respecto a lo anterior tiene que ver con las justificaciones. El atentado y el asesinato no pueden justificarse con el supuesto negado de que el Fiscal les estuviese exigiendo dinero. Lo de la extorsión lo tenían preparado para -como ya se ha dicho- “matarlo” por segunda vez. Con tanta película que hemos visto los venezolanos, a través de los enlatados gringos, en las cuales muchísimos “héroes” urbanos y rurales se toman la justicia por su propia mano, el expediente de la fulana red de extorsión atenuaba el hecho en el cerebro de más de un espectador. Pero suena igual que cuando se dice que Uribe, en Colombia, fue el fundador del paramilitarismo, al crear inicialmente las organizaciones “Convivir” que luego se transformaron en “Autodefensas Unidas de Colombia”, que no es otra cosa que el paramilitarismo en su fase más brutal, haciendo el trabajo sucio y sin control “legal”, que aparentan no hacer el ejército oficial, ni sus asesores estadounidenses, aparece el expediente justificador de que a él (a Uribe) “la guerrilla le mató a su papá”...
Por favor, eso es como si a quien un malandro le mata un familiar en un atraco, crea una pandilla para ir a los barrios a matar malandros. O sea, la justicia por sus propias manos. La Ley del revólver, la ley de la selva, la ley del más fuerte y la ley del Talión, todas juntas...
La quedada de Uribe
Uribe llegó al gobierno con la promesa de acabar con la guerrilla a la vuelta de dos años. Los poquísimos colombianos que participaron (y participan) en los procesos electorales lo pusieron en la presidencia de su país. Le creyeron porque el hombre -además- era el fundador del paramilitarismo en esa nación. La historia ha demostrado -recuerdo que le comenté a amigos colombianos- que llegados al punto en que se ha convertido el enfrentamiento en Colombia, eso no se resolvía con más guerra. Se resuelve negociando, dialogando, abriendo espacios o perdiendo o ganando definitivamente la guerra. Pero no agrandándola, puesto que esa es la especialidad de los vendedores de armas y municiones, que ya sabemos donde están. La llamada guerrilla colombiana, formada principalmente por las FARC-EP y el ELN, constituye el Ejército de liberación nacional más grande del planeta y no ha logrado la toma del poder en Colombia por tener que enfrentar, además del ejército oficial, a los gringos, metidos hasta las orejas en ese país. O sea una guerra que se internacionalizó enfrentando a la ultraderecha continental contra ese ejército de liberación. Pasaron los años del gobierno de Uribe y la “guerrilla” aparece como con más fuerza en todos los sentidos, tanto militar, como político, como moral y vista con otros ojos desde afuera. Para el planteado canje de prisioneros los que ponen las condiciones son los jefes de este ejército insurgente. Y si no las acepta el gobierno pues los diálogos no van.
Ahora bien, para un nuevo gobierno en Colombia, de otro signo, resultaría más fácil que para un nuevo mandato de Uribe, el negociar con la guerrilla en cualesquiera de los términos que se planteen. Por eso, los gringos, metidos hasta el cogote -como están en Colombia- pusieron los dólares para que Uribe accediera al gobierno y ahora los han puesto para que la mayoría parlamentaria que apoya al actual presidente, cambie la Constitución del país y así permitirle otro período de gracia. Con una repetida de Uribe, los planes intervencionistas podrán perpetuarse. Seguirán cambiando de nombre en la medida en que fracasen. Fracasó el Plan Colombia, lo llamaron Patriota entonces. Ambos han fracasado y vencen ahora en diciembre. Pero ya están anunciando el “Plan Andino”, no sólo para mantener su cabecera de playa en el país vecino, sino para seguir sosteniendo uno de los gobiernos menos representativos de todo el continente. Como ya tienen más que doblegada a Centroamérica, se corrieron de Panamá, donde perdieron el control de Canal con el padre del actual presidente (aunque lamentablemente lo estén recuperando con Torrijos Jr.), hacia Colombia, porque les “preocupaba mucho” el proceso de enfrentamiento militar en esa nación hermana. Ahora tienen otra excusa importante: Afincarán sus esfuerzos en vista del avance del pensamiento integrador de Chávez y su “mal” ejemplo en la región.
