PSUV y UNASUR: ¿Se les reventaron los tapones?

No tengo mucha seguridad de la reflexión o inquietud que trato de plasmar; aun así, tomo el riesgo y lo primero que hago es formularme y formular esta pregunta: ¿Es prudente o correcto solicitar una derogatoria del decreto Obama?

Derogar, tiene el sentido de abolir o anular una ley. ¿Abolir una ley? ¿Cuál ley? ¿En verdad vamos a solicitar anular o abolir el decreto de Obama?

Esto no me suena congruente con el discurso sobre la soberanía e independencia que hemos mantenido y no concuerda en mi opinión, con el contenido y el sentido del objetivo histórico 1, que nos reclama, conservar el bien más preciado que tenemos: La independencia.

Al leer la declaratoria que nos ofreció Jacquelín Farías, según la cual, el PSUV iba por el reto de de recoger "millones de firmas para solicitar la derogación del decreto imperialista firmado por el presidente de los Estados Unidos Barack Obama, que según como sabemos, califica a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de Estados Unidos, tengo la ligera impresión de un pelón sobre el asunto. Al leer esta declaración y retroceder unos días para ver el juicio y la matriz que hemos instalado, me percaté de una situación con tres variantes: 1) Yo ando muy extraviado con la comprensión de este asunto 2) El PSUV y la UNASUR anda más extraviado que yo y 3) Seguramente yo soy el que ando dando tumbos.

Si somos soberanos e independientes como pueblo, tiene poco sentido solicitar que deroguen un decreto que precisamente trata de desmoralizarnos y hacernos sentir que EEUU tiene competencia para que sus leyes tengan aplicación en Venezuela. ¿Dónde la queda la independencia?

El decreto Obama es un eslabón de un estrategia que busca precisamente modificar nuestro estatuto de pueblo soberano y decirle a toda América Latina que EEUU decide por todos. No es Venezuela sobre cual cae el peso de esta norma. Es una especie de jurisprudencia para hacernos sentir que EEUU tiene esa autoridad. Primero oímos de Obama la frase: "torcer el brazo a los países que no responden a nuestros intereses", luego oímos del mismo Obama, su interés por "encausar a Venezuela". Es clara la injerencia y el Decreto se afinca ahí. Si me reconozco como pueblo independiente y soberano, recoger firma para solicitar la derogación del mencionado decreto hay como una reconocimiento del mismo.

Leídas y oídas estas declaraciones por parte de cuadros de la Dirección Nacional del PSUV y de la UNASUR, que fue un poquito más allá al pedir la derogatoria y rechazar el decreto; uno queda con dudas sobre el tratamiento de esta injerencia. ¿Estaré extraviado y dando tumbos?

Si además, tenemos como referencia que desde 1945 la ONU aprobó la carta o el estatuto que consagra el principio de la determinación (autodeterminación) de los pueblos, que entiendo, es un derecho que tienen una NACIÓN (pueblo) a tomar las decisiones sobre la forma de gobierno que desea. Este decreto patea ese principio.

Es un derecho inalienable. Entiendo entonces, que este derecho nadie por capricho puede enajenar. Solicitar la derogatoria, es como si un previamente ha reconocido la posibilidad de enajenación o confiscación de ese derecho.

Más que recoger firma para solicitar la derogatoria, soy de la idea de una pequeña nota firmada por muchos venezolanos y venezolanas en la cual, si muchos rebusque; el pueblo le diga a Obama y al congreso de los EEUU, una corta frase: Somos Soberanos y somos independiente y punto.

Más que solicitar la derogatoria y rechazar el decreto, UNASUR debería acoger y promover la propuesta de Atilio Barón, que nos sugiere que nuestras naciones no vayan a la cumbre de las Américas. Visto así las cosas, creo inclinado a pensar que el PSUV y UNASUR tubo un corto circuito y los tapones se le reventaron. Pienso así ahora, pero puedo estar divagando.



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Evaristo Marcano Marín


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