Como dije en mí como lo veo lo escribo N° 186, leo casi todo lo que se publica en Aporrea, y sin duda alguna escriben en ella bolivarianos de convicción, que han tenido el valor de expresar sus ideas y criticas sin tapujo ¿y me pregunto, ¿cuándo los bolivarianos de convicción que trabajan para las instituciones públicas, que han sido ineficientes o corruptas, tendrán el arrojo para que unidos recaben las pruebas que dejen al descubierto las acciones u omisiones que impiden que se cumplan los objetivos encomendados.?

Pero también escriben los que sabiéndolo o no, se convierten en cómplices de los que sólo disfrutan del proceso sin importarles que la revolución se pierda, ya que estos seres se nutren de cualquier gobierno que llegue al poder. Son en sí parásitos que se alimentan del engaño, expertos simuladores, simples lacayos conscientes o no de los depredadores del mundo.

Leo como algunos escribidores nombran al socialismo bolivariano muy alegremente, es decir como uno de nuestros variados lemas como por ejemplo “el pueblo solo salva al pueblo”, frase valedera pero carente de mecanismos efectivos que la lleven a su consolidación. La mayoría de los escribidores no toman a Bolívar en cuenta para la formación del socialismo y negando su propia idiosincrasia nos tratan de imponer teorías foráneas en vez de mostrarnos por qué fracasaron en su espacio y tiempo; como la del marxismo, donde su creador con el ataque (tipo escuálido de hoy) descalifico y ofendió al Libertador, de forma aberrante, acción que le niega a Carlos Marx, cualquier tenencia de socialismo en su ser interior, sin embargo algunos siguen sin comprenderlo. Uno de los males que está sufriendo Venezuela, es ese desamor o despreocupación por lo nuestro.

Por todo lo anterior es deber de todo bolivariano y revolucionario, apoyar a todos aquellos que demuestran su amor por Venezuela y desenmascarar en su medida, a los que solo pretenden mancillarla e impedir que se convierta en una Patria digna. Debemos reconocer que la madre naturaleza nos hizo iguales pero diferentes, por ejemplo contamos con los mismos órganos en el cuerpo, pero su vitalidad o tiempo de dolencia difiere grandemente entre los seres. Lo mismo pasa con la capacidad de comprensión, velocidad de respuesta, memorización, etc. También existe una gran diversidad de talentos en las múltiples ocupaciones y disciplinas.

Por tal motivo, quiero llevar ante el pueblo, que para mí, como lo he señalado anteriormente, es todo aquel que se interese por el destino de la Patria y que hace todo lo posible por serle útil. Un bolivariano o bolivariana que respete y se respete y trate de obedecer las leyes por más injustas que parezcan, pero que no se rinda en su lucha por tratar de mejorarlas, tratando de concientizar a sus compatriotas en cada oportunidad que se le presente, algunos otras observaciones para que la tomen en cuenta y les despierte la duda necesaria que obliga a la investigación de lo expuesto.

Valeroso pueblo, reflexiona un poco sobre el llamado a la unidad de algunos escribidores, ponte mosca cuando el argumento solo está cargado de miedos del pasado, de lo que hará la IV, y no sé qué cuartos, por un lado nos llama cobardes y quiere que bajemos la cabeza, ante las inequidades de propios y contrarios, sin saber que el cobarde es el que tiene miedo a la lucha, que guarda silencio ante la injusticia o teme perder sus privilegios. Sobre todo entérate de sus acciones en la vida, hay algunos que en sus tremendos currículos se olvidan colocar que pertenecieron al oposicionismo, que traicionaron y ofendieron al comandante, algunos hoy en día son gobernadores y alcaldes, otros escriben alabanzas de Chávez en Aporrea, olvidando que tiempo atrás lo tildaron de loco y de gallina, algunos fueron botados en el golpe de timón y hoy son ministros que no aprenden la lección.

Bravo Pueblo, la unidad tiene que ser con todos aquellos que día a día demuestran el amor por Venezuela, desde el bolivariano de a pie con su moral bien alta, hasta el bolivariano más encumbrado, donde lo logrado provenga de su esfuerzo, sacrificio y talento. Por eso debemos llevarle y exigirle al pueblo que lea con detenimiento para que apoye conscientemente a los que en sus artículos dan en el clavo y reflejan su amor por Venezuela y que rechace a los que patinan en las descalificaciones, jalabolismo, y a los que ocultan algo debemos ponerlos en evidencia:

Por ejemplo, hay intelectuales que en vez de educar al pueblo quisieran que este siga siendo estúpido o caído de una mata y siga creyendo que la culpa de las divisiones sociales la tienen los ricos o los blancos; es decir, pobres pobres, pobres negros, sin ver en la realidad, que los pobres desean ser ricos y los negros quieren parecerse a los blancos. Lo primero no requiere de corroboración, lo único es que sin conciencia ni preparación, los caminos de la riqueza pueden caer en actos de vileza; lo segundo, se puede comprobar viendo a muchas mujeres con el pelo alisado y muchos hombres fundando asociaciones afrodescendientes, de seguro porque algunos blancos las forman con sangre pura emulando a Hitler; pero que expliquen donde quedan los del medio por ejemplo los trigueños con naturales partes de blancos y negros, ¿habrá alguna asociación de morenos que los aglutine? Si existiera, fuera el lazo de unión entre los extremos.

