Chávez volvió, volvió, volvió

Lágrimas de alegría derramaron millones de personas en Venezuela y el mundo cuando en la pantalla de sus televisores, sorpresivamente apareció la imagen del comandante Chávez regresando a su país.

Ese retorno nos recuerda los sucesos del 11 de abril, cuando esa oposición apátrida ligada a potencias extranjeras dieron un golpe militar en Venezuela, secuestrando al Presidente y condenándolo a muerte. El 12 de abril se produjo su rescate, devolviéndoselo al pueblo y restituyéndolo en la Presidencia.

El pueblo desde entonces hizo suya la consigna, volvió, volvió, volvió. Nuevamente se quedaron con los crespos hechos quienes deseaban su muerte y su derrota. Sin salud no hay vida, y sin vida no hay revolución, y no habrá nada. Decía el presidente entonces “Esta es la hora de la vida, esta es la hora de la Patria, esta es la hora de la Independencia de Venezuela”. “Cristo con nosotros, quien contra nosotros”. “El pueblo con nosotros, quien contra nosotros”. “Es como un milagro que hay que conservar”, continuaba diciendo el presidente Chávez.

El mandatario de Ecuador, Rafael Correa, le comentó en ese momento, que su enfermedad era otra batalla, y rememoró las palabras del Libertador tras el terremoto de 1812: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.

Recordemos, que el presidente Chávez en su alocución para informarnos sobre su estado de salud se refirió a uno de los escritos del Libertador en “Mi delirio sobre el Chimborazo”, el Libertador Simón Bolívar recibe la presencia del padre de los siglos, el arcano de la fama y del secreto; un viejo cargado con los despojos de las edades: ceñudo, inclinado, calvo, rizada la tez, una hoz en la mano, para preguntarle: “ Suponéis locamente que vuestras acciones tienen algún precio a mis ojos?. Todo es menos que un punto a la presencia del Infinito que es mi hermano”. Bolívar, sobrecogido de un terror sagrado, respondió: “ cómo, ¡oh tiempo!, no ha de desvanecerse el mísero mortal que ha subido tan alto?.

Recordó además, dos momentos difíciles donde creyó hundirse en abismos insondables: febrero de 1992 y abril 2002; y convencernos que de nuevo emergía triunfante ante el viejo calvo y ceñudo con la hoz en la mano, respondiéndole: ¡Por ahora y para siempre viviremos y venceremos!. Que fuerza de voluntad y valentía tenía ese hombre. La actitud del coraje de Chávez, sin duda fue una cátedra de optimismo. Bien decía Bernard Shaw: “Nadie afronta las verdades desagradables, hasta que no está en condiciones de superarlas”. La actitud del presidente Hugo Chávez, mostró una vez más que la verdad y la fe, son energías inseparables para enfrentar situaciones fortuitas con que la vida nos reta.

Chávez volvió, no murió y se multiplicó en millones de venezolanos. Chávez volvió para quedarse para siempre con nosotros, porque Chávez, no es Chávez, como decía él, Chávez es el pueblo, yo soy Chávez, tú eres Chávez, todos somos Chávez. No traicionemos su legado.

Viendo muchos twitter ese entonces, pertenecientes a sectores de la oposición, nos dimos cuenta que la oposición, con escasas excepciones, se ha convertido en un especie de ser necrofílico, porque es feliz con los muertos, sobre todo si vienen del chavismo. Son tan infames que empezaron a fomentar a través de sus redes sociales la presunta muerte de altos dignatarios del Gobierno bolivariano, o de simpatizantes, como hicieron con el periodista José Vicente Rangel.

Son bien conocidas las fiestas, los brindis y los cohetes que lanzaron con las desapariciones de Luis Tascón, Alberto Muller Rojas, William Lara, Guillermo García Ponce, y del fallecido contralor, compatriota Clodosbaldo Russián. Recordemos también cuando a la esposa del difunto Romero Anselmi, quien padecía de cáncer, le escribieron en las paredes que rodeaban su residencia “vieja cancerosa muérete “. No respetan la memoria, la honra y el dolor de los familiares de esas personas. Estos infames no tienen el menor pudor ni consideración por las personas fallecidas, porque son enfermos que ultrajan y profanan los cadáveres de sus enemigos. ¡Qué diferentes los revolucionarios cuando suceden estos acontecimientos a un ciudadano/ciudadana opositor! Al unísono se elevan las voces de condolencias a sus familiares y se le guarda el más riguroso respeto por su memoria.

rauljoseramirez@hotmail.com


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Raúl Ramírez

Abogado, profesor y escritor. Ex-guerrillero.

 rauljoseramirez@hotmail.com

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