Hoy , cuando se cumple un año de la partida a otras dimensiones, de ese gigante político, vencedor de mil batallas y que padeció tantas calamidades e incomprensiones de sus adversarios que lo persiguieron hasta las puertas del sepulcro recordaremos con cariño y amor eterno a ese ser tan maravilloso, como lo fue el Comandante Supremo de las Revolución Venezolana, y porque no decirlo de las revolución Latinoamericana, Hugo Chávez Frías; que dio su vida por el pueblo siguiendo el ejemplo del Libertador Simón Bolívar y de aquel humilde galileo que murió crucificado.
“No abandonen mi pueblo, las misiones y continúen La Revolución”, estas fueron sus últimas palabras, formuladas al vicepresidente Nicolás Maduro y al Ministro Rafael Ramírez.
Sin duda alguna, el día de su partida física, fue la columna más difícil que me ha tocado escribir durante toda la vida. Nunca pensé que podía ocurrir esto, parecía casi imposible por la diferencia tan grande que existía entre las edades de ambos. Un joven revolucionario que apenas cumplía 58 años y otro revolucionario como yo, cargado de años que ya pesan con el tiempo.
No existen palabras, para expresar el profundo dolor que sentimos en ese momento de infortunio, por la pérdida irreparable de ese ser maravilloso, imprescindible y bueno que era Hugo Chávez Frías, el defensor de los pobres, débiles, oprimidos y desamparados. Esto ocasionó una gran omisión y paralización de parte de sus seguidores, lo que redundo en la pérdida de miles de votos en las elecciones Presidenciales en donde resultó electo Nicolás Maduro; dicen los Psicólogos que esto es normal, en los seres humanos cuando se produce un hecho de tal magnitud. Esto se pudo comprobar en las posteriores elecciones, donde el pueblo Chavista concurrió a votar masivamente y se logro un triunfo holgado que supero al millón doscientos mil votos.
Nunca tuvo un momento de descanso, vacaciones, días libres, fue un luchador incansable por su pueblo y por su Independencia. No exageraríamos si lo consideramos el 2do Libertador de Venezuela. Murió por su pueblo. Hombre de profundas convicciones morales, luchador incansable por la igualdad y la justicia social, promotor de la integración latinoamericana y defensor inquebrantable del ideario del Libertador y Padre de la Patria Simón Bolívar.
Hugo Chávez se entregó en cuerpo y alma a la transformación de la República, a la profundización de la democracia participativa y protagónica, y a todo el pueblo venezolano. Su amor y abnegación inspiraron a hombres y mujeres a seguir el camino hacia la construcción de la Patria soñada, digna, de respeto y equidad.
Entró a la historia sin traicionar a su pueblo humilde, a los más pobres, a los que más sufrían por un orden injusto. Mientras hayan oprimidos y opresores, explotados y explotadores, desiguales y otros más iguales, injusticias e injustos, habrá un “Chávez” en cada voz que se alza, en cada batalla que se dé, en cada idea que reivindique al pueblo y no a las oligarquías. Ahora desde la eternidad de su epopeya, de su sacrificio, de su cabalgar de combatiente Bolivariano acompañara a su amado pueblo. Decía Ali Primera, los que mueren por la vida no pueden llamarse muerto.
“Patria, patria querida, tuyo es mi cielo, tuyo es mi sol, patria, tuya es mi vida, tuya es mi alma, tuyo es mi amor”. “Hoy tenemos Patria”.
El mejor homenaje que debemos brindarte hoy, Hugo, en el lugar que te encuentres, es asumir con disciplina y unidad los senderos de nuestra Revolución Bolivariana. Unidad, Lucha, Batalla y Victoria, para tener patria, fue su última Proclama.
rauljoseramirez@hotmail.com
