Este martes 22 de abril realizaba una actividad de formación en PDVSA Puerto la Cruz y previo al inicio de la jornada, se dispuso de un tiempo para justificar las razones de colocarle a la Escuela de Cuadro de PDVSA Puerto la Cruz, el nombre de Omar Guararima. Expuestas las razones de selección de este nombre, me vino la idea de cambiar de padre y adoptar un hijo, en consideración a lo que venimos planteando de asumirnos como hijos de Hugo Chávez.
Todo militante del PSUV se siente hijo de Hugo Chávez. Hay millones que lo merecen y probablemente exitan unos (muy pocos) que no, porque los hijos a veces no somos tan cuidadosos con nuestros padres naturales y con los que surgen en el ejercicio de la política. A veces sin razón y justificación, lo abandonamos
II
Conocí personalmente al Camarada Omar Guararima unos meses antes de su lamentable muerte. Ese corto contacto personal no me aportó ninguna información adicional significativa. Sólo me permití verlo ese día y por un breve tiempo. Sin haberlo visto, yo conocía suficientemente a Omar Guararima a través de varios amigos que estuvieron con él en los tiempos de la Liga Socialista y luego continuaron trabajando con la aparición de Hugo Chávez en el escenario político venezolano.
Omar Guararima es uno de esos hombres venezolanos que no deberían morir porque son necesarios para estar, a través de la militancia política, comprometido activa y conscientemente con la transformación de Venezuela. Omar Guararima fue un hombre comprometido totalmente con la política y no con su figura e intereses.
Omar Guararima aunque tuvo responsabilidades políticas importantes, fue casi un ser humano anónimo, batallador, luchador, apegado a unos principios políticos e ideológicos y mejor aún, comprometido con unos valores.
Creo que no fue posible verlo un día posando en un medio de comunicación. Ese no era su espacio. Su terreno natural era la gente y los barrios. Cuentan que Omar, como cualquiera de nosotros, tenía necesidad un carro, pero cuando tuvo esa oportunidad, se decidió un por carro de esos que uno llama camioneta porque no era su costumbre andar aislado y con vidrios ahumados. Su práctica era buscar y llevar gente de los barrios y andar con ellas en tareas políticas. Por lo que supe de él, fue una persona extremadamente humilde y ya esta condición tiene una carga y valor inconmensurable.
Fue obrero en una fábrica de tubos en Barcelona, que luego paso a ser gerenciada por PDVSA. Omar Guararima tuvo la oportunidad de ser gerente de esa empresa y eso no lo cambio. Vivió en una de los barrios más populares y deprimidos de Barcelona y ahí lamentablemente perdió la vida. En esa empresa de tubos trabajó 28 años, pero antes de este desempeño, Omar estuvo trabajando en Sidor. Omar, fue un obrero y un cuadro político, en todo el sentido que estos dos términos tiene políticamente.
Por estas y otras razones, yo desearía hoy sentirme hijos de Omar Guararima y adoptar a Hugo Chávez como un hijo. Razones, hay muchas. Es necesario ser hijo de Omar Guararima en Barcelona, por su ejemplo y la lucha que mantuvo en toda su vida. Es muy importante sentir a Hugo Chávez como un hijo, bajo la idea, que Hugo Chávez es un proyecto de país. Sintiéndolo así como nuestro hijo, se tiene la responsabilidad y necesidad de cuidar, nutrir y sostener ese ideario que fue Hugo Chávez. Con Chávez como hijo y con Omar Guuararima como padre, no falta casi nada para transitar esta lucha.