EN DEFENSA DE LA IDENTIDAD NACIONAL
DESDE LA DIVERSIDAD CULTURAL Y LA INTERCULTURALIDAD
Borrador del proyecto de:
DECLARACIÓN DE LA CÁTEDRA LIBRE E INTERCULTURAL CÉSAR RENGIFO
Para la discusión con los movimientos políticos y sociales del Gran Polo Patriótico GPP
HACIA EL CENTENARIO DEL NACIMIENTO DEL CARAQUEÑO ILUSTRE CÉSAR RENGIFO
(14 DE MAYO - 1915-2015)
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º IDENTIDAD Y DIGNIDAD, UNIDAD EN LA DIVERSIDAD CULTURAL, INTERCULTURALIDAD, INDEPENDENCIA, LIBERACIÓN Y AUTONOMÍA CULTURAL, NACIONAL Y CONTINENTAL,
º REVOLUCIÓN CULTURAL Y EDUCATIVA,
º SENTIDO PLENO DEL BUEN VIVIR
º ¡LA PAZ CON JUSTICIA!
º POR OTROS MUNDOS POSIBLES EN EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI
Me siento más indoamericano y afroamericano, que latinoamericano, iberoamericano e hispanoamericano
HUGO CHÁVEZ (desde Brasil)
Si el arte y la cultura vienen del pueblo, al pueblo deben volver. Llegará el día en el socialismo, en que la historia y el arte deban ser reivindicados en su totalidad, incluso en su larga historia indígena.
CÉSAR RENGIFO a Viva Voz.
Los pueblos y comunidades indígenas constituyen lo más antiguo, constante y específico del país y del continente en todo su devenir histórico.
Esteban Emilio Mosonyi
NOTAS SOBRE EL PRESENTE BORRADOR PARA LA DISCUSIÓN PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA
El presente borrador corresponde a una serie de reflexiones que viene desarrollando en todos los seminarios y en sus reuniones ordinarias de los jueves, la Cátedra Libre e Intercultural César Rengifo. Hemos redactado la presente Declaración de Principios sobre Identidad e interculturalidad como primer borrador para la discusión para ser presentado próximamente en una rueda de prensa en función del Centenario del Nacimiento del Prócer César Rengifo, dramaturgo, pintor, muralista, poeta, ensayista y comunicador social.
Destacamos la complementariedad entre el pensamiento vivo de César Rengifo y la praxis política del Comandante Supremo Hugo Chávez.
Lo remitimos para solicitar los aportes de cada uno de ustedes y de sus respectivos movimientos.
Responsable. Saúl Rivas-Rivas-Vocero Coordinador
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La Cátedra Libre e Intercultural César Rengifo, ante la proximidad del Centenario del Nacimiento de este Ilustre Caraqueño, a celebrarse el 14 de mayo de 2015, declarado Día Nacional de la Dramaturgia,
MANIFIESTA:
º La vigencia de su irreductible pensamiento y arte revolucionario de la anticonquista fundado en la historia y la cultura propia, su marxismo crítico de grandes aportes y originalidades, la legitimación de una venezolanidad indianista, mirandina, bolivariana, indoamericanista, caribeña y afroamericana, anti-imperialista, anticolonialista, descolonizante y liberadora, vital para el sentido del Buen Vivir hacia la construcción del socialismo del siglo XXI, expresado a través del arte y de su praxis política y social. Implacable y quemante fue el llamado de César Rengifo a la creación colectiva para fortalecer la creatividad personal y la identidad de nuestros pueblos.
