¿Por que un artículo que puede considerarse una evolución en el ámbito constitucional, es interpretado de manera sórdida e ignominiosa por parte de quienes no han considerado que Venezuela no le pertenece a un grupo de personas?
Y es que somos aproximadamente 28 millones de habitantes, entonces no es aceptable bajo ninguna circunstancia, que un grupo de cuatro personas le inyecten zozobra a todo un país, cuando existen medidas constitucionales y organizaciones institucionales que garantizan la posibilidad de que sus planteamientos tengan objetiva recepción.
Cuando hablamos de desconocer decimos, es darse por desentendido de alguna cosa, es decir, no tomar parte de un asunto; esto no quiere exponer de forma alguna que se atente contra la población, pues lo referente al artículo 350 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, nos instruye a no formar parte de los contra valores principios y garantías que menoscabe los Derechos Humanos y la institucionalidad democrática, cosa que por demás una organización no gubernamental llamada coordinadora democrática ha infringido.
¿Por qué? ; y Explicamos:
El adherirse a un artículo que definen a su conveniencia como “Desobediencia Civil”, contraría los principios democráticos por anarquizar sin buscar justicia de la cual se reclama, ya que atenta contra la mayoría, tal es el caso de la industria petrolera, por nombrar alguna de tantas que han violado, de igual manera esta mal llamada coordinadora democrática quebranta o infringe Derechos Humanos, que por demás son irrenunciables, la alimentación, la educación, la salud, la paz social, al querer paralizar sin tomar en cuenta al venezolano común, toda la estructura organizacional del país.
¿ Y qué es Desobediencia Civil?
Empezamos por definir desobediencia: es infringir, transgredir, violar una orden superior, lo que nos lleva a estudiar que orden superior se viola al paralizar por ejemplo la educación o nuestra industria petrolera. En una se viola como hemos mencionado una orden superior que solo esta en la conciencia del ser humano, intrínseca del hombre, como es el prepararse para su propio futuro y del país, (la educación son las manos del mundo); y en la otra, la orden superior que se infringe no es del presidente de la republica o del gobierno a su cargo, es del pueblo, pues a esos hombres le entregamos la confianza para que nunca nos dejaran solos, ya que ellos como industria son el corazón de Venezuela.
Ahora bien, Civil podríamos decir que concierne a los ciudadanos, entonces “Desobediencia Civil” para dicha coordinadora es un agregado humano que conviene en “no hacer”, lo que anarquiza finalmente una sociedad, (eso no es convicción). ¿Es eso lo que quiere?, ¿Es la llamada mejor manera de vivir?, ¿O es a esto lo que ellos llaman libertad?.
Para que se pueda hablar de verdadera sociedad se requiere del reconocimiento de un conjunto de reglas, normas, asociados al convencimiento de que ellas distinguen perfectamente los caracteres esenciales de una relación jurídica imperante, que regula la vida pacifica de esa sociedad.
Anarquía es la dispersión de fuerzas que, por actuar dentro de un sistema debieran armonizar, por ende el individualismo y la democracia son en la actualidad términos que se contraponen. Individualismo que pretende definir tal coordinadora como elemento predominante en la conciencia del ciudadano alejándonos claramente del interés colectivo.
Si desconocemos cualquier régimen, legislación o autoridad es porque contradice los valores principios y garantías democráticos o menoscabe los Derechos Humanos. En un país donde los que verdaderamente infringen todos estos valores nombrados anteriormente, son grupos económicamente predominantes o poderosos, que no se tomaron la molestia de estudiar jurídicamente nuestra constitución para realizar las acciones que han tomado y destruyen diariamente lo que pertenece a todos los venezolanos. No creo de manera personal y me opongo de forma rotunda a entregarle al país a esas personas que nos quitaron la salud, la educación, el alimento y la paz en una paralización destructiva, agobiante, fraticida, pues no es en esa Venezuela de medios de comunicación inmorales, no es en esa Venezuela de gerentes petroleros ignominiosos lesivos y sórdidos, no es en esa Venezuela de educadores que venden sus voluntades, no es en esa Venezuela de sindicatos adulantes, no esa Venezuela la que quiero para mi hijo.
Quiero a la Venezuela que trabaja, a la Venezuela que lucha tras adversidades, a la Venezuela que enseña y que estudia, que ama y que unidos conseguimos salidas sin destruir la casa que nos cobija y nos ampara.
“Amar nuestra tierra sin destruirla, no es un lado, no es el otro, somos nosotros”.
Luis E. Zambrano S.
Estudiante de Derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes. Mérida-Venezuela.