Llama poderosamente la atención como el espacio del debate sobre los problemas actuales de la economía nacional y las soluciones a la misma incorpora crecientes opiniones que van desde el ciudadano y la ciudadana común que sufre las calamidades, los mayores expertos en economía y finanzas que existen en el país y, hasta los opinadores sesgados de la canalla mediática internacional.
Y es que los problemas económicos no se pueden obviar en un país democrático, con plena libertad de expresión y opinión, como la existente en Venezuela y en donde, además, la canalla mediática nacional y sus repetidoras en el extranjero, se han convertido en una batería misilística que, de manera permanente, lanza sus andanadas falsificaciones, tergiversaciones y exageraciones, dirigidas a atacar al gobierno del presidente bolivariano Nicolás Maduro Moros, desmoralizar a los servidores públicos que desde el gobierno hacen un extraordinario esfuerzo para enfrentar y superar - con los instrumentos de la Constitución y la Ley - los retos que impone la economía rentista, la guerra económica desatada por la burguesía parasitaria venezolana y sus aliados externos.
Sobre los críticos burgueses y sus plumíferos tarifados solo puede decirse que se trata de un patético ejercicio de anmésia y cinismo por tratarse de individuos que por acción u omisión, son responsables del mantenimiento de un modelo económico basado en la renta petrolera que duró 80 años y cuyo cambio dio inicio con la llegada al gobierno de la revolución bolivariana, bajo el liderazgo del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, las cuales han tenido la rabiosa y antidemocrática resistencia de los beneficiarios de ese modelo, expresado en el paro patronal-sindicalero de Dic/2000, el Golpe de Estado del 11 de Abril, el sabotaje petrolero-patronal de Dic./2002 y la Guerra Económica de 2013, entre otras; todas derrotadas con el apoyo del pueblo y la Fuerza Armada.
También, los sesudos integrantes de las Academias y las cátedras de economía de las Universidades venezolanas, sacan un remitido pretendiendo dar lecciones al gobierno bolivariano sobre las causas de la crisis y sus soluciones cuando la mayoría de ellos, ni como estudiantes ni como profesionales fueron capaces de unirse a quienes desde la academia crítica y el movimiento universitario en lucha, rechazaban las políticas que generaron la pobreza del 80% de la población nacional y, contra el saqueo de los ahorros bancarios de millones de venezolanos y venezolanas que la burguesía financiera-estafadora perpetró impunemente en 1.994, quebrando los bancos y huyendo al extranjero ante las narices del gobierno burgués y cuyas deudas fueron puntualmente pagadas por el gobierno bolivariano,
Junto a los anteriores existe una amplia gama de opinadores con apoyo crítico al gobierno bolivariano y buenas intenciones, quienes basan sus complejas argumentaciones sobre los problemas de la economía venezolana y su impacto negativo en la sociedad sin presentar propuestas de políticas integrales y acciones realistas y viables que resultan necesarias para enfrentar y superar las actuales problemas, manteniendo la economía abierta y operativa, el progresivo ingreso de los trabajadores y las trabajadoras, el subsidio de bienes y servicios esenciales, el control de las divisas y la fuga de capitales, el nivel de importación, el pago del principal y lo accesorio de la deuda externa y la deuda interna, el cumplimiento del plan de infraestructura, la reindustrialización, el megaprograma de vivienda, la lucha contra el contrabando, la inflación real y la especulación y, el sostenimiento del respaldo electoral de la mayoría del pueblo, frente a las acechanzas del imperialismo y sus aliados subalternos de la oposición burguesa interna; todo ello en Paz y en Democracia.
Nadie dijo que este proceso de cambio revolucionario era fácil y que nunca nuestra dirección del gobierno y del partido se iba a equivocar; solo debemos creer en la garantía de que al frente del gobierno hay un equipo cohesionado de patriotas venezolanos y venezolanas dispuestos a dejar la piel para echar adelante una revolución que nos legó el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías y frente a la cual, debemos trabajar duro, proponer, debatir y defender siempre las ideas correctas, mantener la confianza y la lealtad con la dirigencia revolucionaria y luchar, incansablemente, contra la burguesía parasitaria y el imperialismo, quienes son hoy, los enemigos irreconciliables del pueblo venezolano. Solo así, la victoria seguirá siendo nuestra y el Socialismo dejará de ser una utopía para ser la realidad cotidiana de nuestro amado pueblo.