Como en varias ocasiones durante todos estos años, la revolución está de duelo, hemos perdido un camarada y amigo, fiel a nuestro comandante Hugo Chávez, luchador incansable de este proceso revolucionario.
Hemos sufrido pérdidas irreparables, Danilo Anderson, William Lara, Lina Ron, Luis Tascon, Carlos Escarrá nuestro bastión principal Hugo Chávez y hoy lamentablemente Eliécer Otaiza, cada uno de ellos ha marcado un hito en la historia de este proceso de lucha, que llevamos adelante desde casi dos décadas, hoy le tocó a él unirse a nuestros combatientes caídos, en diversas circunstancias, pero deja en nosotros el mismo inmenso dolor de lamentar su partida temprana y de abandonar la lucha por la que han entregado parte de su vida.
Cada uno de ellos, fueron valientes que se rebelaron, en contra de un sistema corrompido y lucharon por la igualdad y la inclusión, en un país que cuando llegó a sus manos hace 15 años estaba desbastado e hipotecado, desde diferentes trincheras pero con una misma visión, aceptaron el reto que les planteo nuestro Gigante eterno, hacer de Venezuela una patria nueva despertar del letargo a quienes no les permitían rebelarse, cada uno de ellos sembró y regó conciencia y consciencia nos mostraron, que otro camino era posible que sería duro, pero que el resultado valía la pena y el pueblo respondió a ese llamado, aprendimos a reconocerlos a valorarlos y a hacerlos parte de nuestras vidas mediante la lucha y la entrega que cada uno de ellos se trazó para ayudar a su gente.
Eliécer Otaiza se nos va con las botas puestas, con su espíritu revolucionario en el campo de batalla, dando el todo por el todo para cumplir con el comandante, jamás ni amenazas ni insultos, ni vilipendios lograron doblegar su carácter combativo, hasta el último momento de su vida se entregó, por entero a cumplir con la patria como buen soldado.
Lamentamos profundamente la perdida de nuestro camarada y nos preguntamos ¿Podemos perdonar con una ley de amnistía? Sobre este hecho lamentable, no podemos especular, hasta tanto no se esclarezca el caso, pero Danilo Anderson ¿se merecía la muerte por ser un hombre íntegro y de principios? ¿Es así como acabarán todos los que piensan diferente? ¿Qué le depara a nuestro país si la revolución se desmoronará?, Porque cuando oímos y leemos, los comentarios al referirse a un revolucionario fallecido, estamos en presencia de una parte de la población, descompuesta por el odio y el resentimiento, que no siente el más mínimo sentimiento de humanidad para con el contrario, que celebran el dolor de otro y ven la muerte, como un castigo bien merecido por haber sido Chavista.
Otaiza, ve en paz, que tu siembra será el fruto del futuro, este país que amaste te recompensará luchando incansablemente, por no dejar perder tanto sacrificio, encuéntrate con el gigante y dale fortaleza a este pueblo, que se crezca ante la amenaza y se curta del legado de todos los que se han ido y se quedaron sembrados en estas tierras de Bolívar.
Hasta la Victoria Siempre, querido y leal camarada.
Sonfer723@gmail.com
