Introducción antropológica al arte y la praxis política de la anticonquista en César Rengifo

¿VUELTA A  LA POLÍTICA DEL GARROTE EN SU “PATIO TRASERO”?

    Comienzo con una pregunta: ¿Será que estos “salvajes o bárbaros”, esos “sudacas”  de un país petrolero llamado Venezuela, con las reservas más grandes del mundo,  necesitan de una  invasión norteamericana, de una nueva conquista diplomática, económica y militar, que  les haga torcer el brazo (y  el cuello de ser necesario) para que entiendan de una vez por todas, que  el imperio y  su capitalismo global necesitan ese petróleo que todavía derrochan  en alimento, salud, educación y otros menesteres del anti-desarrollo  esos “indios sin alma”? Finalmente ¿es que cada vez resultan más “in-civilizables” y no  “cris-tianizables” por la Conferencia Episcopal venezolana? Para salir de ellos ¿será necesario “reducir la población” en una nueva “conquista del oeste”? 

Señor Obama: Si usted no ha podido gobernar un país super-civilizado del Gran Capital, como “el suyo” ¿podrá gobernar un “país salvaje” como una Venezuela que ha contribuido a la independencia de medio mundo sin convertirse en ninguna parte en ejército de ocupación napoleónica?  Creo que es mejor que le siga torciendo el brazo y hasta el cogote a la civilizada Europa, que cumple mejor el papel de patio trasero del imperialismo.

Para  respondernos  estas preguntas,  pasemos por  un breve registro de la intoxicación lingüística del colonialismo occidental:

USOS MÚLTIPLES DE DOS PALABRAS, CIVILIZACIÓN Y BARBARIE a  los 100 años del nacimiento de César Rengifo, los 200 años de nuestras independencias y los 200 años de la Carta de Jamaica.

     Notas sobre  su intervención en el Taller: Introducción al legado histórico-cultural y la anticonquista de César Rengifo. Realizado en La Casa del Artista en Caracas el día 19 de febrero en horas de la mañana. En la tarde disertó el maestro Humberto Orsini.  Este Taller fue promovido por la Cátedra Libre Intercultural César Rengifo, por Fundarte y la Casa del Artista. Destacamos el aporte del director de teatro Alberto Ravara del IIAVE en torno  al conversatorio de la anticonquista en la dramaturgia de César Rengifo y las formas del apartheid piti-yanqui de Sarmiento y Alberdi en el Cono Sur. Ravara se autorreconoce  en sus antecedentes italianos e indígenas, como argentino que se formó en una zona indígena, autorreconociéndose en sangre y en cultura. De paso,  su grupo teatral  está trabajando  para el montaje de VOLCANES SOBRE EL MAPOCHO  en el año rengifiano. Agradecemos  a  nuestra camarada y amiga Lisett Torres, Presidenta de la Casa del Artista y su equipo,  la organización de este  primer taller.

LA  ANTICONQUISTA TRANSVERSALIZA LA VIDA Y OBRA DE CÉSAR RENGIFO

    La anticonquista, no constituye en la vida y  obra de César Rengifo una  ocurrencia  o un acto aislado al  rechazar por ejemplo  la Orden Diego de Losada de la Municipalidad de Caracas, su ciudad natal y de  solicitar en  su  lugar la Orden de Guaicaipuro. La anticonquita es una brújula que  direcciona una extraordinaria originalidad del pensamiento socialista y revolucionario de César Rengifo, que se expresa de una manera más contundente en su creatividad artística, que en su ensayística.  Su ensayística y toda la ideología de la ilustración, están  permanentemente en una tensión dialéctica con el César vivencial, profundamente humano, telúrico, indianista, bolivariano, venezolanista y universal.  Esa anticonquista, no es sólo un anti sino una propuesta, una línea de fuego histórica contundente para la construcción de  una  nueva sociedad socialista, ligada a la emancipación, la independencia y la liberación definitiva,  pasando por nuestra irreductible soberanía  nacional y por la integración bolivariana. Que pasa por su autorreconocimiento y en reconocimiento de  los múltiples sujetos, actores y actrices  invisibilizados  en 500 años de dominación colonial: pueblos originarios, afrovenezolanos, los campesinos, los indodescendientes, afrodescendietes, mujeres, personas con discapacidad, de la tercera edad, el soldado anónimo o desconocido, los sub-urbanos, los perros callejeros, tan desarraigados como los sub-urbanos, sustraídos del campo a la ciudad por el aluvional mito  del Dorado, emprendido ahora por los caminos del oro negro. Por la sub-cultura del petróleo.

