El mensaje de nuestro Presidente Maduro, esta más claro que el agua, cuando hace pocos días comentaba en relación a las críticas revolucionarias y a que es “muy fácil” criticar por criticar y no presentar soluciones y que estar en la batalla, codo a codo, de barrio en barrio, sería una gran experiencia para quienes se la pasan diciendo cosas, lo mejor para esas personas era ir a un casa por casa y vivir esa experiencia.
Todo ello es cierto, nuestro Presidente tiene toda la razón, hay que aceptar las criticas y las autocriticas, lo que nos enseño nuestro Comandante Supremo; y además plantear soluciones viables a los problemas; la Revolución Bolivariana de Chàvez es un gran debate de ideas, dado que estamos construyendo nuestro propio socialismo: “…inventamos o erramos…..”, en eso andamos y la dinámica actual obliga a que todos los días aceptemos lo que dice la gente común y llenarnos de esa gran dosis de críticas, propuestas, advertencias, problemas y llenarnos de ese amor del pueblo por la patria; que mejor regalo que recibir todos los días esa dosis, donde la gente está viviendo todas las situaciones: buenas, regulares o malas y se expresa por cualquier medio para informar; por eso es grande la revolución bolivariana, esa es la gran diferencia y es lo que caracteriza lo que estamos construyendo en Venezuela.
Estoy completamente seguro que el Presidente Maduro no necesita que le digan que hacer o como actuar; es una persona que se ha ganado el respeto y como dijera nuestro Comandante Supremo:“… desde mi corazón se los pido… elijan a Nicolás Maduro……”; adicionalmente tiene la gran dicha de contar con la primera combatiente para que le pueda hacer algunas sugerencias de “x” o “y”; pero es bueno que podamos decir al Presidente, con mucho respeto y muy humildemente, que hay revolucionarios, que nos sentimos impactados, por las veces que Maduro habla de que él no quería ser Presidente y que son las circunstancias que le han obligado a asumir esta tarea y que hay que saber lo que es eso, cuando se anda en esa posición.
Una cosa es cierta, el Comandante Supremo, habló en un momento dado de las circunstancias y lo que motivó a un pueblo que gritó y salió en el año 1989; ya desde el año 1985 se había propuesto, en firme, a llevar adelante un cambio y dar una esperanza al verdadero pueblo de Venezuela, se produjo luego el año 1992 y lo que ya sabemos de la historia; el Líder Supremo simplemente asumió su rol y su responsabilidad como Primer Mandatario y dio hasta la vida por esta revolución. Así, que la enseñanza del Comandante Supremo, es que si algo tiene valor en este momento histórico, en darlo todo por la patria y asumir con gran responsabilidad el cargo para lo cual el pueblo ha tomado su decisión y su destino.
Muchos patriotas no deseamos escuchar nuevamente a nuestro Presidente Maduro decir: “…yo no quería ser presidente…..” o que “….hay que estar sentado aquí para saber lo que es eso….”. Coño, no joda, hay revolucionarios que estamos dispuesto a dar la vida por Maduro, por ser ahora el líder de la revolución e hijo de Chàvez y dar la vida por la Patria si somos llamados a defenderla en todos los terrenos; entonces le exigimos, muy humildemente a Maduro, al primer Presidente Chavista, al Presidente Obrero, que no lo diga más nunca, simplemente nuestro Líder Supremo nos dio una tarea y era nombrar a Nicolás Maduro como Presidente y eso fue lo que hicimos, no se diga más de esa situación; todos los revolucionarios, que entendimos el mensaje de Chávez, tenemos los suficientes cojones para asumir con valentía cualquier responsabilidad y asumir frente a la historia que somos hijos de Chàvez, no de la palabra simplemente sino demostrado con hechos y en la práctica. Hoy le toca estar allí a Maduro, mañana le tocará a otro revolucionario o revolucionaria tomar las bandera de la revolución y seguir adelante por las nuevas generaciones; pero hoy todos debemos ser fieles a Maduro, la orden que nos dio el Comandante Supremo fue tan clara como la luna llena. La lealtad, la convicción revolucionaria y sobre todo la verdadera conciencia, son los ingredientes que catalizan la revolución bolivariana.
Hoy, es realmente imposible hacer llegar estas reflexiones a algún Diputado o Ministro para que se las haga llegar al Presidente y la única vía que tenemos los “aporreadores” es por la página de aporrea, donde muchas personas plantean sus situaciones con la esperanza de que algunas autoridades puedan considerar seriamente algunos planteamientos e ideas o que lean simplemente lo que piensa el pueblo, día a día, lo que acontece en nuestro país, calle por calle; es por ello que usamos este canal de comunicación. Alerta, que el pueblo habla, el pueblo se expresa, el pueblo también puede tener un límite y no se puede estar subestimando esta situación y pensando en desgastar o mal usar la palabra pueblo; algunos comunicadores insisten en usar mal la palabra “pueblo”, pues siempre se refieren a las personas que viven en situaciones de extrema pobreza o a la gente que vive en los barrios o caseríos; pero que pasa con ese pueblo que ha mejorado su calidad de vida, con mucho tesón, con trabajo honesto del día a día, y es al que llaman de “clase media” y “clase media alta”;, al parecer ciertos políticos y comunicadores sociales “manipulan” ciertamente la palabra “pueblo” al hacer ciertas referencias y dejan por fuera a un gran sector (que algunas veces se siente muy excluido de los planes de acción que emprende el gobierno) y que estamos obligados a escucharlos y velar por sus necesidades también. Mucho cuidado con esta situación, cuando el río suena es porque piedras trae, hacerse los sordos o ciegos frente a ciertas situaciones, pues no estaríamos lejos de definirla como de traición a la patria y al legado del Comandante Supremo. Es muy correcto que los trapos sucios se lavan en casa, pero hay que colocar las advertencias a tiempo en aquellas cosas en donde hay clara situación que algo anda mal y es necesario aplicar las tres “R” de inmediato para corregir; ya sabemos que la perfección no existe en ninguna parte del mundo, y debemos ser humildes en aceptar los errores, corregir y seguir avanzando.
El Presidente Maduro ha dado signos muy claro de aceptar que es necesario la aplicación de las tres “R” permanentemente, desde los niveles más altos de autoridad hasta los niveles operativos y, más allá de eso, tender puentes de comunicación con todos los sectores de la vida nacional: políticos, religiosos, industriales, empresariales, comunales, etc.; en fin, con todos los venezolanos que desean una mejor Venezuela, con sus aciertos o desaciertos, y como dicen por allí: “… en el camino enderezamos la carga…”, por eso andamos en revolución. Los que quieran Patria vengan con Maduro, vengan con Chàvez, vengan con los Patriotas. El objetivo fundamental, de este período revolucionario, y que no puede perderse de vista, es llevar adelante y profundizar el Plan de la Patria, que ahora es Ley.