¡Basta de socialismo! (III) Reconciliación

¡Camaradas, concluyo esta cadena de tres artículos de este tema! Iniciaré con parte del Libro Azul solo destacado el interesante y explicativo prólogo (que llama Pórtico) del presidente Maduro. Es para los que no lo hayan leído o como refrescamiento para los que sí lo leyeron, disculpen

DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA

En el Libro Azul, Maduro escribe un extraordinario prólogo del que extraigo una buena parte:

Nicolás Maduro Moros, pórtico a El Libro Azul

Vivimos, efectivamente, una era donde las ideologías parecieran extinguirse. El fin de las ideologías, así la han llamado no pocos estudiosos de la época.

El fenómeno adquiere mayores proporciones en América, particularmente en Venezuela, donde la gran mayoría de los partidos políticos, surgidos paralelamente al proceso de industrialización, derivaron en organizaciones de corte populista, totalmente vacías de contenido ideológico.

Por otra parte, se ha dado persistentemente la tendencia, en nuestros pensadores contemporáneos, de buscar modelos en otras latitudes para importarlos y tratar de implantarlos en nuestras sociedades.

Y es, precisamente, en este marco desideologizado y con el propósito de hallar recursos válidos para que nuestro pueblo avance por el mapa intrincado y complejo del futuro que nos hemos atrevido a invocar un modelo ideológico autóctono y enraizado en lo más profundo de nuestro origen y en el subconsciente histórico del ser nacional.

En la médula del pensamiento de don Simón Rodríguez se encuentra la simiente de un proyecto de sociedad basado en la educación popular y en la creatividad. Simón Rodríguez concibe la idea concreta de la República y talla las formas del Estado Nacional y las líneas geohistóricas de su proyección en el tiempo.

Hugo Chávez pensador: un pensador enteramente libre y enteramente comprometido; un pensador en guerra abierta contra toda forma de dogmatismo. Al acercarnos al pensamiento y la obra del Comandante

Hugo Chávez advertimos que todo cuanto llevó a cabo respondía a una doble condición histórica: contar con un propósito claro y tener una profunda conciencia de sus consecuencias en el tiempo. El Libro Azul no es una excepción, también aquí lo descubrimos hundiéndose en la historia para trazarnos el horizonte filosófico y político que imaginaba para el país al que condensó en el Proyecto

Nacional Simón Bolívar.

Como pocas veces en la historia venezolana, un hombre ideó las bases de un sistema político, económico y social, y se encargó de convertirlo en carne histórica.

Y es que Chávez, desde el mismo instante en que advirtió para siempre que su vida se la dedicaría por entero a la resurrección de la Patria, supo que un nuevo proyecto histórico digno de tal nombre debía partir del sustrato ético e ideológico de la inconclusa lucha heredada.

Desde un proyecto con raíces propias y respondiendo a la coyuntura sociopolítica de la Venezuela de finales del siglo pasado, el objetivo trascendente era propiciar, otra vez, el alumbramiento del pueblo histórico, el verdadero y olvidado, el que tantas veces se le negó su esencia y razón: el Pueblo que el Gigante hizo que renaciera de sus cenizas para que pudiese hacerse Revolución, Patria, Patria ardiendo en llama sagrada. Las palabras del Padre Bolívar que nunca dejaron de pendular en la mente del joven oficial Hugo Chávez.

El Libertador estaba transmitiéndole un mandato: era impostergable socavar por completo el derruido andamiaje de toda una sociedad que clamaba desde décadas atrás por una real y verdadera transformación

Existe entonces, compatriotas, una sola y poderosa razón: es el proyecto de Simón Rodríguez, El Maestro; Simón Bolívar, El Líder; y Ezequiel Zamora, El General del Pueblo Soberano; referencia verdaderamente válida y pertinente con el carácter socio-histórico del ser venezolano, que clama nuevamente por el espacio para sembrarse en el alma nacional y conducir su marcha hacia la vigésimo primera centuria.

El clamor se hace indetenible por los caminos de Venezuela.

Se acerca, se hace torrente y se confunde en el estremecimiento del pueblo venezolano.

Este proyecto ha renacido de entre los escombros y se levanta ahora, a finales del siglo XX, apoyado en un modelo teórico-político que condensa los elementos conceptuales determinantes del pensamiento de aquellos tres preclaros venezolanos, el cual se conocerá en adelante como Sistema EBR, el Árbol de las Tres Raíces: la E, de Ezequiel Zamora; la B, de Bolívar y la R, de Robinson.

