Los mejores pensadores de este planeta han reconocido que Simón Bolívar es único en el mundo entero, y nosotros, sus compatriotas tenemos que estar infinitamente orgullosos por ser este el país cuna de esa tan insigne persona, quien reúne una serie de condiciones que son difíciles de alcanzar aun separadamente; y por ello es que se tiene que admirar como: Ser humano. Soldado. Escritor. Estadista y Político.
Como ser humano: Simón Bolívar sabía valorar y reconocer ampliamente la conducta leal y honesta de la mayoría de los hombres que lo acompañaba, pero también despreciaba a quien consideraba indigno de su amistad y al creerlo necesario lo daba a conocer sin ninguna clase de disimulo; he aquí varias frases suyas escritas cuando se refería a ellos. “La ingratitud es el crimen más grande que pueden los hombres atreverse a cometer”, “La clemencia con los criminales es un ataque a la virtud” y “Más hace en un día un intrigante que cien hombres de bien en un mes”. Como soldado: Bolívar para obtener la libertad de varias naciones tuvo que hacer inmensos esfuerzos, uno de ellos fue el cabalgar sobre animales equinos aproximadamente la cantidad de 210.000 kilómetros en el transcurso de los años 1810 a 1830. Como escritor: Bolívar, en el período de 20 años, redactó con una distinguida y poética prosa muchísimos documentos manuscritos, muchos de ellos en pleno desarrollo de algunas batallas; esos originales representarían en la actualidad unas 3.200 cuartillas escritas a máquina y a un solo espacio
Como estadista: Bolívar fijó el criterio de lo que es la conciencia ciudadana y acuño estas expresiones. “La primera de todas las fuerzas es la opinión pública” , “La soberanía del pueblo es la única autoridad legítima de la Nación” y “Los códigos, los sistemas, los estatutos, por sabios que sean, son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades: hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados; constituyen las repúblicas” Y como político: Bolívar instruyó y practicó aquello de “La mejor política es la honradez”, “Yo deseo más que otro alguno, ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”, “Yo nada deseo en el mundo tanto como hacer a Venezuela todo el bien que dependa de mis facultades” y “El honor es la mejor guía del laberinto de las revoluciones”
¡Sin duda, Simón Bolívar, el Libertador, es la máxima dádiva que Dios le otorgó a Venezuela!
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