En el momento en que escribo esta nota, no se tienen mayores detalles sobre la organización y temática a discutir en el congreso del PSUV. Se conoce que el congreso se realizará en junio y que hay la propuesta de designar en este congreso al Presidente del PSUV y de darle a Chávez una consideración especial de Presidente eterno del PSUV, que definitivamente se la merece.
En Aporrea se han publicado en este año varias notas sobre el Congreso y desearía tomarlas todas para esta reflexión, pero esto llevaría a producir una nota extremadamente larga y intento hacer algo más ligero. He leído como nueve notas entre artículos e informaciones periodísticas publicadas en Aporrea y en todas ellas, se resalta la importancia del congreso. Palabras más o palabras menos en los artículos; el Congreso es percibido como un momento para retomar asuntos con los cuales estamos en deuda.
A pesar de existir esta preocupación hay dos asuntos que llevan a considerar, que más que una esperanza; el congreso a realizarse en junio de este año, será una especie de reciclaje de encuentro que colocará en cuestionamiento el discurso que hay de “mandar obedeciendo”. Si nos acogemos a la integración de las comisiones nombradas por el PSUV, no se tendrá la posibilidad de preguntarse: ¿quién será este camarada? ¿A cuáles Consejos de trabajadores representará? ¿A cuales comisiones de profesionales representa?
Todo está como calculado y la mayoría de las comisiones están conformadas por personas con altas responsabilidades de gobierno. Uno, no muy ingenuamente se pregunta: ¿Cómo hacen estos camaradas para ir al baño y hacer una necesidad fisiológica? Están en todo[i].
Estas comisiones están totalmente tomadas por un poder constituido que ha dado efectivas y contundentes demostraciones que es un Poder bien constituido. Manda y manda; no es cuento. Se ha planteado que este congreso estará conformado por 945 camaradas y 445 de este total, es parte de ese Poder constituido y el resto, que serán los delegados a seleccionar, seguramente estarán muy subordinados a los 445 delegados ya existentes que en la época de la democracia representativa se llamaban delegados natos.
Ya hay un primer nivel de dominio que se expresa en las comisiones de trabajo conformadas. Las comisiones de trabajo participan ministros, gobernadores, miembros de la dirección nacional y otros con responsabilidades de gobierno. Para variar; el 47,1% será parte de ese poder constituido y por estar conformado por el Poder Constituido, tendrán todo el “derecho” de trabajar para que los delegados que surjan de las UBCH y otras representaciones, estén muy alineados con ese poder constituido.
Teniendo la esperanza que el Congreso sea un momento para retomar por los cachos la esperanza revolucionaría, es poco creíble que sea así. Es posible que en vez de un Congreso, el PSUV necesite de una constituyente. Una refundación. Desde el punto de vista teórico ya hay suficiente documentos orientadores; más desde el punto de vista práctico hay muchas confusiones y esto deja ver una debilidad en la direccionalidad.
[i] Puede verse conformación de comisiones en el siguiente sitio: http://www.aporrea.org/