A solo pocos días de conocerse la noticia de la selección de la película, “Libertador” de Alberto Arvelo, como candidata al Oscar, comenzaron los ataques desproporcionados en algunos medios, programas y en las redes sociales de los antibolivarianos de siempre y de uno que otro escuálido radical que conoce más de los superhéroes de Marvel y Jhonny Rambo, que de los próceres de nuestra independencia.
Soy de los que piensa que ha habido mezquindad de parte de la gran industria mundial, principalmente la Holiwoodense sobre la figura de Simón Bolívar, el único en libertar cinco (5) naciones en esta galaxia y de Francisco de Miranda precursor de nuestras luchas y protagonista activo de la guerras de independencia de los EEUU, de la revolución francesa y de nuestra Venezuela.
En esa sutil campaña están los Antibolivarianos confesos, como los miembros de la real academia de historia en Venezuela; como Germán Carrera Damas (el Profe de María Corina Machado) Inés Quintero, Elías Pino Iturrieta, Guillermo Morón y el más rabioso, para no llamarlo por su nombre artístico, Manuel Caballero, quien ha afirmado que “Yo no soy patriota. Me da igual vivir en cualquier país. Yo no he sentido orgullo de ser venezolano….Tengo las bolas bien puestas y por eso llamo a Bolívar una persona detestable” Esa son las expresiones de los académicos que junto a la oposición inconsciente también prefieren al papel toilet o “de culo” que a la Patria.
Que si la película “Pelo Malo” de la cineasta Mariana Rondón, por cierto también victima de la intolerancia de los dos lados (hija del diputado Chavista Pavel Rondón) era una mejor película, con un tema mas contemporáneo y/u otras consideraciones no vienen al caso pues la votación quedo 9 a 6. O es que también van a gritar fraude como el 14 de abril.
Que falta le hace a Venezuela un liderazgo opositor y partidos políticos serios que antepongan los intereses del País sobre sus propios intereses.
Recuerdo claramente, el incidente de la Corbeta Colombiana Caldas en el año 87 cuando penetro aguas Venezolanas en el Golfo y la actitud firme y patriota del presiente, Jaime Lusinchi, que inmediatamente movilizo a las fuerzas armadas, contando con el apoyo y respaldo valiente de un partido COPEI y hasta la iglesia católica unidos en defensa de la soberanía. Hoy seguramente esas mismas instituciones estarían del otro lado apoyando al invasor.
¡Chávez Vive! ¡La Lucha Sigue¡