En tanto pensamiento de vanguardia, César Rengifo puede ser visto como parte de un nervio articulador de una revolución cultural y educativa, restableciendo el lugar geohistórico, sociocultural y territorial de la Patria en su unidad y diversidad, con la vigencia irreductible de todos los sujetos, actores y actrices invisibilizados en los últimos quinientos años de conquista y colonización: pueblos y culturas originarias, afrodescendientes, mujeres, campesinos, sub-urbanos privados del derecho a la ciudad y desterrados del campo, personas con discapacidad vistos como supuestos inútiles en un sistema cruel, el niño y la niña, la juventud con su identidad, su geografía e historia secuestradas por la naciente ideología tecnocrática, la tercera edad vista como estorbo social y encerrada en falsos conflictos generacionales como propuesta única del naciente capitalismo monopólico de la postguerra y la modernización unilateral, la religiosidad popular arrastrada y secuestrada por constantes cruzadas pseudo-evangelizadoras de sectas made in USA a escala planetaria y ya anticipada por el sabio Simón Rodríguez, el soldado desconocido del Ejército Libertador, secuestrado por la recluta y el servicio incondicional a la burguesía de turno; retoma así, el derecho del campo en convivencia con la ciudad, con la presencia de la naciente clase obrera en el advenimiento de la sub-cultura del petróleo, casi siempre en proceso de desclasamiento y de reducción etnohistórica por las compañías imperialistas norteamericanas para ser inmolada y transfigurada por el enfermizo y consumista modo americano de vida, contrario al sentido del Buen Vivir de nuestras filosofías autóctonas, violentadas por procesos de alienación y de aculturación compulsiva y unilateral. En el fondo buscando liquidar no sólo la herencia de los pueblos y culturas originarias y sectores afrodescendientes, sino también la herencia hispánica para dejarnos en el vacío cultural y en la peligrosa nostalgia anglonorteamericana.
ENTENDIENDO, que César Rengifo como marxista de una originalidad extraordinaria, siempre vio las divisiones de castas, clases y estamentos sociales, como inseparables de los complejos procesos de conquista y colonización, signados por sometimientos raciales, étnicos, lingüísticos, culturales, religiosos, patriarcales y los inocultables desplazamientos político-territoriales de los pueblos originarios y campesinos en nuestras formaciones histórico-sociales, particularmente de la época del petróleo.
PRECISANDO, que César Rengifo supo recoger los valores más trascendentes de la cultura occidental hegemónica, restableciendo lo más trascendente de lo grecorromano y lo judeo-cristiano, sin negar por ello el papel irremplazable de los pueblos y culturas originarias de Venezuela y América y los aportes indiscutibles de los poblamientos afroamericanos. No como simples piezas de museos sino bajo el restablecimiento de su continuidad histórica en distintos sentidos, más allá de los cánones establecidos de la ideología mestiza. Como hombre de la anticonquista rechazó el culto a los conquistadores y a la conquista hispánica, sin recaídas en antihispanismos y sin perder de vista las nuevas formas de dominación e intervención imperialista/ neocolonial de los Estados Unidos. Superando xenofobias y malinchismos como tentáculos del mismo monstruo fascista, eurocéntrico, racista-clasista y patriarcal, imperial e imperialista.
ASUMIENDO, que el ilustre caraqueño, ancestral y contemporáneo al mismo tiempo, guiado por las estrellas de un amor cósmico y espiritual hacia el mundo y la humanidad, es el único dramaturgo que en su teatro de carácter histórico y social abarca todas las fases y períodos de la historia de Venezuela, vistos con una gran fortaleza para tratar de restablecer su sentido holístico, multilineal y dialéctico, en las perspectivas de la integración continental y en complementariedad de la Patria Chica con la Patria Grande soñada por nuestros Libertadores.
CONSIDERANDO, que Venezuela padece un crónico problema de identidad nacional, regional, local y continental, expresado en la pretensión de que todo lo que viene de afuera siempre es lo mejor, mientras lo de aquí siempre es lo peor, signado por la supuesta flojera del indio y del afroamericano. Problema crónico que se agudiza en la fase de la neoconquista del petróleo, debilitando la espina dorsal del imaginario indígena del venezolano y en general, las identidades conformadoras de la nacionalidad, incluyendo su herencia afroamericana, hispanoamericana, latinoamericana y asiático-americana.
RECORDANDO, que el Comandante Supremo Hugo Chávez encontró siempre en el legado artístico y cultural del Prócer César Rengifo una fuente de permanente enriquecimiento humano y espiritual, de inspiración ideológica y política del proyecto histórico de la revolución bolivariana; donde el Árbol de las Tres Raíces se entrama con el ancestral Árbol de la Vida (a partir de su poblamiento originario de miles de años antes de la llegada de los conquistadores europeos). Árbol de la vida que por el Buen Vivir nos convoca al regreso de la tierra verde frente a la devastación de las nuevas formas de conquista y colonización de la subcultura del petróleo.