Tal proyecto, siempre derrotado hasta ahora, tiene un encuentro pendiente con la victoria.

Nosotros, simplemente, vamos a provocar dicho encuentro

Inevitable. Chávez nos sacó de la enajenación exógena que lamentablemente marcó parte de la historia de la izquierda venezolana, y que la alejó irremediablemente del palpitar y del sentir del

Pueblo, quiero atreverme a formular libremente una intuición: en muchos y diversos sentidos, Robinson es para nosotros mucho más importante que Carlos Marx, y lo es porque él pensó desde nuestra realidad, enraizando su pensamiento, asimilando todas las ideas que había que asimilar de Europa, pero pensando desde presupuestos nuestroamericanos, no europeos, teniendo el coraje de formular ideas propias, descolonizándose a la hora de forjar conceptos, descolonizándonos en el pensar y en el hacer.

No en vano el Maestro de Maestros de la Patria Grande escribió estas líneas que aún nos desafían, nos retan: Más cuenta nos tiene, entender a un indio que a Ovidio. Quienes sólo entienden a Ovidio, y no les importa entender a un indio, tienen el colonialismo en la cabeza y actuarán en consecuencia sin el menor sentido de pertenencia. Es lo que ocurre con la colonizada oposición venezolana: el colonialismo mental les hace despreciar a nuestro Pueblo y ello significa despreciar a la Patria que los vio nacer, la Patria que no sienten, que no aman. Chávez entiende el ideario bolivariano de libertad, igualdad y justicia como sustento primordial para encarnar una ética republicana que respondiera a los desafíos de nuestro tiempo. Una ética republicana en el más riguroso sentido, esto es, nada está por encima del bien común, del bienestar colectivo, de la suprema felicidad social.

Es el Libertador mostrándonos el rumbo cierto del arte de gobernar: yo antepongo siempre la comunidad a los individuos.

Chávez trae al General del Pueblo Soberano al presente para darle continuidad al combate social, a la batalla por la igualdad, por un país real y verdaderamente de iguales. Incluso, en esta etapa de su pensamiento,

Chávez piensa y proyecta el Estado nacional desde la raíz zamorana: su propuesta de aquel tiempo era la de un Estado federal zamorano. En fin, Zamora encarna en Chávez como radicalismo: Zamora es un ir a la raíz del conflicto social que nos determina desde 1830, es un ir a fondo contra la injusticia, la exclusión y la desigualdad; es un volver a nuestra identidad originaria que tiene como base fundamental la unidad cívico-militar, o si se prefiere, el Pueblo en Armas.

Chávez trae al presente el espíritu zamorano en función de que entendiéramos la continuidad de la lucha entre los desposeídos y los oligarcas que se adueñaron del poder, acumulando los más groseros privilegios. Zamora es la batalla social que no termina: la batalla por la igualdad.

El Proyecto Nacional Simón Bolívar de un horizonte de tiempo máximo de veinte años, a partir del comienzo de las acciones transformadoras de la situación inicial, para que los actores y las acciones se ubiquen en el objetivo estratégico.

Sin embargo, el proyecto admite la existencia de una región posible que trasciende el horizonte máximo definido, es decir, ubicada más allá del objetivo estratégico y que constituye la razón total del proceso

La Revolución como medio para alcanzar el nuevo modelo de sociedad

Juramos poner todo nuestro esfuerzo, la vida si es necesario, por la Construcción del Socialismo, única manera de liberar a la clase obrera y a la sociedad toda de la depredación capitalista.

-Fin del prólogo y que me permite acentuar mi propuesta, pero antes coloco artículo y noticia sobre el nuevo derrotero cubano en el campo económico:

El socialismo cubano y la inversión extranjera Ángel Guerra Cabrera 03/04/2014

La nueva ley de inversión extranjera acordada por el Parlamento cubano dentro del profundo proceso de cambios en el modelo económico socialista iniciado en 2011, me ha estimulado estas reflexiones por su gran trascendencia

Cualquier visión alternativa del desarrollo o de un socialismo próspero, para usar la expresión prevaleciente en Cuba- debe estar signada por la sobriedad y el cuidado de la naturaleza, típica, por ejemplo, de la filosofía andina del buen vivir. Ahora conocemos los límites de nuestro planeta en recursos no renovables y la grave incidencia del consumismo basado en la quema de combustibles fósiles en su despilfarro y en el calentamiento global.

