Cómo solemos decir, muerto el pollo se acabó el moquillo. Eso pudiéramos estar ingenuamente pensando una mayoría de la militancia del PSUV al conocer, que el III Congreso del PSUV acabó la cooptación, hasta que el camarada Presidente Nicolás Maduro, pueda en cualquier momento activarla.
Muchos y me cuento entre ellos, respiramos profundo al oír esta decisión, que debemos leerla y verla, como las advertencias que aparecen en las tarjeticas que nos ofrecen en los estacionamientos privados o cualquier contrato, que en letra muy chiquitica, se nos dice: La empresa no se hace responsable por cualquier daño o pérdida de objeto.
Si notamos la falta de un objeto, inmediatamente vamos a las oficinas y formamos un berrinche y el que atiende el negocio con cara muy despreocupada, nos sugiere que leamos lo que dice el ticket. Así puede estar sucediendo con la famosa cooptación. Se eliminó en esos términos. Hay una persona que dice cuándo es que hay o no hay cooptación y eso es peor que tenerla como norma en los estatutos.
Pero aun con una eliminación de la cooptación y con una advertencia en letra chiquita, que nos dice: hay un señor que puede activarla; el problema no ha sido la cooptación con la cual, hemos construido un partido que por más vuelta que le demos y por más ingenuos que nos hagamos, nunca cuadra con un partido para un socialismo del siglo XXI. El problema no es en definitiva la cooptación.
Permítanme probarle esta hipótesis. Entre las cosas que salieron de las “deliberaciones” del III Congreso, se nos dijo que se fortalecería un frente contra la corrupción. Haber leído eso, se me hizo más fija la idea, que la cooptación no fue un acto de viveza impuesto hasta ahora, sino que es una forma de vernos como unos auténticos pendejos. ¿Cómo es que se fortalecerá un frente contra la corrupción, si es que aún la lista de los señores que se tomaron más de 20 mil millones de dólares no se ve?
Nos robaron frente a nuestras narices. Se supone que debe haber un sistema automatizado a través del cual es posible identificar a los que recibieron dólares con empresas de maletín y los delegados y delegadas al III Congreso, como nos tienen bien precisados por nuestra cara de pendejos, en vez de salirnos con la famosa lista, como producto de la deliberaciones del III Congreso y como un hecho práctico de vigencia de la “nueva ética” que nos prometieron el Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007/2013, nos ofrecen que se fortalecerá un frente anticorrupción. Por los menos ingenuos y pendejos nos creen y probablemente tengan razón en eso.