EN CONSECUENCIA:
1º.-Señalamos la urgencia de resolver el crónico problema de identidad del país, de Nuestra América y El Caribe, cuya verdadera Torre de Babel se fragua en el interminable laberinto de la cultura única mestiza (con sus mestizajes desmestizantes bajo promesa de mejoramiento racial y europeización unilateral por el aparato educativo) en todas las variantes de los hispanocentrismos y otras formas camufladas del apartheid. Hispanocentrismos que han fracasado durante más de quinientos años tanto en España como en América, en sus intentos de anular toda diversidad cultural y humana: especialmente en su programa continental de exterminar los pueblos y culturas indígenas por la vía de la mal llamada integración a la vida del imperio español y que después de la independencia se prolongara hasta hoy como supuesta integración a la vida nacional Todo ello mediante las llamadas políticas indigenistas de los Estados Nacionales, impuestas desde el desindianizante indigenismo mexicano, de naturaleza panamericanista contra lo indoamericano y lo bolivariano, al margen de la Venezuela Profunda y de la América Profunda. Esto para no hablar de los intentos en la península ibérica de reducir a vascos, catalanes, gallegos, gitanos, hispano-árabes, hispano-judíos, valencianos, guanches canarios y madeirenses, además de otras diversidades internas de España y de toda la península ibérica. En este orden de ideas las llamadas comunidades hispanoamericanas, iberoamericanas y latinoamericanas, tan cacareadas desde la Europa imperial y colonialista, han degenerado en una penosa caricatura de la igualdad, la libertad y la fraternidad humana, que ya florecían en el alma igualitaria e incluyente del grito libertario de Túpac Amaru, mucho antes de la revolución francesa. En contraste con estos llamados de la historia viva, los conquistadores españoles antagonizaron siempre con sus propios hijos nacidos y criados en América, limitando sus derechos políticos, mientras ellos mismos como europeos nacidos allá y radicados en América, fueron calificados despectivamente como indianos; lo cual contribuyó a calentar las calderas de la independencia política frente a la metrópoli. Situación que hoy resurge bajo el epíteto de sudacas para designar a los mismos hijos de europeos, nacidos o criados en América y con consecuencias todavía peores para la población nativa indodescendiente y afrodescendiente.
2º.-Destacamos la necesidad inaplazable de rechazar todos los proyectos históricos y sociales de la dominación cultural en este continente, cuyas formas más agresivas lo constituyen las modalidades imperialistas del apartheid anglonorteamericano, ensayado en las formas de racismos más extremos del mundo moderno. En otro orden clasificamos las modalidades de los hispanocentrismos como tránsito hacia la ideología de los llamados pueblos nuevos (pueblos sin raíces, sin actualidad histórica y sin un pasado glorioso del cual enorgullecernos). Tal situación de estos proyectos de la dominación colocan definitivamente a los apartheid anglonorteamericanos, las modalidades de hispanocentrismos, las pesadillas de los llamados pueblos nuevos y otras variantes del eurocentrismo en verdaderas formaciones y cristalizaciones ideológicas de los fascismos culturales, sintetizados en la dicotomía Civilización o Barbarie (Sarmiento, Alberdi, Gutiérrez, el neolatinismo de José Vasconcelos y su penosa Raza Cósmica, de corte nazi-fascista).
3º.-Recalcamos que no se saldrá de este laberinto, de este túnel sin salida, si no somos capaces de superar los proyectos históricos de la dominación, de reivindicar la unidad en nuestra diversidad cultural y humana, en el diálogo intercultural, recreando el diálogo de civilizaciones con sentido de justicia y equidad como lo propone el artículo 100 y el Preámbulo de la Constitución Bolivariana, que nos define como país multiétnico y pluricultural. Y por ende, de vocación intercultural. Veamos:
4º.-Venezuela es al mismo tiempo un país andino, guayanés y amazónico, llanero y caribeño. No es sólo, un país llanero o caribeño como se nos ha tratado de presentar en los últimos años. La ausencia de cualquiera de estos componentes geohistórico-culturales, representaría un obstáculo para la construcción de su identidad nacional y su contextualización en lo sudamericano, centroamericano y caribeño. Esto con el agravante de que bajo el rótulo general de lo llanero o de lo caribeño, se esconden componentes irreductibles de sus pueblos, culturas, universos lingüísticos e identidades específicas. Muy particularmente en detrimento de los pueblos originarios y culturas indígenas del pasado y del presente.
