Sorpresivo ha sido para mí el último artículo de este par de escritores nuestros (aunque no siempre estemos de acuerdo con ellos, son nuestros). Si la situación política que atraviesa Venezuela en estos momentos no fuese tan grave, yo estaría despachando el asunto con un par de carcajadas. Pero la vaina no es tan sencilla. Resulta que después de pasarse meses acusando al gobierno de entreguista, de señalar a Maduro, Cabello y el alto gobierno de traicionar el legado de Chávez y distorsionar el Plan de la Patria entre otras cosas-, estos analistas nos vienen a decir ahora que hay razones sagradas para defender al gobierno.
La semana pasada estábamos entregados a las fuerzas reaccionarias, pero hoy resulta que ha fracasado la estrategia de regresar a una democracia burguesa (negritas de Valderrama y Aponte). Señalan nuestros autores que han sido insuficientes los regalos a los capitalistas, razón por la cual la violencia hace presencia como arma política.
Ahora estamos bajo estado general de sospecha de un golpe, los gringos lo aprueban, exclaman sorprendidos como si estuviesen descubriendo al agua tibia.
Por supuesto, también tienen la receta para contrarrestar ese golpe: dotar a la masa de razones sagradas por las cuales luchar, por las cuales defender al gobierno.
Más de tres meses llevamos ya con esta arremetida contra el gobierno, pero los intentos de derrocar a Maduro se iniciaron el mismo 14 de abril de 2013. En aquél momento la violencia produjo 11 muertes; ésta ya lleva 42. Súmele las incalculables pérdidas producto del vandalismo, tanto en instituciones públicas como en los ataques a privados. Pero para Toby y Antonio, pareciera que es ahora que la violencia hace presencia como arma política. Del mismo modo que es ahora que descubren que estamos bajo estado general de sospecha de un golpe y que además los gringos lo aprueban.
Lo más cumbre es que después de hacerle el juego a la derecha atacando al gobierno de Maduro con sus escritos, ahora se quieren presentar como los paladines aquellos del salón de la justicia y decirnos que ahora sí hay razones para defender al gobierno. Razones sagradas además. ¿Ayer no había razones para defenderlo? ¿Y desde el 14 de abril?
En su soberbia dirán que precisamente gracias a sus escritos fue que el gobierno no claudicó. Olvidarán que mientras ellos le echaban mierda al gobierno un día sí y el otro también, había venezolanos y venezolanas que se levantaban bien temprano a trabajar, y que a pesar de los problemas, de las colas, del desabastecimiento, jamás dejaron que el veneno de los valderramas y apontes que se creyeron dueños de la verdad hiciera mella en su moral y en su conciencia política.
Celebro que aunque tarde, Toby Valderrama y Antonio Aponte se hayan dado cuenta de que hay un gobierno al que se debe defender. Aunque por mí, en lo personal, se pueden ir bien largo al carajo con su cinismo.