Reflexiones, a propósito del diálogo y las conversaciones que mantiene el Gobierno con los empresarios venezolanos durante La Conferencia Económica de Paz. El Presidente Nicolás Maduro afirmó y con mucha razón que “Los últimos 50 años de modelos económicos (han estado) basados, en la economía del rentismo petrolero”.
Hay que recordar, a propósito de estos señalamientos, que en Venezuela hay valores capitalistas muy arraigados que no se pueden cambiar de la noche a la mañana; este es un proceso que requiere de mucho esfuerzo en la parte de formación política para inculcar nuevos valores que hagan visible el socialismo. Según mi criterio, esta generación y la próxima seguirán bajo los valores capitalistas.
Es importante que la Revolución transite la senda de convertir a la sociedad, de una agrupación de clientes del petróleo (como nos acostumbraron los gobiernos punto-fijistas), a una Sociedad de Constructores de su futuro. De una sociedad que espera inerte los beneficios, a una sociedad que se gane con esfuerzo su futuro y lo defienda con sacrificio. Es decir, de una sociedad capitalista rentista a una sociedad socialista.
De no conseguir dar ese salto, si no tenemos la claridad, esa fe en el pueblo y la fortaleza para planteárselo, entonces, necesariamente, la Revolución dejará un vacío, se perderá la emoción, las masas irredentas tomarán las acciones del desespero y nos llevarán a la anarquía, creando las condiciones para el fascismo.
Los anteriores gobiernos nos acostumbraron al facilismo. A depender del papá Estado. De un modelo de Estado paternalista y un sistema político y social clientelar.
El pueblo es la única salvación. El pueblo es la conciencia de la Revolución. El pueblo nos señalará el camino. El pueblo será el actor de su propio destino. El lema debe ser que sólo el pueblo salva a la Revolución y sólo la Revolución salva al pueblo; por contraste el lema de la derecha reaccionaria y excluyente siempre ha sido que al pueblo por ignorante no se le puede confiar el manejo de la cosa pública.
Actuando en nombre de los derechos del pueblo, políticos inescrupulosos y falsos dirigentes han cometido los peores actos de injustica en su contra. Tal fue la práctica engañosa de la democracia representativa que convirtió a los hombres y a las mujeres de sectores populares en una suerte de sujetos pasivos forzosos por más de cuarenta años. El pueblo no puede, bajo ninguna circunstancia, confiar el ejercicio de sus derechos a representantes inciertos ni participar por medio de delegaciones cuando está en juego sus intereses y los de su clase.
Tenemos que cambiar el criterio que tenia Guzmán Blanco del pueblo de Venezuela, decía “Que Venezuela es como un cuero seco, si lo pisan por un lado se levanta por el otro”. O sea si arreglas una cosa se desarregla otra. Si resolvemos un problema surgen otros. Hay que ser optimistas y tener fe en nuestro pueblo.
La oposición no tiene confianza en el pueblo, le tiene miedo y lo desprecia, lo ha demostrado muchas veces.
El temor al pensamiento Nacionalista y antiimperialista de Bolívar, los lleva a actitudes anti-bolivarianas como la de afirmar que “Yo soy anti-bolivariano porque soy Antichavista” o “estoy harto de Bolívar” o cuando el golpe militar, lo primero que hicieron fue quitar el retrato de Bolívar y votarlo en el basurero. Definitivamente hay que tener Fe (Confianza) en nuestro pueblo. Unidad, Lucha, Batalla y Victoria, para seguir teniendo Patria.