Tengo días con ganas de escribir sobre algunas cosas que me perturban al igual que a la mayoría de los habitantes de esta ciudad y de éste país, hoy ésta asignatura (TIC, Universidad Bolivariana de Venezuela) me lo exige y voy aprovechar la oportunidad.
Antes que nada quiero decir que apoyo a éste proceso de cambio que instaló el pueblo revolucionario en el año 89, denominado popularmente como “El Caracazo”, que tuvo su continuidad con las insurrecciones cívico-militares del 4 de Febrero y 27 de Noviembre del 1992 y que avanzó distinguiéndose de los gobiernos del pasado bajo el liderazgo del Presidente Chávez.
Pensando en lo difícil que fue el año 2013 para el Pueblo Bolivariano y para el Gobierno con la perdida de nuestro querido Presidente (a quien pocos pudimos llorar), a un mes de elecciones Presidenciales con una campaña a cuestas debido a una equivocada devaluación, la guerra mediática que siempre nos hostiga y la angustia de saber que mucho dejó Chávez por hacer y culminar; pero también y lo más terrible, frente a la incertidumbre de saber si realmente íbamos hacia un periodo de continuidad y concreción de lo que implica el Proceso Revolucionario para nuestro pueblo. Proceso que Chávez tanto defendió, es decir, un proceso autónomo, soberano, constituyente, anticapitalista, socialista: que no pacta con la derecha, que defiende los derechos humanos, que cree en la igualdad de género, que aboga siempre por el trabajador y se empeña en elevar la calidad de vida de su pueblo.
Dicho esto, quiero expresar que hoy mi confusión se agudiza y realmente siento un poco de nostalgia por lo que fue hasta hace poco el Proceso Revolucionario y disculpen si conjugó en pasado, tampoco quiero generalizar, pero hasta ahora lo que ha venido desde el Gobierno ha sido bastante desalentador.
A solo 20 días de este nuevo año 2014, que a mi parecer se ha hecho largo y pesado, porque los sucesos que se han desarrollado en torno al tema de la inseguridad así lo delimitan, al igual que algunas acciones del Presidente Nicolás Maduro un poco desconcertantes, como por ejemplo, la tan anunciada reunión con los candidatos que ganaron las elecciones Municipales (que incluía candidatos de oposición) para tocar temas importantes como el de la inseguridad y que se suponía que debían dar propuestas para abordar este delicado tema que hoy a todos nos toca y nos compete, pero por el contrario de eso solo pudimos escuchar el tan original discurso del Presidente que solo habló de lo importante que es el camino hacia el dialogo, de la democracia, de lo incluyente que es la revolución etc. Sin hablar de las vergonzosas intervenciones de la oposición y su comportamiento arrastrado.
¿Entonces en qué momento vamos a escuchar las propuestas de estos alcaldes y concejales que también son responsables de la inseguridad que se extienden hoy en sus Municipios?
Vale acotar, Municipios que muchos de ellos Gobiernan desde hace varios periodos.
Por otra parte, la delincuencia no solo la ejerce aquel que utiliza la violencia física y un arma para aterrorizarte, robarte y/o matarte, ahora también te sientes violentado cuando sales a la calle a realizar las compras quincenales o mensuales y no consigues los productos que comprenden la canasta básica como: la harina, el papel sanitario, aceite, mantequilla, leche, harina de trigo, azúcar y por los productos que consigues, como la carne y el pollo tienes que pagar hasta 130 el kg o dos veces más de lo que pagabas en el 2012.
Cuando a finales del 2013 en Presidente Nicolás Maduro decide tomar cartas en el asunto de la especulación y le da luz verde al INDEPABIS para sancionar y aplicar algunas tardías medidas administrativas, pero apoyadas y validas, todos sentimos una gran satisfacción y un respiro, pero en el fondo muchos notamos que no iban a ser medidas trascendentes, ya que pareció más bien, “el Black Friday o Viernes Negro de EEUU”, el día de mayor rebajas del año, así lo comentó un compañero mío.
Sin embargo, uno siempre tiene la esperanza de que todo vaya a mejorar y más si a la cabeza de algunas instituciones, tienen a cargo funcionarios tan competentes y honestos como Eduardo Samán. Así que entre las hallacas y el pan de jamón navideño, más optimistas nos volvemos, pero siempre llega Enero.
De pronto nos encontramos con que todo nuevo año, tiene nuevas medidas, decisiones y designaciones, algunas desde mi punto de vista incoherente como por ejemplo: la destitución de Eduardo Samán y el nombramiento de la joven y ya atareada Andreina Tarazona, entre otras medidas económicas que señala con amplitud Simón Andrés Zúñiga en su más reciente artículo “Las medidas económicas y lo que nos dejó Chávez ”
En muy resumidas cuentas hoy plasmo en este artículo algunos de mis sentimientos e incertidumbres, también quiero decir, que sé que lo que vivimos hoy no es nada en comparación a lo que se vivió bajo los mandatos de los Gobiernos de la 4ta República, pero muchos crecimos bajo un Gobierno democrático y constituyentista en el cual el Pueblo Bolivariano junto con el Presidente Chávez logró muchas conquistas, por eso a veces es un poco más duro ver como la calidad de vida de un pueblo desmejora y es más fácil notar el retroceso o estancamiento.
Conquistas que hoy defendemos y no estamos dispuestos a perder. Y hablo en plural porque creo y confío plenamente en el Pueblo Bolivariano y Latinoamericano, sé que somos pueblos construidos en la lucha y la determinación de cambiarlo todo. De allí, la urgente necesidad de darnos la tarea colectiva de realizar las exigencias que sean necesarias para no retroceder y, por el contrario, avanzar en lo que llamamos Socialismo, sin vacilaciones y con todo lo que implica contribuir, desde nuestra nación y pueblo, en ese proyecto de cambio y construcción de otro mundo posible:
“Y si la confianza en nuestro propio pueblo alguna vez se viera empañada por el desanimo o la confusión, debemos recordar que los vientos que nos empujan vienen otra vez desde lo más profundo de Nuestra América” (Ahora a derrotar el saqueo contra el Pueblo Bolivariano y construir el Nuevo Modelo Productivo para la Transición)