   Destaquemos también que  la anticonquista de César Rengifo tiene puntos de convergencia con  el pensamiento y la praxis del Comandante Supremo Hugo Chávez.

   Finalmente, la anticonquista, tampoco se limita al tríptico del Teatro Indígena de César Rengifo, sino que se hace `presente en todas partes, ligado al anti-imperialismo, como en “Volcanes sobre el Mapocho” , sobre la caída de Salvador Allende en 1973, dejando en claro el papel de la CIA,  de los momios y piti-yanquis internos.  Pero la anticonquista  se expresa también en el mito de Amalivacá, en todo su muralismo y su pintura, como en buena parte de su ensayística y de su docencia.    Venimos por eso planteando  que la nueva antropología crítica, con la pluridialéctica que desarrolla Esteban Emilio Mosonyi en Identidad Nacional y Culturas Populares, editado ahora por Fundarte, podemos comprender mucho mejor,  esta dimensión artística de la anticonquista.

Precisemos a vuelo de pájaro algunos usos y costumbres en el manejo del  manipulado antagonismo “civilización o barbarie”.

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DISTINTOS USOS Y EQUIVALENTES DE BÁRBARO EN OTRAS CULTURAS:

En Grecia, inicialmente,  bárbaro significa extranjero, el que no es de allí y, de paso, no habla griego.

La primera referencia de “la gente” para cada  etnia-nación, como grupo humano,  son los de su propio pueblo, vale decir, su propia gente. Esta es una constante en la historia de la humanidad.  Incluso, yendo más lejos, en el cristianismo originario, prójimo es el más próximo, el de la comunidad, el que me rodea. No puedo  conocer a Dios –al que no veo- ignorando al prójimo, al próximo al que veo: ahora, cuando el cristianismo se vuelve religión de Estado y se casa con el imperio, trescientos años después, el que no es cristiano, es “el mundano”, el que  nos contamina,  entonces lo deseable  es  mantener una  relación directa con Dios y no con el “mundo pagano” para no  “endiablarnos y contaminarnos” con los impuros y mundanos. Dios dice la verdad y el hombre puras mentiras. Así hablan hoy  las teologías de la dominación, olvidando que el propio Jesús de Palestina fue acusado de andar con prostitutas, publicanos y pecadores.  Del mismo modo Simón Rodríguez también fue acusado en su tiempo de ocupar su tiempo  para educar putas, salvajes y  pura plebe. ¿Extraña coincidencia entre una visión religiosa y otra laica? ¿Dónde está la clave de esta coincidencia y mediando dos milenios?

     Posteriormente, bárbaro  es el que no  habla griego y no se le entiende el balbuceo del lenguaje, habla –supuestamente-  un lenguaje de dragones. (Comienza a complicarse la cosa, el idioma  de ese pueblo se convierte en  “m o d e l o”   de lengua o idioma propiamente dicho para descalificar el idioma de otros pueblos)…  Valgámonos de un ejemplo sencillo y más próximo a nuestro continente: Hubo una  época, en que  la macro-etnia Brasil, en el decir de sus habitantes,  se apoyaba en la idea  de que los portugueses no sabían hablar “el idioma” y que ellos hablaban el brasileño, el idioma verdadero, el otro, el portugués impuesto por el conquistador,  venía ya alterado.  Es decir, el portugués brasileño, pasaba a ser el idioma propiamente dicho. En el caso nuestro, frente a España, se decía, ignorando a Andrés Bello, que hablábamos muy mal el idioma, en todo lo que no se ajustaba al  castellano  madrileño o metropolitano.

