En muchas ocasiones es muy difícil descubrir cuál es la fórmula que debemos implementar para quedar bien con todos y llegamos a la conclusión de que cada quien se ahorque con su propia soga, tal es el caso de la actriz Fabiola Colmenares dos veces candidata a la alcaldía del Estado Vargas vencida en ambas contiendas, quien sacó su vena política cuando se llevó a cabo el cierre de RCTV y la vimos liderando las marchas a favor del canal, aun cuando ya no pertenecía a esta televisora, se hizo solidaria con sus ex compañeros, la vemos ahora arremeter en contra de sus compañeros de ideología política diciéndoles politiqueros de maletín y personas de baja moral, cuando leemos el contenido de la carta abierta elaborada y creada por su persona, nos damos cuenta porque dicha señora suelta tan bonitas perlas y es que no podemos entender como pretendía Fabiola gobernar en caso de ser electa con tanto desprecio en sus venas como el que emana su pensamiento, habla de reconciliación pero muestra su desprecio por el gobierno presidido por Nicolás Maduro y ahora despotrica de sus compañeros porque dicen querer participar como políticos elegidos por el pueblo en el plan patria segura, que lleva a cabo el gobierno nacional.
Solo en algo estamos de acuerdo y es que ponemos en entre dicho las buenas intenciones de estos señores, que durante años han ignorado el llamado del gobierno para unirse en un esfuerzo por la paz y la vida y que siempre tienen un As bajo la manga, para echarle mano al poder. Pero tampoco podemos cerrar esa puerta que se abre para trabajar en conjunto todas las fuerzas políticas como debería ser en un país democrático, sin que eso implique arrodillarse nadie ante nadie como quiere hacerlo ver la señora Fabiola en su carta.
Los políticos son electos para gobernar en base al bien común, no para convertirse en piedra de tranca para el gobierno central sea el color que sea, como hasta ahora ha hecho la oposición en los estados gobernados por ellos y como pretendía hacerlo esta dama en el estado que representó al menos es lo que reflejan sus palabras, mientras, el tiempo nos irá diciendo hasta donde llegan las buenas intenciones del Gobernador y los suyos, pero el discurso de Fabiola Colmenares es contradictorio por completo, por un lado habla de paz y reconciliación y por el otro crítica duramente el acercamiento al diálogo entre el gobierno y algunos personajes de la oposición. ¿no era diálogo lo que gritaban a los cuatro vientos?.
Por otro lado. está la conocida y destacada caricaturista Rayma, la dama que transforma las palabras en imágenes, desde su óptica suele ser ácida con sus críticas en forma de caricaturas y en ocasiones también transmite acidez al estómago del lector, ¿Qué porque la sacó a colación? Simple, ella en la edición del día jueves 30 simboliza la justicia en una mujer con ojos vendados anciana en situación de abandono con la balanza casi a sus pies y la espada cayendo, frente a ella la foto de Iván Simonovis, al que todavía se empeñan en llamar preso político, desde mi humilde percepción creo que habla de la justicia ciega, que le ha negado la medida humanitaria que en varias ocasiones han solicitado, inclusive en diciembre apelaron al corazón y buena fe de la primera combatiente Cilia Flores, bien es cierto que él no ha corrido la misma suerte que Henry Vivas, Lázaro Forero, la Jueza Afiuni que extrañamente la cárcel les ocasiono graves enfermedades que ameritó la suspensión de la condena en su sitio de reclusión para cumplirla en su casa tranquilitos y de vez en cuando dejarse ver en las marchas opositoras (Jueza Afiuni noviembre 2013).
De acuerdo al diagnóstico Simonovis padece 19 patologías diferentes, demasiadas enfermedades para lo sonrosado que se le ve, si la fotografía de la prensa es actual mucho mejor que la que vimos tiempo atrás y con la que la prensa manipuló a rabiar, respetando la convalecencia de este señor, Rayma debería reconocer que está mucho mejor que los hogares enlutados y los hijos huérfanos que dejó la irresponsabilidad de estos ciudadanos.
También tiene razón, la justicia es ciega porque la mayoría de los culpables y responsables de esa masacre todavía andan sueltos, el debería estar acompañado de muchos que aún continúan desestabilizando el país lamentablemente a él lo inmolaron y le tocó cargar con la culpa de todos lo que lo acompañaron en tan fatídicos momentos, no se le puede llamar ciega a la justicia cuando cumple con su deber, pero si complaciente por no haber llevado a prisión a todos los responsables declarados y confesos de este y otros hechos de violencia suscitados en el país en los últimos años.
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