A primera vista, para quién no le conoce personalmente, Román Chalbaud semeja un profesor de Castellano y Literatura jubilado, un gerente de un hostal del centro de Madrid, un viejo profesor de antropología, un cobrador de renta de una Casa de Vecindad. Pero en todos los casos, un fraternal y cariñoso abuelito.
Este viernes en la mañana tuve el placer de conocerle en el despacho del alcalde Barcelona, Guillermo Martínez, y sin perder tiempo le solicité que me permitiera entrevistarlo, cosa que aceptó gustosamente. Por cierto en la entrevista lo traté de profesor.
Américo Hernández (AH). Profesor si usted hiciera una película sobre las elecciones del 8 D, ¿cómo la titularía?
Román Chalbaud (RCH): Risas. “La gran esperanza”.
AH: ¿Y si fuese sobre la reunión del Presidente Maduro con los alcaldes y gobernadores opositores?
RCH: “En la búsqueda por la paz”.
AH: ¿Qué opinión le merece esa reunión?
RCH: “Es muy importante. Lo peligroso es caer en una guerra civil. No se la deseo a nadie. Todas las guerras civiles que han comenzado en otros países se han iniciado con ese odio, que gente ha sembrado…
AH: Profesor hay una película, que seguro usted la vio, intitulada Las bicicletas no son para el verano, que cuenta lo terrible de la Guerra Civil Española.
RCH: “Es una obra de teatro que llevaron al cine con Fernando Fernán Gómez. Exacto. Es un ejemplo perfecto el que tú das. Eso hay que evitarlo. Pero pienso que vamos por buen camino. Estoy lleno de esperanzas con nuestro futuro porque cada día somos más y cada día nos comportamos mejor.
AH: ¿Qué le parece Nicolás Maduro como primer actor de esa película?
RCH: “Magnífico. Él lo está haciendo muy bien. Lo felicito. Lo congratulo a él y congratulo a Venezuela por tenerlo sentado en la Presidencia. Todos los que votamos por él debemos sentirnos orgullosos de su desempeño.
AH: Sí usted pudiese hacerle una recomendación a los que se asoman como cabeza de la Oposición, cuál le haría?
RCH: “Que entiendan verdaderamente el significado de la palabra democracia”.
AH: ¿No cree usted que ellos lo saben y no lo quieren aceptar?
RCH: Risas. “Exacto. Ellos lo saben. El drama es que no lo quieren aceptar. Tú lo dices muy bien. Lo difícil es que ellos lo lleven a la práctica porque es muy fácil hablar de democracia y después hacer todo lo contrario. Están tan desesperados por volver a tomar el poder que llegan al límite de mentiras, de farsas terribles…
AH: Cómo por ejemplo rodar en Internet que Chávez no ha muerto, que está vivo.
RCH: “Claro. Y los que dicen ¡ hasta cuándo Chávez! Porque a ellos les duele no ve que nunca pensaron que iban a perder el poder. Recordemos que AD contaba con el 70 por ciento de los votos y lo perdió. Ahora ¿por qué lo perdió? A ellos les duele Chávez.
AH: Ahora profesor.Hoy es fácil hacer una película en nuestro país?
RCH: “Siempre es muy difícil hacer una película porque son muchos los factores que entran en juego. El cine es el 7º Arte. Y entonces entran las siete artes. Pero en este caso la realidad inspira mucho. Es muy factible hacer una película sobre este tema. Hay que esperar que esto se desarrolle más para ver hasta dónde nos lleva este camino.
AH: Steven Spielberg cuando vio el Amazonas dijo que lo extraordinario de la magia de ese don natural supera cualquier imaginación, cualquier ficción, ¿qué opinión le merece ese veredicto?
RCH: “Lo mismo. Por cierto En Canaima a mí me pasó algo terrible. Yo iba en una avioneta buscando una meseta para filmar. De pronto todo se nubló y el piloto nos dijo” nuestra pequeña avioneta no tiene radar por lo que pudiéramos estrellarnos contra una de aquellas mesetas y morir”. Pero nos salvamos. Te confieso que me sentí muy sereno todo el tiempo porque luego de admirar tanta belleza, algo tan fascinante, tan majestuoso, no me importaba morir después de ver tanta belleza”.
AH: Profesor. A todo hombre o mujer cuando niño lo marco un hecho trascendental. En su caso, ¿qué le marcó a usted?
RCH: “Mi abuela, que vendía estampillas en el correo, que era una hermosa mujer de 40 años, andina, merideña, leía mucho y le gustaba mucho el cine. Y ella me llevaba al cine a ver películas francesas e italianas que pasaban mucho en esa época. Ella dejaba libros en su mesita de noche y yo los tomaba para leerlos aunque no entendía francés ni italiano. Aquello cultivó mi alma, sembró en mí el amor y la pasión por el cine y la lectura”.
AH: Chávez era tremendo lector.
RCH: “Por eso fue quién fue. Leer es muy importante sobre todo después del reblandecimiento del cerebro de los venezolanos aplicado por las televisoras. Pensar que al principio toda la programación era cultural, educativa, con mucho teatro, documentales históricos nacionales e internacionales. Recuerdo el teatro Omega.
AH: También al principio la música de las comiquitas era clásica, obra de los grandes maestros como Mozart, Chopan, etc. Pero después eliminaron esa musicalización. La envidia elitesca hizo lo imposible para evitar que las Bellas Artes llegaran al pueblo”.
RCH. “Y para que no comiera también (torrente de carcajadas). Recuerda que Goebbels decía” escucho la palabra cultura y saco el revólver”. Hay Gobiernos que no les interesa que los pueblos se culturicen, que abran los ojos no ve que de esa forma están más preparados para elegir presidentes, alcaldes, diputados y concejales etc., etc.”.
AH. Profesor. ¿El motivo de su visita?
RCH. “Queremos hacer una película sobre el General José Antonio Anzoátegui, tan olvidado por los gobiernos anteriores. Ya conversamos con el alcalde Guillermo Martínez y nos fue muy bien con él.
AH: “Muchísimas gracias profesor por haberme concedido la entrevista”.
RCH: No. De nada. ¿Cómo te llamas?
-“Américo Hernández. Trabajo en TVO, y escribo en aporrea desde 2007”.
RCH: “ ¡Claro!. Te he leído muchas veces.
AH: “Muchas gracias profesor. Me complace su deferencia. Qué Dios y La Virgen del Valle me le amparen”.
Después el famoso cineasta se marchó y no me di cuenta. Estaba chequeando la entrevista en el móvil.
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