¡Qué tal, camaradas! Siempre en el debate de las ideas a favor de este anhelado giro hacia la transformación total de nuestro país que inició un venezolano ejemplar, indiscutible Líder latinoamericano de estos tiempos, que conmovió al mundo y despertó a una izquierda que se hallaba dormida, inerte y ahora se alborota.
Lástima que esta Revolución Chavista ha llevado la leña implacable de la oposición imperialista y burguesa, que sin compararla con la chilena, nos recuerda las vicisitudes aguantadas y sorteadas por nuestro Genio Universal, Simón Bolívar Palacios, cuando lideraba nuestra gran revolución y tenía en su contra a Santander, el colombiano traidor, infiltrado en el mero centro, amigo del billete y de las oligarquías de siempre y vendido, desde ese entonces, junto a su grupo al imperialismo.
Cualquier parecido no es pura coincidencia, es la lucha en los pueblos entre el bien y el mal. La eterna lucha de clases entre los abandonados y quienes desean que se superen las diferencias y los económicamente poderosos, que cómo joden.
Es la lucha entre fieles a los pueblos y los traidores a los pueblos.
Bien. Se han realizado asambleas de asambleas en diversos escenarios mundiales donde había sido aprobado que Cuba debía ser desbloqueada por USA, y solo sirvió que producto de un CIAnálisis y la maquinación de un plan, sin dudas, en un pacto decidieron ceder para por fin penetrar a la Isla de la Dignidad.
Ahora que se agarren, como dicen frases populares: les caerán como el cochino a la mierda, como el zamuro al podrío. Ya se comenzó a escuchar en los cubanos entrevistados en las calles una especie de emoción por la inversión gringa del turismo de los dólares corruptores de conciencias.
Y es así, cualquier persona, o sector, o región, de una vida tranquila a expensas de su trabajo, de sus recreaciones sencillas, de un vivir cómodo, sin amarguras, pues, en cuanto aparece el billete, el capitalismo que dice traer beneficios, mejoras para todos, lo que hace es invertir los valores humanos fundamentales, disociar, envilecer a algunos y separar familias en aras de enriquecer, como siempre, a los inversionistas.
Pienso que en verdad hay que ponerle seriedad a esa situación, lamentable situación, así como a todas las lamentables situaciones que ocurren en el planeta Tierra, generalmente provocadas por el poder de los países hegemónicos.
Inmediatamente pensamos en la USA guerrerista, terrorista, injerencionista, intervencionista, que tiene harto a todo el mundo. Pero también en sus aliados en las mismas acciones y los que mantienen coloniaje a estas alturas de siglos galácticos.
Con tantos pactos, uniones, creación de organizaciones políticas y comerciales, es Unasur, es Mercosur, la CELAC, es la que sea y todavía no hemos marcado una presencia solidaria en nada.
Pensamos que la creación de la CELAC sería la muerte de la OEA, y resulta que sigue la misma vaina.
La OEA es un escenario para las propuestas, para los reclamos, para las destemplanzas, hasta para las ridiculeces como aquella, ya para el olvido, la de la maríamalinche y sigue todo como si nada. Bravuconadas y tropezones.
La CELAG realizó una tercera asamblea que solo sirvió para escuchar discursos, la mayoría con las mismas propuestas que venimos escuchando en esas y demás asambleas con presencia latinoamericana. Que no vale mencionar porque hasta cansan.
De ahí lo inoperante, y hasta fastidiosa.
Uno que otro momento emocionante con un discurso como el de Pepe y por las travesuras de algún o algunos representantes del bloque progresista contra el de los pitiyanquis hipócritas que ya le habían dicho al Tío Sam: "tranquilo, gran Tío benefactor, como las demás veces de ahí no trascenderá nada, lo juramos"
Y ahí está. Igual quedó.
Es más, la CELAC, que inicialmente sentimos como un poder liberador, dignificante, al estar representada por los presidentes y mandatarios de toda la América, sin Canadá y USA, es una mariquera al lado de la OEA, que varía sólo por incluir a USA y Canadá, ah e Insulza, debido al mayor poder de los representantes permanentes.
Como todavía vivimos dependiendo de sus decisiones ¿será la OEA de representantes más que la CELAC de presidentes?
¿Será que las opiniones de los presidentes y mandatarios están subordinadas a la de sus representantes? ¿O que la mayoría de los representantes, excluyo a los de países contestatarios, están sujetos a la nómina que les pagan en Washington por estar allá ubicados?
Algo no concuerda. No nos cuadra. O ¿será que la diplomacia es tan barata o pendeja aunque sus representantes sean calificados e impresionantes?
¿Cuántas reuniones deben hacerse para que se forme un gran peo latinoamericano para que cese la agresión fresquecita y amenazante contra Venezuela? ¿Las Malvinas seguirán sometidas por la Gran Bretaña y la OTAN? ¿Podrá salir Bolivia por el mar?
Me perdonan la obstinación pero son unas organizaciones pajúas por la falta de una real y efectiva solidaridad latinoamericana.
¿Qué se requiere para que la CELAC haga que la OEA se quede solo con USA y Canadá?
Qué carajo van a decidir si ni siquiera han podido mudarla de USA que es la que manda. Vergüenza nos debe dar a todos por ese autovasallaje.
Bien. Ya no somos tan ignorantes en economía, por lo menos en la lógica para analizarla, porque en cuanto a las soluciones ningún economista -menos de los de la cuarta que opinan que jode y nada hicieron en sus tiempos de gobierno- da pie con bola, quiero preguntar algunas cosas, en mi menor ignorancia.
Si cada país produce importantes y variados rubros, algunos muy de su región y en cantidades abundantes, nosotros el petróleo y sus derivados que pudiésemos ampliar, y todos los países hermanos, aún los pitys, estamos en estos organismos comerciales, Unasur, Mercosur, "vergasur", etc. y en una unión ¿? como la CELAG, luchando por tener un comercio multilateral efectivo, hasta con moneda propia, ¿qué tal si nos redistribuimos conscientemente dichos productos y no es necesario que los produzcamos?
Yo produzco petróleo, y tengo bastante, desarrollo industrias aguas abajo (Petroquímicas, etc.) y te vendo lo que tú no. Ustedes producen maíz y me lo vendes o permutas, con tal y que no sea transgénico, y así sucesivamente.
O sea, me explico, en Venezuela queremos alcanzar una producción que nos abastezca en todo y nos independice, y sí todos los países piensan igual, ¿para qué pactos comerciales?
¿Se basarán en que, con el tiempo, cada quien produzca lo suyo y sus economías serán de orden doméstico, nada de exportaderas ni importaderas, por lo menos entre nosotros?
¿O estos convenios servirán solo para suplir en las crisis, que pareciesen eternas?
¿O que no se puede hacer porque hay que tener cuidado de que, con este infernal ataque imperialista y lacayista, nuestros gobiernos progresistas sean derrocados y se interrumpan los convenios y vuelvan los TLC?
No sé.
¡Chávez vive, Maduro sigue!