Y una noticia por la visita del primer ministro francés 13.04.14

El canciller francés Laurent Fabius inicia este sábado una visita a Cuba invitado por su homólogo Bruno Rodríguez, con quien sostendrá conversaciones oficiales, llega acompañado por empresarios de su país, en momentos en que Cuba estrena una nueva ley de inversiones extranjeras que propicia la participación foránea en el desarrollo de su modelo económico y social. El titular del Exterior es el primer funcionario galo de su rango en visitar la nación caribeña en los últimos 30 años, lo cual es interpretado como expresión de la voluntad común de retomar los nexos bilaterales.

MI PROPUESTA

Cuán complicado ha sido transitar estos años de cambios revolucionarios dentro del sistema capitalista, vivito y coleando, haciendo proselitismo al socialismo en discursos y algunas medidas que favorecen a la mayoría de la población. Grandes logros, sin dudas.

Pero muy poco o casi nada se ha dedicado a la formación ideológica masiva. Es más, ni siquiera entre dirigentes del PSUV a nivel nacional

A conciencia de que teníamos que resolver una infraestructura general muy deficitaria, y todavía con fallas, nuestro gobierno central, en especial las gobernaciones y las alcaldías revolucionarias, no han sabido interpretar el sentido esencial de la Revolución de Chávez, que no es otro que darle Poder al Pueblo y, por ende, han considerado la ejecución de obras como pilar fundamental.

Gobiernos revolucionarios se precian de haber construido más obras que otros, pero muy poco han realizado para la formación integral del venezolano, y descuidando la formación ideológica al socialismo.

Entonces, camaradas, luego de este paseo por interesantes opiniones críticas sobre el socialismo y el prólogo al Libro Azul, tengo una propuesta que quiero poner en el tapete de la discusión, y por favor que no vaya a producir descargas groseras en mí contra, ojo, es sólo para que la discutamos.

Quisiera que recordásemos que iniciando Chávez su gobierno en base a sus ideas no difundidas plenamente, por humildad o inseguridad de no ser reconocidas, o por estrategia de política internacional, y queriendo inventar para no errar, hasta dijo que él quería una tercera vía (tipo Blair). Muchos estuvimos de acuerdo con la idea, eso era lo que se quería.

Luego, en su momento, Chávez decidió que haríamos socialismo y produjo el efecto internacional esperado: contar con el apoyo mundial de todas las fuerzas de la izquierda con lo que contribuyó a unificar ese movimiento universal desperdigado, es más logrando que fuese un socialismo apagado, adormecido.

Después mencionó que nuestra revolución era hacia el Socialismo del Siglo XXI, socialismo bolivariano, socialismo venezolano.

La palabra socialismo, en la Venezuela de siempre, ha sido sinónimo de Comunismo, y sin entrar en definiciones teóricas, debido a la imposición estadounidense y su lacayaje nacional y por la penetración ideologizante de los medios de comunicación burgueses ha transmitido una especie de miedo entre muchos venezolanos desinformados.

Hoy día cuando por fin la izquierda toma el gobierno, aunque no el poder, infunde un miedo aterrorizante y es uno de los elementos del que se agarran los necios diciendo que no aparece en ninguna parte de la Constitución.

Inserto lo reciente, y para la oposición alarmante, que introdujo Allup en el Diálogo: afirmó el carácter anticonstitucional de lo que serían los términos: socialismo, revolucionario, hegemónico y unión cívico militar, que son términos de una realidad hacia donde evolucionó el Proceso Bolivariano.

Y no es que nos importe lo que dijeron y dicen, pero el Diálogo fue parte de una aceptación de Maduro para bajar la presión internacional. Véanlo así, no como una debilidad o que está cediendo Revolución.

Recordemos que nuestro presidente obrero y revolucionario, y chavista más que todos nosotros, puntualizó que la intención de estos encuentros no es concretar pactos, sino lograr el reconocimiento, la convivencia y la tolerancia mutua

Nosotros estamos en una Revolución, sin dudas, porque ha habido algunos cambios estructurales profundos, a pesar del contrapeso por la influencia capitalista que por su orquestada ideologización colectiva, y muy crematística, por años tiene a todos comprometidos con sus mecanismos perversos y con el coloniaje comercial de los países con mayor poder económico que nos la metieron y nos la siguen metiendo, que es lo más envainado.

Además, recuerden que la ideologización capitalista, asentada en el consumismo en cualquiera de sus facetas comerciales, se afincó con la llegada de la televisión y ha venido penetrando a varias generaciones.