    Son estos, dos casos extremos: el  primero, corresponde a un etnocentrismo primario, defensivo, frente a la herencia colonial.   En el segundo caso: se trata de un colonialismo lingüístico, arrastrado desde la colonia y que pretende desconocer los ricos aportes de los indigenismos y otros americanismos al idioma castellano  en  su conjunto por parte de la Real Academia Española.

En el fondo, las dos posiciones  son extremas y por tanto limitadas: la primera  asume como “modelo” el idioma adoptado por los brasileños,  frente al portugués peninsular, lo  cual es válido en cuanto autoestima, siempre y cuando no se convierta en modelo para  el portugués peninsular y otras excolonias portuguesas…  En el segundo  caso,  el  modelo del  castellano metropolitano, peninsular, se erige hegemónicamente, desde su  Real Academia, como “modelo único” de las  colonias y de las excolonias  de los países independientes y neo-colonizados.

Continuando con el hilo que veníamos tejiendo:

Luego, bárbaro en Grecia,  es el que no cultiva  los  altos valores del espíritu (y esto se confunde con la paideia, con el ideal de la cultura griega). Es algo un poco parecido a lo que hoy llamamos “culto”, relacionado con el cultivo de los valores de la cultura griega. Recordemos,  que la palabra cultura, que se utiliza hoy para exaltar al supuesto  “hombre culto”, cuyo prototipo está en la ciudad y en las grandes metrópolis occidentales, es una palabra eminentemente agraria. Agri-cultura, que viene de cultivar el campo. Alguien registraba recientemente  que unos pastores en Lara se asombraron al enterarse  que pastoreando ovejas, también  estaban haciendo cultura. Aparte de eso, también recordó, que  La Divina Pastora,  patrona de Lara y la que moviliza miles y miles de personas en sus procesiones, también hace cultura, pastoreando en el corazón de Barquisimeto.  De lo contrario, sería otra salvaje, bárbara e incivilizada y  por tanto “tosca”, “inculta” y sin poderle hablar a los “altos valores del espíritu”.

     En las religiones occidentales, la liturgia es el culto ordenado, vale decir, el orden del culto. Sin embargo, cada pueblo tiene su propia liturgia,  la propia lógica de su culto, su orden interno para el cultivo del espíritu.

Sigamos el   curso de nuestra exposición:

   El  esclavo o esclavizado es el extranjero. La democracia griega tenía tantos esclavos que Atenas no llevaba estadísticas de ellos, la estadística era para sus habitantes, su gente o “la gente” propiamente dicha.

     Hay unos pueblos nacidos para mandar y otros para obedecer, decía Aristóteles: (las políticas de expansión, traen como consecuencia la minoría de edad histórica y cultural y por supuesto espiritual del conquistado o sometido). La música del  salvaje o bárbaro no es música, propiamente dicha, es un balbuceo, una mala copia animal  de los ruidos de la naturaleza. Sin embargo, “el salvaje caería de rodillas y estremecido, ante una misa cantada”. En otro orden, por ejemplo “Misa Luba” es “música salvaje”  para “misa” de mantuanos  “civilizados”.

ºººDE LA AUTOESTIMA PRIMARIA  A LA ARROGANCIA ETNOCÉNTRICA Y CLASISTA

    En síntesis, hay una  especie de etnocentrismo primario en cada pueblo, que inicialmente tiene que ver con su autoestima. Ese etnocentrismo primario es normal en todas las civilizaciones, en todos los pueblos.

   Pero, esta autoestima se vuelve arrogante cuando comenzamos a ver al otro diferente con la necesidad de una justificación para someterlo y declararlo inferior. Aparece así  el bárbaro,(llevado a los extremos, el salvaje, “el indio sin alma” y  sutilmente, el buen salvaje o salvaje bueno). Que por muy “bueno que sea”, salvaje se queda. Y un  salvaje, no  es un hombre. De allí la insistencia en Sabino el yukpa, en su propia humanidad para validar sus derechos humanos frente a los ganaderos de la Sierra de Perijá. Uslar Pietri hablaba de los piaroa del Valle de Guanay como un “zoológico humano” para contrastar con el “productivo” y emprendedor señor Herman Zingg.