5º.-Cualquier intento de simplificar la identidad del venezolano, de reducirla a un solo componente, así se trate de los pueblos y culturas dominadas, tiende a la reproducción inmediata de los proyectos históricos de la hegemonía del gran capital, unilateral y globalizador. Es necesario superar cualquier fundamentalismo étnico-racial y nacional, cultural, religioso, de género o de cualquier signo filosófico, cientificista, artístico, ideológico y político. Sin embargo, estamos en la obligación moral y espiritual de priorizar según la coyuntura- todo lo que tienda a ser invisibilizado con claros propósitos de conquista y colonialismo cultural como el caso específico de los pueblos originarios de Venezuela y América y de todos los continentes, la causa palestina, las luchas contra las nuevas formas de apartheid político y social en Norteamérica, Europa o en cualquier escenario
6º.-Al superar el llamado Día de la Raza y sustituirlo por Día de la Resistencia Indígena, con el apoyo incondicional del Comandante Supremo Hugo Chávez, lo hicimos desde un principio extensivo a los aborígenes y pueblos colonizados de todos los continentes para darle un sentido planetario y universal. Es insuficiente el término raza para definir y situar identidades más allá de sus perfiles y diferencias antropofísicas. En este sentido advertimos que términos tan usados en nuestro continente como negro o negra, pardo o parda, mestizo o mestiza, catire o catira, moreno o morena, trigueño o trigueña, blanco o blanca, no definen con precisión ninguna identidad étnica o sociocultural, ni personal, ni colectiva. Sin embargo, algunos pueblos colonizados las utilizan para situar identidades antropofísicas o raciales, reprimidas por endorracismos complementarios de la vergüenza étnica y la vergüenza de clase dentro de una dominación que pretende eternizarse mediante la conquista, las reconquistas del ALCA, del FMI, el Banco Mundial y el permanente colonialismo del capitalismo financiero y chulo. Tomemos como ejemplo, la morenita o patrona de México, lejos de definir una identidad indígena (amparaba bajo el mestizaje una desindianización); o el caso de pardo, moreno o trigueño en Venezuela y otros países, está lejos de situar una etnia, pueblo o poblamiento en particular. En la misma Argentina la india Mercedes Sosa era denominada la negra. En Venezuela, lo hemos venido diciendo desde finales de la década del 70, la palabra negro, en sentido estricto, específico, se refiere al descendiente de africanos y en sentido amplio, pasando por toda la gama de trigueño, moreno, pardo, mestizo, define a todo el que no es blanco a imagen y semejanza del europeo.
En muy pocos casos en los procesos de aculturación de la conquista y colonización en gran escala- se puede dar una identificación étnica precisa con una connotación racial también precisa, como el caso ocurrido con La Chiquinquirá o patrona del Zulia conocida como La Chinita (emparentada con las chinas o mujeres wayuu hablantes del wayuunaiki). Sin embargo, en La Guajira el mestizaje biológico ha sido mucho más intenso que en los barrios del propio Maracaibo, Cabimas o Ciudad Ojeda. Hay muchas mujeres wayuu bastante europeizadas en su configuración racial y sin embargo por la manta, el idioma y la cultura, las siguieron llamando chinas, pero también las describieron con el nombre genérico y despectivo de María (y para asustar a un niño maracucho la mamá le decía en la casa: ¡muchacho pórtate bien, que te va a llevar la china!, o ¡te va a llevar María!. ) O el San Benito de Bobures, emparentado con un poblamiento afrozuliano en el Sur del Lago, en convivencia con varios pueblos indígenas de la región: barí, yukpa, japreria, añu y wayuu. Quizás sea el Zulia el único lugar de Venezuela con una virgen india (o aindiada) y un santo negro con sus atributos afrodescendientes, sin negar en los dos casos la presencia irrefutable de la tradición católica. El zambo José Leonardo Chirino, hijo de una india y de un afro fue asumido por los movimientos afrodescendientes como figura para enaltecer el Día de la Afrovenezolanidad cada 10 de mayo. Sin embargo, sin renunciar a su propio perfil etnocultural, para su vinculación telúrica con la venezolanidad y con la herencia indígena inherente, los libertadores haitianos y el propio José Martí asumieron en su tiempo y digamos que a tiempo, el carácter irremplazable de la indianidad americana, incluso en el Caribe. Es aquello de que ¡América no caminará sin el indio
Del mismo modo resultan cada vez más insuficientes las definiciones de la nacionalidad dada por los Diccionarios de uso corriente, basados en la Real Academia de la Lengua Española, definiendo la nación como un solo origen, una sola lengua, una sola cultura para desconocer nuestras diversidades y particularmente el presente y el pasado de los pueblos originarios como los primeros sujetos del territorio. Es por tanto necesario acudir a las nuevas constituciones de los Estados y naciones plurinacionales, multiétnicos y pluriculturales, como en los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador.