Fox no es Don Diego de la Vega
Fox en inglés traduce zorro. Pero éste no es ni la sombra de Don Diego de la Vega, el legendario Zorro, quien defendía a lo pobres y desvalidos, de los ricos y poderosos y del imperio español. Este trabaja al revés. Es una especie de Hood Robin pocho. Además, caros lectores, ¿a ustedes no les parece un tanto extraño que en un país con 80 % de población indígena mande un blanco grandote, ex-presidente de la Coca-Cola? ¿Creen ustedes que esa inmensa mayoría de indios mexicanos eligió realmente a un tío como ese para que los comande? Ese fox es tan grandote que Chávez debería disculparse por haberlo llamado “cachorro” del imperio. Y corregir. Pues se quedó corto. Ese personaje, colado y arribista a más no poder, es más bien un perrote del imperio. Como México está al lado de los EEUU, está puesto allí, donde comienza el sub-continente hispanoamericano, como cancerbero a las puertas del infierno neoliberal que las transnacionales norteamericanas quieren imponer desde Tijuana a la Patagonia. Menos mal que ya se le acaba su cuarto-de-hora.
Suspiros de España
No he visto brutalidad mayor que la esgrimida por la derecha y ultraderecha española. Han movilizado a sus huestes para protestar en contra del gobierno de Rodríguez Zapatero, porque éste ha presentado un proyecto en el cual la enseñanza de la educación católica sea optativa o electiva. Los fachos del gobierno de Aznar impusieron como materia obligatoria, para que los chamos pudieran avanzar hacia la Universidad, la enseñanza de la religión católica. Ah, pero entonces estos trogloditas, encabezados por Rajoy, protestan públicamente contra el gobierno porque “quieren educación libre”. O sea que para ellos, “libre” es que se obligue a los estudiantes a aprenderse la religión católica y no que lo decidan los propios estudiantes o sus padres en el peor de los casos. Cosas veredes, Sancho, escribió alguna vez un español mucho más sensato que estos...
Referendos revocatorios o confirmatorios según el caso
Jorge Rodríguez anuncia un proyecto de Ley para desarrollar los mecanismos de solicitud y celebración de referendos establecidos en la Constitución. Habla de que no han encontrado un mecanismo para resguardar la identidad de los solicitantes, sin menoscabar el derecho del revocable a saber quienes promueven su posible salida del cargo. Yo propongo desde esta ventana y antes de que se presente el nuevo proyecto de Ley ante la AN, que aunque pueda resultar más costoso en términos de dinero, pero a la vez más económico en términos de desarrollo y del bienestar que todos, sin distingos de ideología y pensamientos, queremos para el país, que a cada funcionario susceptible de ser revocado, al llegar a la mitad de su período, se le abra automáticamente la posibilidad de sacarlo o dejarlo en el cargo. Se harían anuncios públicos para que quienes estén interesados en plantear un posible referendo revocatorio a un funcionario, comiencen a firmar para que éste se lleve a cabo. En un tiempo prudencial, que sería establecido también, de no haberse recogido la cantidad de firmas necesarias, pues no se realiza tal acto. De lo contrario, el funcionario se expone a la evaluación popular. Contamos con funcionarios elegidos, a lo largo y ancho del país, que están haciendo un pésimo trabajo en favor de los cambios que se reclaman, pero están protegidos por el manto de la organización política, por el terror sicológico implantado, por el chantaje derivado del mismo poder y hasta por padrinazgos -ciertos o no, pero utilizados siempre como tales- del propio Presidente o de otros altos funcionarios de los poderes establecidos. Y entonces la gente se inhibe de promover por su cuenta y riesgo un referendo en contra de un gobernador, de un alcalde o de cualquier funcionario elegido, porque “puede irle adversamente” (por decir lo menos), desde el mismo momento en que lo haga público y lo intente. Serán acusados de traidores al proceso, a la revolución, etc. cuando seguramente lo que quieren es perfeccionar la revolución. Y angustiados advierten que las formas de gobernarnos no son las que deben ser o incluso atentan contra las líneas políticas del propio presidente o del gobierno nacional en general. Debería estudiarse este mecanismo para crear realmente, como lo plantea Jorge Rodríguez, “un sistema más amigable, rápido y efectivo...”. No debería esperar el CNE por las solicitudes de referendos, sino abrirlas automáticamente. Total, en la mayoría de los casos, no se recogerán firmas suficientes. Pero existen casos emblemáticos en el país, en los que si se dieran los revocatorios, los funcionarios saldrían como cohete de navidad. O como dijo Chávez refiriéndose al ALCA. Al carajo...
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