Un sueño falso

En estos días, que se conmemora, el primer año de tu ausencia física, te cuento ARAÑERO, que anduve en actividad por el 23 de enero, el lugar donde dignamente descansa tu LUCHA, porque no haz dejado de hacerlo; andaba solo contigo; haciendo lo que hemos hecho toda la vida.

Después llegué a casa, con la intención de escribirte y contarte todo lo que veo, como lo hago siempre.
No pude conciliar el sueño, tuve una pesadilla, de esas que no lo produce otra cosa, que la angustia cuando no se puede conciliar el sueño.

Hago alusión a esta intimidad, que no puedo contar completo, por la preocupación que representa para este mortal cultor que dejaste en evolución, semejante pesadilla.

La pesadilla empieza cuando la desesperación me abordo, viendo una caravana, con mucha gente donde no había PUEBLO, solo funcionarios con toda la organización que puede proporcionar el poder y se burlaban de una verdadera intención de formación; haciendo alusión a consignas desgastada de una república que ya no esta; pero se aplaudían entre si y hasta lo transmitían por medios comunitarios, como un aval de la revolución; en su atropellado andar disolvieron al verdadero PUEBLO que ansiaba llegar hasta tu descanso, arrastraron la tarima con su caravana.

La impotencia me llevo a perder la cordura y pase por encima de toda la seguridad que traían y con la que atropellaban; los trate de convencer, diciendo que ese no era el camino, que la exigencia revolucionaria es activarse con el PUEBLO, para lograr articulación en el intercambio de saberes, así lograr lo necesario y mas importante en revolución, POLITICA EN LAS ACTIVIDADES.

Todo esto me cansó mucho, porque sentí, que los que estaban no querían oír y que era difícil llegar a otra instancia. Y comencé hacer un escándalo ante tantos funcionarios, que solo se le veía de revolución el carnet en la frente; no me oían y tampoco oían a nadie, algunos se daban cuenta lo inútil de mi LUCHA y la ignoraban; pero no me importaba, continúe violando los anillos de seguridad porque creí y estaba seguro, de encontrar persona que oyeran la súplica revolucionaria; quería gritar, que la cultura es en la calle y con el PUEBLO y no encerrada con invitados fríos, que solo causan efectos de cuantificación.

En ese momento me desperté, con mucho susto de esa pesadilla que me aterrorizo toda la noche y trate de calmar mi angustia.

Entendí que vamos andando, en todas las lineas impuestas y que mi desesperación era producto de querer apurar, donde creo tenemos la mayor dificultad y desperté de esa angustia que me proporcionó un mal sueño y dije en conciencia respirando profundo, ya en acción para continuar la batalla, PATRIA SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.


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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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