EN LAS GUERRAS DE CONQUISTA Y DE COLONIZACIÓN, EL OTRO DIFERENTE, GENTE O  HUMANO COMO TU Y YO, (IGUALES COMO HUMANOS Y DIFERENTES EN IDIOMA, NACIONALIDAD, RELIGIÓN O POLÍTICA) DESAPARECEN O SE INVISIBILIZAN.  Es casi una constante en la historia de la humanidad. Pero el  capitalismo occidental  llegó al extremismo de los extremismos en  este abuso del etnocentrismo.

   En los fanatismos y  los proselitismos religiosos, “el bárbaro” es “el pagano” en contraposición al cristiano o “cristero” de golpe de pecho. El que tiene otra religión no tiene posibilidad de salvar su alma.  En los fanatismos políticos, fascismos o stalinismos, ocurre lo mismo.  El otro, mi vecino, si no piensa igual como yo, ya no es gente, es “basura” que debe ser desechada. (Se espera la coyuntura precisa para desecharlo o  eliminarlo, mientras  ese momento esperado llega, cunde la amenaza): ¿Dónde te vas a meter cuando lleguemos al poder? Entonces, de noche, se marca con una x la casa de tu vecino.

Ante el conquistador español, el que tiene otro idioma,  otra religión y otra nacionalidad no tiene posibilidad  de “salvar su alma” (si es que la tiene, si no se la han quitado todavía). El que no ha nacido en la península, sea isleño o americano, no  puede tener los mismos derechos del conquistador y colonizador español, no puede optar a los altos cargos, religiosos, diplomáticos, militares y políticos ante  la metrópoli.  Nace y muere como  crío, criollo, criado o menor de edad.  Esa minoría de edad no  es  del todo racial sino también lingüística, social, histórica  y cultural, de allí que las riquezas de El Dorado sean para el conquistador de turno.  Hoy día  a estos  seres en la península se les llama despectivamente “sudacas”. Miranda, Bolívar, Sucre, Simón Rodríguez, Andrés Bello, ya eran  “sudacas”.  Los que nacieron en la península, pero viven en América, ya son  indianos, ya le salió  rabo en la Indias y comen cambur sobre los árboles.

DISTINTOS USOS Y EQUIVALENTES DE LA PALABRA CIVILIZACIÓN

Si la palabra “bárbaro” viene de Grecia, la palabra “civilización” y “civilizado”,  viene de Francia, siglo XVIII. Es un parto de la ilustración y  una herramienta de agresión  ilustrada  para imponernos a través del “discurso científico”, el discurso único de Occidente.  Ya no se trata de cristianizar al salvaje o al bárbaro.   Se trata de que el salvaje, “el irracional” deje de ser “indio sin alma” para poderlo  “cristianizar”. Para poderlo cristianizar, hay que reducirlo a pueblo, a pueblos de misión y  luego a pueblos de doctrina. Hay que des-indianizarlo.  Y  a  sus descendientes, hay  que cortarles la lengua y  el cordón umbilical con la cultura materna, (con el idioma, su calendario, su sentido del tiempo y del espacio, la relación con sus mayores).  Hay que buscarles un tutor o dos tutores: un misionero o un encomendero.  Otra forma de esclavitud disfrazada.  Luego complementada con la esclavización del africano.  Recordemos que esas formas de esclavización instauradas en América, España ya las había instaurado en el Ándalus y en las islas Canarias. Las formas de esclavitud de la antigüedad fueron con blancos eslavos, de allí el nombre de esclavo. Es en América donde toma una connotación racial, con indios y negros. Y aparecen los blancos de orilla.

Luego, viene otra modalidad colonial:

     Ahora, inventemos el  “mestizo”.  Un “mestizo”, ya no es un “indio”. No tiene identidad, ni rostro propio. Ni personalidad individual, ni social.  Es un Naiden.