7º.- La identidad y dignidad de un pueblo colonizado no está sujeto sólo a la condición de minoría o mayoría, ni a la mayoría o minoría de hablantes de una lengua o idioma en particular. Su peso específico reside en derechos históricos y culturales inalienables dados por el origen común del género humano y sus intrínsecas diversidades, en sus proyectos generales y específicos. De allí que, la relación de competencia de pueblos oprimidos y de identidades, no tiene cabida en ningún proyecto abierto de liberación, salvo en los imperios, el imperialismo y las clases dominantes y élites privilegiadas al amparo del poder político y económico: y en búsqueda de cuotas de poder, al margen de sus pueblos.
8º.- Es necesario asomar en el diálogo ecuménico inter-religioso e inter-cultural, con el debido respeto y delicadeza, la denuncia del atropello cultural del que son víctimas nuestros pueblos por parte de algunas religiones made in USA, made in Europa, quienes pretenden ponernos a escoger hoy entre Jesucristo y Nuestros Libertadores, entre la cultura nativa y la cultura dominante, disfrazada esta última de cultura general, bíblica, dictada por Dios, mientras que las nuestras serían obra del hombre y del demonio, así como carentes de toda vocación profética. En este sentido, nos parece pertinente hacer un llamado a las teologías, filosofías y antropologías de la liberación para promover una investigación y una denuncia ecuménica coordinada frente a estos atropellos a la dignidad de nuestros pueblos y culturas y a la eminente dignidad de la persona humana del colonizado. Consideramos que no basta seguir con el clásico discurso de la inculturación del evangelio, mientras Occidente sigue practicando impunemente la persecusión religiosa, cultural y espiritual, practicando el etnocidio, el genocidio y el ecocidio en nombre de la evangelización, la civilización, el progreso y el desarrollo..
9º.- Las alianzas de los dominados frente a un enemigo común, sea coyuntural o estratégico son fundamentales para el fortalecimiento de las identidades específicas, la Patria Chica y la Patria Grande. Desde la colonia encontramos alianzas de los pueblos indígenas con africanos esclavizados, así como su participación en casi todas sus sublevaciones, lo cual tampoco niega la participación de indios y africanos al servicio de la oprobiosa conquista y colonización como el caso entre otros, de Francisco Fajardo, enemigo de la causa de Guaicaipuro; o bien, como la resistencia jirahara y la del Negro Miguel, tiene también sus detractores. Que son los mismos, de ayer y de hoy, contrarios a la emancipación, la independencia, la libertad y la igualdad social. Descendientes somos todos los nativos de esclavizados, sea a través de la esclavitud de la encomienda, la misión o de la esclavización en la hacienda y en la plantación de los grandes cacaos, sea como blancos de orilla, hijos históricos y culturales de guanches, venidos de las islas canarias como el caraqueño Francisco de Miranda o ese caraqueño de origen vasco llamado Simón Bolívar. Así procedan de La colonia Tovar o El Jarillo, los herederos de ese alemán mal habladoen el decir de los autollamados alemanes propiamente dichos.. ¡Al fin y al cabo, ya todos somos sudacas! Orgullosos estamos de ser sudacas, de ser indios, de ser afrovenezolanos, de ser blancos de orilla, de ser venezolanos! ¡Somos orgullosos hijos de Guaicaipuro, del Negro Miguel, de Simón Bolívar y Francisco de Miranda!¡ De Apacuana y de Hipólita, de María Rosario Navas y de Luisa Cáceres! ¡De Hugo Chávez y de César Rengifo!
Karaka, Valle del Warairarepano, 14 de mayo Día Nacional de la Dramaturgia y de César Rengifo. 2014 Hacia el Centenario de su nacimiento (14 de mayo 1915-2015)
POR LA CÁTEDRA LIBRE E INTERCULTURAL CÉSAR RENGIFO
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Firman otras personalidades y movimientos sociales