Qué tontería verdad; yo me crié sin animadversión sobre ninguna raza y tengo amigos de toda la escala de color que existe entre el “blanco puro” y el negro recio. Por eso cuando “el intelectual” acude a la frase de Martí, debo aclarar que para mí si existen razas; pero solo, desde el punto de vista de los diferentes rasgos que presenta el envoltorio que recubre al ser humano; porque al conocerlos, nos damos cuenta que disfrutan, ríen, sufren y lloran igual que nosotros por dentro. Por otro lado, nací en la pobreza y hoy con estudio y tesón puedo considerarme de la clase media, que para mí es aquella que puede sustentarse con su trabajo sin necesidad de chuparse al estado ni depender de el para sobrevivir, las demás definiciones que le dan los divisionistas y filósofos no pasan por mi mente.

Por todo lo anterior, es clarito que estos "intelectuales" siguen desorientando al venezolano, para que siga pensando que los culpables de nuestros males son otros y no nosotros mismos, para que sigamos creyendo en pajaritos preñados; no reclamemos unidos las injusticias y nuestros derechos; y no defendamos lo nuestro, es decir que sigamos permitiendo que los depredadores de siempre continúen chupándose a Venezuela y arrebatándonos lo que Bolívar y después Chávez, dejo siendo nuestro.

Pueblo, también hay escribidores que rayan en el fanatismo, que hace que su objetividad se pierda entre la estupidez y el jalabolismo. Tratan de desmeritar las denuncias bien sustentadas las cuales muchas veces son ratificadas por el mismo Presidente, lo que hace que el defensor de individualidades y no de la Patria, quede como desequilibrado o como un verdadero guerrero del mundo virtual donde su teclado reniega la realidad, y esta lo desbarata; y no digo los nombres de los referidos con la esperanza que despierten y se arranquen la venda que cubre sus ojos.

Aquí ningún bolivariano de convicción desea que esta revolución no cumpla los objetivos de la consolidación del socialismo a lo venezolano, tarea que deben asumir los intelectuales para presentar ante el pueblo una teoría sustentable para ponerla de inmediato en práctica. Las bases aunque muchos las ignoren o las desprecien se encuentran en el legado de Bolívar, las enseñanzas de muchos otros patriotas y la renovación de la querencia por la Patria que revivió el Comandante Chávez, lean con más raciocinio que sentimiento su último clamor expresado en el golpe de timón.

Muchas de las cosas dichas se encuentran en una cantidad de artículos en Aporrea, solo falta que se unan sin miedo sus escribidores, desechando rivalidades, individualidades y egoísmos. Recuerden que la Patria es una mujer y la mujer nació para amarla, y es de cobarde o de traidores quien permita que la maltraten la ofendan o le quiten su esencia. Así pensaba Bolívar, así pensaba Ali; el primero la defendió con las armas y el segundo con su canto, pero ambos entregaron su vida en la búsqueda de una Patria digna.

Venezolanos-bolivarianos de cualquier estatus o corriente de pensamiento, es la Patria la que se nos escapa, por la entrega, la ineptitud y la falta de eficiencia, de los que están al mando actualmente, no dejemos que esto pase si es verdad que la queremos. Hagamos un verdadero análisis de conciencia, descubramos ¿Cómo somos? Artículo del 14 /09 de Luis Brito García, que respuestas tendrá muchas pero que se abstiene de manifestarlas, quizás para no herir susceptibilidades. Y por último para honrar el título, les copio un párrafo de mi “Como lo veo lo escribo CXXXI” intitulado “Ahora lloramos todos; la Hojilla” publicado el 12/12/ 2007, que pueden leer completo en:
http://www.aporrea.org/actualidad/a47697.html

Digo con mi canto (Siento por mi patria) lo que yo aprendí en la escuela, bandera de Venezuela porque yo te quiero tanto…

Lloraba por todos pero nunca me entendieron; ahora lloramos todos porque pudo más el individualismo, el egoísmo, la envidia y la sinrazón que el amor por la Patria y su Pueblo. Cuantos alertas pasaron por muchos ojos que casi nadie vio, ni los verá porque el fanatismo y el borreguismo, acompañado de los aprovechadores de oficio y los que han acabado con las políticas con su ineptitud e ineficiencia, arropan la realidad con burlas y descalificaciones, hacen de todo un chiste o sacan los cocos que nos han aterrorizado y exprimido siempre; son los métodos de muchos con poder dentro del proceso, aprendidos o copiados de la IV, para evitar que el pueblo venezolano comprenda, que está destinado a dar el ejemplo de igualdad y justicia al mundo entero, y que sólo espera que su máximo líder lo invite a realizar junto con él las tareas necesarias para llevar a la patria al lugar predestinado por Bolívar.

Ing. Luis Díaz