 Pero nos viene, hay  otro discurso, con la ilustración: Para  poder cristianizar al “bárbaro”, hay que “civilizarlo”,  para civilizarlo, primero hay que cristianizarlo.  Luego, habrá que “modernizarlo” para “desarrollarlo”.  Pero ya  intentando modernizarlo unilateralmente, al margen de su idioma, de su vida y cultura;  sus intentos de “desarrollarlo”  lo llevarán al “sub-desarrollo”, como círculo vicioso del colonialismo.  Vale decir, su condición de “crío” o de” criado” es incurable.   No son pueblos nacidos para mandar sino para obedecer. No tienen –según ellos-  sentido de la historia, del progreso, del desarrollo. Cuando no es salvaje, es el bárbaro.

USOS Y ABUSOS DEL TÉRMINO CIVILIZACIÓN

-Inicialmente es un término agresivo, represivo, policíaco, de conquista y de guerra de exterminio:

-Hay  que infundir al “bárbaro” aquellas costumbres “que lo  c i v i l i c e n”…

-El “salvaje” sin gobierno, hay que ponerlo sujeto a policía. De lo contrario es todo behetría… (aquí civilización  es sinónimo de gobierno fuerte, de  dictadura del supuesto civilizado contra el salvaje o bárbaro).

-Para “civilizar al bárbaro”, la letra “entra con sangre”. Antagonismo entre oralidad y escritura, contrario a la interculturalidad.

-No se contabilizarán en este censo de población a aquellas “tribus salvajes”  (o no civilizadas) que todavía permanecen en el territorio nacional. Ver el desarrollo constitucional en Venezuela, Constitución por Constitución  hasta la llegada de la Constitución Bolivariana, que ya no habla de “tribus” y de in-civilizados. Habla ahora de “pueblos y comunidades indígenas”.

-“Civilizar es poblar” – Sarmiento, Alberdi en el Cono Sur, copiando el modelo de poblamiento europeo transplantado de los Estados Unidos. (Intento fallido de formar, los “Estados Unidos de Sudamérica” para convertirlos en “Estados libres asociados” como Puerto Rico). Separar a Argentina, Uruguay y Chile de Nuestra América.  Ver: “Volcanes sobre el Mapocho”, de César Rengifo, obra teatral sobre  la caída de Allende.

-“Civilizar es poblar de nuevo”.  Más agresiva y de exterminio aborigen  de los ingleses en Australia, llevando para matar a todos los expresidiarios de las cárceles para convertirlos en aliados de la conquista y matar indígenas.

Alberto Adriani  defendía esta aberración y la proponía para Venezuela.

-Civilizar con sentido de clase: “Tenemos que infundir a la plebe aquellos valores que la  civilicen”..

-Sentido imperial: infundir al bárbaro aquellos valores que lo civilicen.

-Sentido patriarcal: la política  es asunto de hombres, de civilizados, no de mujeres, decía Hitler.- Una mujer indígena, afro o indo-mestiza, sea del campo o de la ciudad, sufre una triple discriminación de clase, étnico/cultural y  como género. Y en el fascismo queda anulada completamente.

-Civilizar es secularizar. Visto como un  proceso  laico, de divorciarlo del clericalismo. La burguesía ha sido atea en sus orígenes y se enfrenta a muchas trabas feudales del catolicismo, con una gran carga del medioevo.  Después que toma el poder, ella buscará  construir  una nueva edad media laica, renacentista, bañada en la antigüedad clásica, luego ilustrada y por tanto “civilizada”, modernizada y desarrollada. Así construirá un nuevo discurso único a través del  discurso único de la ciencia: una ciencia única, un conocimiento único, positivista o neopositivista,  racista y patriarcal, imperial e imperialista, con un  gobierno único, un dios único, el dólar,  con la  idolatría de la mercancía y el consumo masivo al margen de la sostenibilidad del planeta.   Uno de los primeros que  se plantea un gobierno único mundial, es Beltrand Russell. Eso sí, bajo la hegemonía de la raza “superior: la anglosajona. Esto es en el comienzo de los años 20, del siglo pasado.

-Civilizar como  sinónimo de educar (o de “culturizar”)..Llevar la cultura al pueblo para  “culturizarlo o civilizarlo”. Así como hablan todavía los departamentos de extensión cultural de nuestras Universidades y sobre todo, las autónomas.

-Se usa también cultura y civilización  como sinónimos, como ocurre en algunos países de Europa.