Y a todas las anteriores y a las próximas generaciones las seguirá penetrando porque ya están institucionalizadas en los medios, y están alienadas millones de personas, o casi todas,

Nicolás Maduro recogió todo el espectro revolucionario de Chávez. Chávez lo fue formando, tal vez sin darse cuenta, pero lo hizo acompañar a todas partes y Maduro estuvo con Chávez impregnándose de su sabiduría popular, sus estrategias, sus planes, sus cambios para profundizar la acción de gobierno popular.

Tal vez Nicolás fue el único sortario por tener al gran maestro Chávez casi permanentemente. Una universidad para Nicolás solito. De ahí que con el tiempo el presidente Líder se dé cuenta a quién había formado, y en su ocaso crítico lo designa su sucesor.

Como la Luna llena y fue un pedido desde su corazón

Maduro recuerda cuando le dijo: Nicolás ahora a las calles, gobierno de calle, gobierno de eficiencia en la calle, agrega Maduro y cumpliendo. A mi juicio, es porque Chávez se dio cuenta de que las directivas del PSUV ni, aunque es casi lo mismo, la mayoría de nuestros gobernadores y acaldes habían entendido ni todavía- el fundamento básico del plan de la Patria como es que el poder reside en el pueblo y siguieron trabajando tal como los de la cuarta.

Todos suponen que haciendo obras se las están comiendo, claro es lo que más se destaca, pero para nada es revolucionario. Lo importante es fortalecer la participación y el protagonismo de las comunidades una vez que estén bien organizadas y permanentemente asesoradas.

Las comunas como mecanismo de defensa y para que las comunidades manejen sus propios recursos, planificando y ejecutando con eficiencia y pulcritud para gozar de comunidades ejemplares.

Es más, ante aquella magnífica iniciativa de Chávez de darle oportunidades a la gente popular para el trabajo inmediato, sugirió que se crearan cooperativas para masificar la participación, pero en vez de fortalecerlas, más allá de darles trabajo, muchos funcionarios y organizaciones, jugaron a su fracaso (con no sé cuántas excepciones)

Y esa acción está apagadita, salvo casos de algunas cooperativas que contratan con las distintas instituciones y otras, las más peligrosas, los que son de gente con billete que se favorece con bastantes obras, y no paga impuestos.

Hoy quisiera poder resaltar que nosotros estamos en una vía única de construir una nueva sociedad con los principios de Chávez, por lo que quiero proponer, y que no tiene que ver con retrocesos de ningún tipo, que para bajarle dos, como dicen, a la confrontación entre millones de venezolanos, reduciendo el miedo de padres y madres de la oposición y que le inculcan a sus hijos (son casi 7 millones) sobre el comunismo, cubano pa´más vainas, que no va a permitir ningún tipo de desarrollo ni de oportunidades para ellos en la bella Venezuela, es no mencionar más que vamos al socialismo, aunque agreguen que a lo venezolano, bolivariano, o Socialismo del siglo XXI, etcétera.

Como es su Libro Azul donde Chávez, desde joven, describe su visión de país antes de que se decidiera por decir que escogía el socialismo, y casi al ganar las primeras elecciones propugna (aportando en casi todo su articulado) una Constitución considerada de las mejores del mundo, y luego presenta su programa nacional como compromiso electoral conocido como Plan de la Patria, ya Ley nacional, entonces qué tal si nuestro proceso lo identificamos como: Democracia Participativa y Protagónica, basada en la Doctrina de Chávez.

Aquí les dejo esa perla, como dice José Vicente Rangel, para que me caigan encima los puristas, pero lo hago para quitarle armas al enemigo ya que, además, con la gusanera adentro, con el capitalismo de estos tiempos bien potenciado en occidente, y con tendencias mixtas en países progresistas, sin la formación ideológica que se complica para hacerlo llegar a la educación, el socialismo está muy lejano.

Hagamos lo nuestro según el programa de Chávez, destacando el carácter humanista, y hacia la paz como lo machaca Maduro, pero enseñando a nuestros gobernadores y alcaldes, y ministros y todos, cuáles son los principios básicos revolucionarios.

A quienes, por cierto, habrá que hacerles un examen general sobre el Plan de la Patria y sobre El Libro Azul, que tal vez ni se han leído, o lo leyeron y no lo han asimilado, así como sobre el Poder Popular y Las Comunas. Y evaluarlos trimestralmente en ¿cuántas han consolidado?, ¿quiénes son sus permanentes asesores?, etcétera.

¡VIVA CHÁVEZ! ¡CHÁVEZ VIVE MADURO SIGUE!



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Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

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