Pero en ella se colean los zorros y camaleones

En octubre-noviembre de 2005, se cumplen 27 años de hacer sido realizada la vigésima reunión de la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París-Francia, entre el 24 de octubre y 28 de noviembre de 1978. En el marco de la misma se crearía el programa de investigaciones comparadas sobre las industrias culturales. La idea central estaba orientada a tratar “el lugar y el papel de las industrias culturales en el desarrollo cultural de las sociedades”.
A la producción en serie de mensajes y símbolos, la llamaría el subdirector general para la cultura, Makaminan Makagiansar, “la nueva mutación industrial en el campo de la cultura”

La reunión para abordar el tema se llevaría a cabo en Montreal-Cánada, del 9 al 13 de junio de 1980.

El tema salta a la palestra, a propósito de la aprobación por parte de la Asamblea Nacional, en primera discusión, Orgánica de Cultura, en el cual es posible encontrar un flamante título dedicado a la Industrias y Empresas Culturales. La paradoja no deja de ser escandalosa: mientras en la Carta Magna se establece la atención especial a las culturas populares (Art. 100); éstas no sólo no aparecen en el proyecto sino que se crea un fondo de financiamiento para las empresas e industrias de producción masiva. A riesgo de parecer reiterativos, la protección especial por parte del Estado venezolano, también, alcanza a la artesanía e industrias populares típicas de la Nación. (Art. 309 CRBV).

Es indudable, que no es posible colocarse de espaldas a la realidad del Campo Industrial-Masivo, su desarrollo desde la segunda guerra mundial hasta los primeros años del siglo XXI su capacidad de impacto político y económico y su globalización. No obstante, “Lo que se dice de los países industrializados es más cierto todavía en el caso de los países en desarrollo. En efecto, en ellos la libre expansión de las industrias culturales no significa esencialmente el desarrollo de más actividades endógenas que correspondan a unas necesidades establecidas, sino a la difusión masiva y sin control de mensajes culturales, las más de la veces incompatibles con las situaciones locales” (UNESCO, 1982) .

En el trabajo Industrias Culturales: El Futuro de la Cultura en Juego, (UNESCO, 1982. Fondo de Cultura Económica. México. 1982) más de quince investigadores abordarían temas que cobran escenario en la discusión cultural de la Venezuela Bolivariana del Siglo XXI, por ejemplo, las industrias culturales: ¿obstáculo o nueva oportunidad para el desarrollo cultural? ¿La democracia participativa cultural está obligada a superar la simple ampliación cuantitativa del acceso a la cultura? ¿En qué consisten las industrias culturales? ¿Las industrias culturales ofrecen la única vía para contribuir al desarrollo económico? ¿industria cultural quiere decir industrialización cultural? ¿las industrias culturales son culturales? La demanda económica de los productos culturales: ¿factor de homogeneización o de diversificación?¿Cuál será la repercusión de las industrias culturales en el comportamiento sociocultural del venezolano? ¿Cómo abordar el problema de la identidad-diversidad cultural y la globalización a través del Campo Industrial Masivo? ¿cómo se sucede la relación entre el Campo Industrial Masivo y el Campo Cultural Residencial?¿cuál es la estrategia para la industrias culturales en el socialismo del siglo XXI? ¿estamos ante una encrucijada cultural?.

“Los productos de las industrias culturales tienden a invadir el medio cultural global del hombre y la mayor parte de su tiempo libre. El hecho mismo de favorecer el consumo de estos productos en vez de promover otros tipos de actitudes y prácticas culturales (la creación, la participación, los procesos de aprendizaje…) implica cambios profundos en el desarrollo cultural de las sociedades…quiérase o no, la uniformización y la masificación amenazan uno de los fundamentos del patrimonio cultural de la humanidad, a saber la diversidad de concepciones, valores y comportamientos…” (UNESCO, 1982). De allí la dimensión revolucionaria de haberle otorgado rango constitución a las culturales populares constitutivas de la venezolanidad y su atención especial por parte del Estado venezolano.

efrainvalen@cantv.net


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Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

 efrainvalentutor@gmail.com

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