-Confundir cultura con educación. (Ese tiró ese papel en la calle, eso es una falta de cultura) Se  olvida todas las taras que deja el tránsito compulsivo del campo a los cordones sub-urbanos de las grandes ciudades.

-Sociedad civil  Vs  sociedad política. La gente vive en el Este, en el  Oeste, el perraje, los desdentados, los bárbaros, los in-civiles.  El padre Pérez Esclarín escribió en la cuarta república un libro  titulado así: La gente vive en el Este.

-Comunidades  Vs Sociedades. El esquema de Tonnies. Las sociedades como superación global de las comunidades, de lo comunitario. La propiedad horizontal, nos sacará de ese supuesto atraso, que es la vida comunitaria. Es mejor vernos por “el ojo de buey” de cada apartamento. Ahora, el vecino, el prójimo no existe. Todo  en nombre de la vida civilizada y del desarrollo.

-La civilización como sinónimo de la “no-identidad”. De sociedad anónima, invisible, pero profundamente individualista y fragmentaria.

-Civilizarlo es sacarlo del campo a la ciudad. Pero el sub-urbano de los barrios, es apenas, alguien en tránsito hacia la ciudad, hacia la cuidadanía, hacia “la  civilización”. Todavía no se comporta como un ciudadano, le hace falta “La Urbanidad de Carreño”.

-En la colonia  un  esclavizado, un encomendado, un indio de un pueblo de misión o  de doctrina, no  es un vecino, luego, no es un ciudadano, no  es un “civilizado”.

USO INTERCULTURAL DEL CONCEPTO DE CIVILIZACIÓN O DE CIVILIZACIONES..MÁS  ALLÁ DE LA GEOPOLÍTICA OCCIDENTAL Y  DE  SU  INTELECTUALIDAD EUROCÉNTRICA:

-DIÁLOGO DE CIVILIZACIONES (entre macros  y micro-civilizaciones  por una eco-política que preserve las especies y su inter-supervivencia con el género humano y con las demás especies)

-LO  INTER-CIVILIZATORIO:  En vez de  “civilizar”, hablemos de inter-civilizar, con el concurso de todos los pueblos, de todas las culturas y civilizaciones del planeta.  Negar o  descalificar a uno solo de los pueblos o de las  civilizaciones del planeta, es negar y desconocer con  ello  a  toda la humanidad. 

-CIVILIZACIONES EN PLURAL,  MÁS ALLÁ DE  LA  PLURALIDAD OCCIDENTAL QUE PUEDAN  DARLE  ARNOLD TOYNBEE O  SPENGLER, por ejemplo, quienes reducen la pluralidad de civilizaciones a Occidente o a lo que más se parece a Occidente, caracterizando de 8  a 11 civilizaciones.     Para ello  es  importante  acabar con la falsa clasificación de  altas, medias y  bajas culturas (americanas, africanas, asiáticas o de Oceanía)

-Digamos con  Robert Jaulín  el que ha usado los conceptos de etnocidio y  de des-civilización para caracterizar a la dominación  hegemónica occidental, que una   civilización  no  es  sólo un problema  de macrosociedad  o  de  macro-etnia. No es un problema  de número  sino  de capacidad de dar respuesta ante la existencia.  Señalando además, que una supuesta civilización  que  destruye a la comunidad en tanto que unidad  dinámica de todo proceso de convivencia humana, no es una civilización. Por eso Occidente se ha perfilado más bien como una Des-civilización, porque destruye  la unidad dinámica de toda civilización que son las comunidades, las que le dan configuración sociocultural a los pueblos, a las etnias-naciones.

    Digamos finalmente, que  sin negar  la unidad del género humano y la universalidad del  hecho  natural y cultural,  cultura, civilización,  etnia-nación, pueblo, filosofía, ciencia y tecnología, religiosidad ….  se escriben necesariamente en plural frente  a la avasallante aplanadora de la occidentalización compulsiva y unilateral y la expansión aterrante y antiecológica del capitalismo global. Frente al ilustrado y de-lustrado discurso único de “la ciencia” y “la tecnología”.



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Saúl Rivas Rivas


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